Los datos de tabaquismo en Europa.
Según los últimos datos publicados por
Eurostat, correspondientes a 2023, el 24 por ciento de la población española de 15 años o más fuma habitualmente, una cifra que iguala exactamente la media registrada en el conjunto de la
Unión Europea (27 países). Este indicador, que forma parte del seguimiento del
Objetivo de Desarrollo Sostenible número 3 (Salud y bienestar), muestra así una estabilización del
tabaquismo en España, tras varios años de descenso paulatino.
España se sitúa, por tanto, en un nivel i
ntermedio dentro del panorama europeo, por debajo de países con alta prevalencia como
Bulgaria (37 por ciento),
Grecia (36 por ciento) o
Croacia (35 por ciento), pero
por encima de otros como
Suecia (8 por ciento),
Países Bajos (11 por ciento) o
Dinamarca (14 por ciento), que presentan las tasas más bajas.
Por sexos, la
proporción de hombres que fuman en España es del 24 por ciento, una cifra por debajo de la media europea (28 por ciento), pero en línea con países como Francia (23 por ciento) o
Alemania (22 por ciento). Países como Suecia (9 por ciento), Países Bajos (13 por ciento),
Irlanda (16 por ciento) o
Finlandia (16 por ciento) presentan cifras masculinas considerablemente más bajas, lo que refleja una notable disparidad en la cantidad de
fumadores entre los Estados miembro.
Las españolas fuman más que la media de la UE
El análisis por sexos revela una diferencia destacada entre España y la media comunitaria. Mientras que el
21 por ciento de las mujeres europeas fuma, el porcentaje
en España asciende hasta el 23 por ciento, es decir, dos puntos por encima del promedio europeo. Este dato convierte a las mujeres españolas en uno de los grupos femeninos con mayor prevalencia de tabaquismo en Europa occidental.
Aunque
Grecia (32 por ciento),
Croacia (30 por ciento) y
Rumanía (29 por ciento) encabezan el ranking de mujeres fumadoras, la posición de España contrasta con la de países como Suecia (8 por ciento), Países Bajos (10 por ciento) o Dinamarca (12 por ciento), donde la proporción femenina es sustancialmente menor.
Este patrón sugiere que, si bien la reducción del tabaquismo ha sido más eficaz entre los hombres en España, las mujeres no han seguido la misma tendencia descendente, y permanecen por encima de la media de la UE. El dato cobra relevancia sanitaria, ya que las
políticas de prevención deberían poder adaptarse a las características y necesidades de cada grupo poblacional.
La brecha de género en tabaquismo
El informe de Eurostat confirma que, en toda la UE,
los hombres siguen fumando más que las mujeres, con una diferencia media de siete puntos porcentuales (28 por ciento frente al 21 por ciento). Esta brecha se repite en todos los países, aunque
en España es notablemente más reducida: solo un punto separa a hombres y mujeres fumadores (24 por ciento frente a 23 por ciento).
Este
equilibrio casi total entre sexos no es exclusivo de España. Suecia, Francia, Italia y Malta también presentan diferencias mínimas entre la proporción de hombres y mujeres que fuman, con apenas un punto de diferencia. Por ejemplo, Suecia registra un 9 por ciento de varones fumadores y un 8 por ciento de mujeres, mientras que en Francia las cifras son idénticas a las españolas: 24 por ciento en hombres y 23 por ciento en mujeres.
La lucha contra el tabaco es una de las prioridades incluidas en los
Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, en concreto el ODS 3: Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos. Reducir la prevalencia del consumo de tabaco es fundamental para disminuir la carga de enfermedades cardiovasculares, cánceres, enfermedades respiratorias crónicas y otros problemas de salud pública asociados.
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