España defiende la sanidad pública y se convierte en la 'rara avis' europea.
En un contexto internacional condicionado por la guerra en Ucrania y las crecientes tensiones transatlánticas, los ciudadanos de la
Unión Europea demandan una mayor implicación de las instituciones comunitarias ante los desafíos globales. No obstante, las cuestiones relacionadas con la
sanidad pierden protagonismo en el conjunto de la UE. A contracorriente, España se desmarca de esta tendencia al situar el apoyo a la
sanidad pública como su principal prioridad. También destacan Grecia y Portugal, donde la salud sigue ocupando un lugar central en las preocupaciones ciudadanas. En la mayoría de países, sin embargo, temas como defensa, economía y empleo ganan terreno.
Así lo revela el último
Eurobarómetro conjunto de la Comisión y el Parlamento Europeos. Según la encuesta, un 68 por ciento de los ciudadanos cree que la Unión Europea debe reforzar su papel en la protección frente a crisis y riesgos para la seguridad. Entre las prioridades más señaladas figuran la
defensa y la seguridad, la lucha contra la pobreza y la exclusión social, y el impulso a la economía y el empleo. Sin embargo, las respuestas varían significativamente entre países y están estrechamente condicionadas por factores como la edad, el nivel educativo o el lugar de residencia de los encuestados.
Cómo afectan los factores sociodemográficos al Eurobarómetro
El último Eurobarómetro revela diferencias significativas en las prioridades políticas de los europeos según su perfil sociodemográfico. Las mujeres, por ejemplo, muestran una mayor preocupación que los hombres por el apoyo a la
sanidad pública (26 por ciento frente a 22), así como por la lucha contra la
pobreza y la
exclusión social. Este patrón se repite entre quienes cuentan con un nivel educativo más bajo, para quienes la salud (32 por ciento), la
inflación y la u
pobreza son los principales focos de atención.
Por edad, los ciudadanos mayores priorizan la
agricultura, la
seguridad alimentaria y el
terrorismo, mientras que los jóvenes se inclinan por el cambio climático, la ayuda humanitaria y la igualdad de género. En cuanto al entorno, quienes viven en áreas rurales otorgan más importancia a la agricultura, mientras que en las ciudades preocupa más el clima.
La imagen que se tiene de la UE también condiciona las respuestas: quienes tienen una opinión positiva priorizan la
defensa, el
clima y la
democracia, mientras que quienes tienen una visión negativa señalan la
inflación, la
migración y, en menor medida, la
sanidad como cuestiones clave.
Una imagen más fuerte de la Unión Europea
La percepción ciudadana sobre la Unión Europea alcanza niveles históricamente altos. Según los últimos datos, el 52 por ciento de los
europeos tiene una imagen positiva de la UE, una cifra que solo se ha registrado en otras dos ocasiones en los últimos veinte años. Además, el 42 por ciento cree que la situación de la UE va por buen camino, siete puntos más que a principios de 2025. El 72 por ciento afirma que las decisiones europeas impactan en su vida diaria, y de ellos, la mitad considera ese impacto positivo. Ante este panorama, crece el respaldo a una mayor integración financiera: el 78 por ciento cree que más proyectos futuros requerirán
financiación común.
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