El "vaguete" de hospital: convivir con compañeros especialistas en escaqueo

El día a día en el trabajo puede ser complicado cuando todo el equipo no trabaja en una misma dirección. En hospitales y centros de salud, donde el trabajo en equipo es fundamental para garantizar la salud del paciente, también se encuentra algún que otro sanitario 'vago' que puede generar mala sintonía en el grupo contagiando su desidia.

"Como en todos los sectores, en el nuestro también hay a quien la 'pausa-café' se le hace siempre un poco más larga que al resto”, comenta en declaraciones a este periódico M.R., médica de Familia en la Comunidad de Madrid, una situación que "te puede sorprender cuando llegas nuevo, pero con el tiempo la persona está identificada y se acaba asumiendo esa forma de ser. No son ni mejores ni peores profesionales, pero se sabe entre compañeros quién asumirá más trabajo para echar una mano y quién buscará la forma de no hacerlo", asegura.

"Al final le sigues la corriente", expone Juan Carlos Miranda, enfermero de UCI con más de 16 años de experiencia, sobre cómo lidiar con este tipo de compañeros. "Cuando más falta hace, no está y aunque estés muy puteado con muchos turnos y cubriendo reducciones, todo lo suyo siempre es peor", asegura.

Fricciones entre compañeros

Estas situaciones marcadas por la falta de empatía al final pueden generar ciertas fricciones en el desarrollo del trabajo. “Cuando estás en Urgencias, donde no hay pacientes asignados, muchos estamos machacados y ese que es un poco más ‘vaguete’ pues desaparece. Nos dejamos el aliento y él perdido. Se pasa mal porque tú estás dándolo todo”, explica Juan Carlos Miranda que confiesa que, aunque actualmente no hay ningún perfil así en su hospital, a lo largo de su trayectoria sí ha conocido a varios compañeros que han 'desaparecido'. Su experiencia le lleva a asegurar que estos perfiles pertenecen en su mayoría a “personas con mucha experiencia, unos máquinas en lo suyo. Profesionales que, en un momento crítico, te solucionan la papeleta en un segundo”.

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Miranda: "Muchos estamos machacados y el que es un poco más 'vaguete' desaparece. Se pasa mal. Nos dejamos el aliento y él perdido"

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Poner fin a esa forma de actuar que tienen estos profesionales pasa por hablar con el compañero y exponer la situación, pero no siempre es bien recibido. "Algunos llevan tanto tiempo que hablas con ellos y es como si oyen llover. Les da igual. Si los superiores no toman medidas, esa persona no va a poner de su parte", confiesa resginado Miranda.

Ayuda psicológica

La problemática que expone este enfermero no es aislada. Algunos profesionales tienen "falta de empatía y solidaridad lo que provoca problemas en el grupo", según explica a Redacción Médica la psicóloga Ana Gutiérrez. "Ante una situación así, lo primero es saber si su desidia es algo puntual o una conducta más estructural de la persona. En el primer caso, la mejor opción para afrontarlo es, si se tiene confianza, hablar con esa persona y preguntarle si está viviendo una situación en la que se encuentre mal o necesite ayuda", asegura.

Diferente es cuando una persona demuestra tener ese comportamiento de forma estructural. "En ese caso, lo mejor es atajar el problema y plantear a Recursos Humanos lo que está sucediendo porque ese tipo de conductas generan mal clima en el trabajo", apunta la experta. En este sentido, Gutiérrez cree que desde la gestión se debería hacer un esfuerzo en "motivar a los sanitarios para hacer una mayor cohesión de gupo para alcanzar logros mayores". "Si hay sensación de impunidad, crea mucha molestia en los compañeros y puede generar una espiral basada en: 'si él no lo hace yo tampoco'. Esto haría que el grupo enferme".

Por tanto, si se cuenta con un compañero indolente cuya actitud no se debe a un problema puntual, sino que su forma habitual de trabajar es perezosa debe ponerse en manos de Recursos Humanos y que los psicólogos del departamento atajen cuando antes la situación para "evitar que el entorno se vuelva hostil".