Pedir la opinión del paciente o utilizar frases de reflexión ayudan a crear un ambiente propicio

¿Cuál es la mejor manera de que el médico termine la consulta?
La fórmula participativa de toma de decisiones tienen mejores resultados de salud.


3 jun. 2018 17:00H
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Un estudio publicado en la revista British Medical Journal Open España revelaba que el tiempo medio de las consultas médicas en Atención Primaria es de 13,4 minutos por pacientes. Un lapso que muchos profesionales del país dicen no alcanzar. Porque el tiempo en consulta suele quedarse corto. O no.  

A veces el sanitario puede notar que la visita se está haciendo demasiado larga. Por eso el internista Greg A. Hood, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Kentucky y colaborador de Medscape, se pregunta cómo finalizar una consulta de forma satisfactoria y sin complicaciones, al tiempo que se mantiene el ambiente terapéutico.

"Una clave para concluir la visita exitosamente y a tiempo es solicitar la participación del paciente en el entendimiento y la toma de decisiones a lo largo de la visita. Los estudios de pacientes han encontrado que los médicos que utilizan esta fórmula participativa de toma de decisiones tienen mejores resultados de salud y satisfacción del paciente".

Dejar fluir la conversación


Hay que solicitar la participación del paciente en la toma de decisiones


"Para comprender con qué decisiones participará con el paciente, es prudente permitir que el elemento conversacional de la visita comience sin impedimentos. No interrumpa la declaración de apertura del paciente. Resista la tentación de frenarlo o de llenar una pausa en la etapa inicial de la conversación. Una visita que no comienza bien tardará el doble en terminar", aconseja.

También reconoce que es muy importante escuchar activamente y alentar al paciente a continuar hablando y a preguntar su opinión. 

Mostrar la comprensión

Otro de los trucos que Hood indica es introducir en la conversación frases de legitimación, respeto, apoyo y asociación para validar los síntomas o experiencias del paciente. Esto demostraría, a su vez, que el sanitario comprende el caso del paciente al tiempo que que realiza la transición adecuada para llevar la conversación hacia las distintas opciones de tratmiento.

Para él, un ejemplo de legitimización sería el uso de frases como: "debe ser perturbador tener estos problemas"; de respeto: "ha estado haciendo un gran esfuerzo por hacerle frente"; de soporte: "me gustaría ayudar"; y de alianza: "tal vez podamos trabajar juntos en esto". 

"Use frases de reflexión para acercar la visita de manera apropiada y amistosa a una conclusión suave. Las frases de transición pueden ayudar al paciente y establecer el escenario para transmitir el plan de tratamiento".

El momento final

Para prepararse ante el momento final, Hood también tiene algunos trucos: "Controle la energía y las palabras del paciente para medir cuando se llega a un momento final, o incluso un momento de saturación", explica. Esto se hace observando los cambios en el nivel de energía del paciente, la aparición de una pausa o de palabras de transición tales como "entonces ..." o "bien ...". 


Si el paciente responde con más preguntas, lo mejor es que solicite otra consulta


"Confirme su sensación de que se han cumplido los objetivos de la visita. Puede decir algo tan simple como: '¿Hay algo más con lo que pueda ayudarle hoy?' Si la respuesta es otra letanía de problemas, recomiende que solicite una cita adicional muy pronto para dedicar el tiempo apropiado a estas inquietudes. Es esencial que los pacientes no se sientan apresurados", añade.

Tener un final apropiado

Llegar a un final apropiado, dice Hood, debería ser algo que transmite un mensaje de continuidad. Esto puede extenderse a los otros miembros del equipo de atención que luego llevarán al paciente a realizarse pruebas, o les proporcionarán sus medicamentos de alta y materiales educativos, y se referirán a cuándo planean volver a verlos para realizar un seguimiento. sobre los contenidos de la visita de hoy.

Siempre finalice la visita con una sonrisa y un apretón de manos ("o un puñetazo en la temporada de gripe", bromea), e insista en utilizar el nombre del paciente al hacer su declaración final. Las primeras impresiones son clave, al igual que las últimas impresiones. En ese momento, es apropiado ser asertivo, lo cual, transmitido cordialmente, es un rasgo positivo.

Y termina parafraseando a otro médico, el internista y profesor de la Universidad de Seattle David Dugdale: "Si puede finalizar los encuentros de forma constructiva y efectiva, los pacientes no solo creerán que les importa, sino que le importará '8 días a la semana'". 
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