Gregory Poland cree que es erróneo crear diversas vacunas y no colaborar en la creación de un único fármaco.

Un médico de EEUU prevé "caos y confusión" cuando haya vacunas de Covid-19


14 oct. 2020 12:20H
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La vuelta a la vida tal como la conocíamos antes pasa por el desarrollo en tiempo récord de una vacuna contra la Covid-19. Una carrera acelerada protagonizada por 213 proyectos que luchan por ser los primeros en conseguir paliar al virus y lograr la autorización necesaria para comercializar su producto.

Varios han sido los políticos que han prometido tener lista una vacuna para final de año. Mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha mostrado contraria a procesos tan acelerados y apunta al 2021. Lo cierto, es que tanto si es en una fecha como otra será con diferencia la vacuna más precoz de la historia. Hasta el momento, la de más rápida creación fue la del ébola, cuyo desarrollo duró 5 años.

Esta precocidad inquieta a los expertos, que advierten de una baja protección en las primeras vacunas que sean autorizadas y alertan de una futura situación de la que muy pocos se han percatado aún.

“Casi nadie se ha dado cuenta todavía de la complejidad, el caos y la confusión que se producirán en unos pocos meses con la creación de varias vacunas”, ha advertido el doctor estadounidense Gregory Poland, director del Grupo de Investigación de Vacunas de la Clínica Mayo, al New York Times.

Actualmente, hay 8 vacunas en fase 3 en todo el mundo y 3 de ellas se están desarrollando total o parcialmente en Estados Unidos, la de los laboratorios Moderna, Johnson & Johnson y AstraZeneca. Para Poland, la raíz del problema radica en el sistema que ha diseñado el Ejecutivo de Donald Trump para acelerar los ensayos de las vacunas.

La administración estadounidense se ofreció a financiar con 10 mil millones de dinero público todos los proyectos que aceptasen ciertas normas comunes, pero entre ellas no estaba estipulado que se compartieran los ensayos clínicos, algo que se conoce como prueba maestra.

“Es necesario contar con la cooperación total de las compañías farmacéuticas para involucrarse en un protocolo maestro, pero esto no resultó ser factible”, comentó el Dr. Fauci.

Según advierten varios expertos al New York Times, la primera autorización de una vacuna podría obstaculizar los ensayos en curso de sus competidores, ya que algunos voluntarios que no estarán seguros de si habrán recibido una vacuna experimental o un placebo podrán abandonar un ensayo en curso para obtener la vacuna autorizada.

Los expertos señalan que esta cuestión podría tener efectos negativos en las vacunas que estén en las primeras etapas de la prueba, ya que es posible que tengan que demostrar que son mejores que la ya autorizada.

El porcentaje de efectividad


Para demostrarlo, habrá un factor que cobrará especial relevancia y generará gran controversia, el grado de eficacia de las vacunas autorizadas. "Me imagino a la gente leyendo mucho sobre diferencias menores que podrían ser simplemente una probabilidad estadística", explica Natalie Dean, bioestadística de la Universidad de Florida al periódico norteamericano.

"La eficacia en un ensayo puede no coincidir necesariamente con su eficacia en el mundo real. Eso es porque cualquier estudio estadístico tiene márgenes de error", explica la experta. “Por ejemplo, una vacuna que en los ensayos tuviera más del 50% de efectividad, podría tener realmente solo un 35% de efectividad en el mundo real".

Una confusión para la que el director del Grupo de Investigación de Vacunas de la Clínica Mayo tiene una solución: “la única forma de manejar este año caótico es que los científicos hablen honestamente sobre cómo se prueban las vacunas y que la gente sepa lo que se avecina”. 
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