Todos los expertos consultados por Redacción Médica coinciden en que es más contagiosa que la Delta pero menos peligrosa

¿Puede compararse el peligro de la variante Delta con el que causa Ómicron?


26 dic. 2021 10:00H
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POR SARA CABRERO
Ómicron, la nueva variante del Covid-19, mantiene en jaque a toda Europa. Desde su aparición el pasado mes de noviembre en África, los contagios de coronavirus se han multiplicado y cada vez más países optan por extremar las medidas. Además, las compañías farmacéuticas también trabajan por reforzar las vacunas contra el SARS-CoV-2 y que éstas sean más eficaces contra la nueva variante. Aunque todavía faltan muchos datos que recopilar sobre Ómicron, todos los expertos consultados por Redacción Médica coinciden en que se trata de una cepa más contagiosa que la Delta pero menos peligrosa.

Marcos López, presidente de la Sociedad Española de Inmunología y jefe de Servicio de Inmunología del Hospital Universitario de Marqués de Valdecilla (Santander), afirma que Ómicron infecta antes y añade que sus niveles de contagiosidad son parecidos a los del sarampión, incluso entre las personas vacunadas. De hecho, esta última variante es la más contagiosa de todas las que se han sucedido hasta ahora. Según recuerda el experto a este periódico, la cepa de Wuhan tenía un índice de transmisibilidad de entre 2,5 y 3 puntos; subió hasta los 6 con la variante Delta y Ómicron, que acumula ya más de 30 mutaciones, parece que alcanza los 10. “Ha aumentado clarísimamente. Por eso, las cifras de contagios son tan altas ahora”, advierte.

“La variante Ómicron representa mayor riesgo epidémico”, confirma igualmente Raúl Ortiz de Lejarazu, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc). “Ómicron tiene mucho mayor escape que Delta a los anticuerpos generados por las vacunas. Se están infectando personas vacunadas con dos dosis en julio y reinfectándose otras que ya se habían infectado en la primera onda pandémica, lo que indica mucha menor efectividad frente a la transmisión de Ómicron por las vacunas”, declara.



La variante Ómicron representa mayor riesgo epidémico, pero a nivel clínico es más leve




Sin embargo, López señala que las circunstancias de la pandemia del Covid-19 han cambiado con respecto a hace un año. “La ventaja que tenemos hoy en día es que se manejan mejor los tratamientos en el hospital y en la UCI. Una garantía para asegurar un mejor abordaje y evolución del paciente”, defiende. Además, también hace referencia a las vacunas e indica que la respuesta inmunitaria de las mismas es igual. “Las vacunas protegen por igual frente a la variante Delta y Ómicron”. No obstante, matiza que varía en cuanto a la protección contra la infección: “La vacuna protege mejor de la infección en el caso de la variante Delta que de la cepa Ómicron”. “Una vez que te infectas o enfermas, la vacuna no es suficiente para protegerte frente al virus. La enfermedad es desigual”, alerta.

De este modo, informa de que la enfermedad provocada por la variante Ómicron puede ser “más leve” que la causada por la Delta, así la tasa de hospitalizaciones y muertes es menor. Según Ortiz de Lejarazu, “no hay grandes diferencias entre los no vacunados”, mientras entre los que sí lo están hay una tendencia a que haya pocos síntomas e, incluso, ninguno en los menores de 35 años, tos pero no tan evidente o frecuente, cefalea y cansancio. “Aunque también hay casos graves en personas añosas o con grandes patologías subyacentes a pesar de estar vacunadas”, añade. Por otro lado, Joan A. Caylà, presidente de la Fundación de la Unidad de Investigación en Tuberculosis de Barcelona (fuiTB), afirma que la pérdida de olfato no es relevante y puede cursar como un resfriado.

No se descartan nuevas cepas de Covid-19 tras Ómicron 


Preguntados sobre si la variante Ómicron puede ser más virulenta en un futuro, todos los expertos rechazan tal posibilidad. “La evolución de los virus va siempre en sentido contrario a la virulencia. Los virus tienden a adaptarse a sus huéspedes produciendo infecciones cada vez de menor virulencia clínica”, explica Ortiz de Lejarazu. “Lo contrario sería un suicidio biológico”, agrega. No obstante, Caylà mantiene que sí podría aparecer otra cepa más virulenta. Y para evitarlo, recuerda la importancia de disminuir las transmisiones: “Si el virus se replica a escala mundial en millones de personas, damos opción a nuevas variantes”.

Con todo, este epidemiólogo advierte de que la situación epidemiológica actual es “preocupante” y “probablemente buena parte de la misma se debe a la variante Delta”.
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