El interlocutor de la Guardia Civil, Basilio Sánchez, analiza los avances en prevención de la violencia en sanidad

“El agresor de sanitarios se siente más seguro si ataca a una mujer joven”
Basilio Sánchez Portillo, interlocutor policial sanitario de la Guardia Civil


14 mar. 2018 16:20H
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Con el uniforme de 'batalla', y en un despacho lleno de partes, se presenta Basilio Sánchez Portillo (Cádiz, 1980), interlocutor policial nacional sanitario de la Guardia Civil. Aparta cuatro carpetas con informes de agresiones a sanitarios antes de sentarse a hablar con Redacción Médica. Es su realidad del día a día, lidiar con aquellos que se creen en la potestad de agredir a un sanitario, "mayoritariamente mujeres y jóvenes", apunta apenado. Aunque enfrentarse a estos testimonios no sea nuevo para Sánchez, ahora lo hace desde el puesto del interlocutor. Una figura creada por el Ministerio este verano que avala en trabajo que, individualmente, el cuerpo de la Guardia Civil lleva ejecutando desde 2012 por una instrucción interna.

Frente a una blanca pared en uno de los despachos del cuartel de Guzmán el Bueno, el comandante Basilio Sánchez recuerda cuándo el Ministerio del Interior y la Secretaría del Estado de Seguridad encargó a Policía Nacional y Guardia Civil crear esta figura del interlocutor que ahora está comenzando a operar con una ronda de consultas con colegios y representantes sanitarios.  "Formación, prevención y educación". Esos son los tres puntos que el oficial intenta hacer llegar hasta todos aquellos sanitarios para darles la tranquilidad que demandan.

Basilio Sánchez Portillo, interlocutor policial sanitario de la Guardia Civil

En su trabajo no sólo prima la protección real y efectiva, sino que el propio profesional sanitario sienta que es así. El área rural que cubre la Guardia Civil, dispersa con núcleos de población pequeños y médicos prácticamente solos en los centros de salud, hace que "aunque las agresiones son porcentualmente menos" que en los grandes hospitales, "la sensación de inseguridad del sanitario es mayor". El trabajo de Sánchez, junto con el resto de sus compañeros, consiste en prevenir y buscar medidas para mejorar esa seguridad. Además, deben "centralizar, impulsar y coordinar a todos los responsables de velar por esta seguridad del sanitario".

¿Qué avances se han producido en materia de agresiones a sanitarios desde este verano?

La hemos actualizado un poco. Hemos vuelto a revisar que todos los patrones estaban cumpliendo y les hemos dado un pequeño impulso.

Su principal labor es tener un control de todas las agresiones que hay en España, por lo que ahora mismo están elaborando un catálogo de centros médicos según su grado de conflictividad. ¿Qué engloba dicho documento?

En este catálogo lo que vamos haciendo es una clasificación de los centros por su nivel de riesgos y el número de agresiones que tiene. Analizamos los condicionantes que tiene cada uno de ellos, si tienen o no seguridad privada, si disponen de algún sistema de seguridad como cámaras o atención 24 horas, si tienen servicios de Urgencias… Todo eso nos va dando unos ratios. A ello se le añade el número de agresiones que se han producido en cada centro y con todos esos datos hacemos una clasificación. Con ella pretendemos disponer de una herramienta que sirva para orientarnos en el servicio y darle prioridad a las patrullas de la Guardia Civil en aquellos centros de salud donde el riesgo es más elevado. En esos casos queremos que la atención sea preferente, que acudan con frecuencia y que haya un contacto estrecho.

Además, el Interlocutor Nacional (apunta señalándose), trata de  de impulsar que cada uno de los responsables por provincia y comunidad autónoma tengan contacto con aquellos profesionales de la salud responsables de seguridad, si es que los hay, o responsables de centros médicos importantes, para que se produzca esa relación directa que tiene que haber de cara a evitar este tipo de agresiones. Lo que buscamos es una comunicación inmediata, que haya fluidez en la relación.

¿Qué diferencia hay entre su labor y la que realiza la Policía Nacional?

Hay dos mundos muy diferenciados en cuanto a las agresiones y la seguridad en centros sanitarios que, precisamentem coinciden con las demarcaciones de Policía y Guardia Civil. La mayoría de los hospitales en España están en demarcación del Cuerpo Nacional de Policía y nosotros lo que tenemos son centros de salud, hacemos algún hospital pero muy poco. Son dos mundos muy diferenciados. La seguridad, incidencia, peligrosidad y problemática en un hospital es muy diferente a la que hay en un centro de salud.

¿Es necesaria la labor que realiza la Guardia Civil? ¿Están incrementando sus actuaciones o ven que su presencia cada vez es menos demanda? 

"Hay una problemática creciente en las zonas más despobladas"



Estamos viendo que en los centros de salud, que es la parte que nosotros más nos afecta, hay una problemática creciente, sobre todo en aquellas zonas más despobladas. Allí hay puntos de atención continuada, con un servicio de urgencia durante toda la noche en el que hay un médico solo, o como mucho un médico y una enfermera, en la mayoría de los casos jóvenes y mujeres. En esa situación, se sienten especialmente desprotegidos porque, efectivamente, ante cualquier amenaza o agresión, es mucho más difícil que se reaccione. Y eso para nosotros también está siendo una prioridad: no solamente vamos a ver cuál es la incidencia real de amenaza o el número de agresiones que se producen, sino que también queremos tener datos de la sensación de inseguridad que se puede provocar por estas situaciones.

En lo referente a la incidencia de agresiones, nosotros vemos que no es muy elevada, pero sí que entendemos que la sensación de seguridad no es tan alta como debería ser y tratamos que sea cada vez mayor. Sabemos que contabilizar pocas no es suficiente, porque la idea es llegar las cero agresiones a sanitarios.

¿Es significativo el género a la hora de analizar la violencia sobre sanitarios?

Es más frecuente. Es muy triste pero, claro, el agresor se siente más seguro cuando hace una agresión aunque sea verbal o una amenaza cuando delante tiene a una mujer y joven. Son cuestiones más psicológicas pero, la realidad, es que el perfil de mujer y joven es más susceptible de recibir la agresión, desgraciadamente.

"La idea es coger todo lo que se hace bien en diferentes CCAA y unificarlo".

¿Cuál es su grado de colaboración con la Policia Nacional?

Yo estoy en contacto directo y muy frecuente con el Interlocutor Nacional del Cuerpo Nacional de Policía y además estamos acudiendo juntos a las reuniones con colegios de profesionales de la salud, a reuniones en el Ministerio de Interior, etc. Está habiendo una compenetración bastante buena.

Fuera de la sensación de miedo, que en los hospitales no es tan frecuente, ¿el tipo de agresiones en un centro médico son diferentes?

Bueno, el tipo de agresión yo creo que sí es similar. Al final hablamos de agresiones verbales, posteriormente amenazas y aunque no es frecuente, en algunos casos se llega a las agresiones físicas. Siempre están causadas por personal que pierde los nervios, que pierde la cabeza y que comete un delito grave que hay que evitar.

¿Cómo es su relación con los Consejos Generales de Médicos, Fisioterapeutas, Enfermería…?

Nos hemos reunido hace relativamente poco con ellos. Es muy interesante que haya habido una conexión entre todos los Colegios que, por lo visto, antes no existía. Que estén todos unificados nos facilita mucho la labor porque ya podemos impulsar medidas y tratar en conjunto con todos los afectados. Las líneas de trabajo son bastante positivas. Nosotros una de las cosas que estamos tratando de hacer es detectar y hacer una guía de buenas prácticas en cuanto a la seguridad. Estamos viendo cómo se gestiona la seguridad en diferentes zonas de España. Se están haciendo cosas que son muy positivas pero puntualmente. La idea es coger todo lo que se está haciendo positivo en las comunidades autónomas y unificarlo.

¿Puede poner un ejemplo?

Sabemos que existen algunas provincias donde hay instalados botones de alarma. Estos dispositivos se localizan centros de salud que están aislados y cuando el facultativo ve un problema activa una alarma discreta. Porque claro, en ese momento cuando se está produciendo la agresión ponerse a llamar por teléfono es contraproducente. Lo que ese gesto puede ocasionar es, precisamente, provocar la agresión.

Por el momento, hemos visto que existen algunos puntos y queremos que esté implantado en todos. El botón de alarma deberá estar conectado con una central receptora de alarmas. Para esto necesitamos el apoyo de los colectivos y hablamos de 17 comunidades. Por eso es tan importante para nosotros el contacto con los colegios de profesionales.

A parte de este botón, alguna medida que nos pueda adelantar...

Bueno, luego todo lo relacionado con los sistemas de seguridad como pueden ser alarmas, cámaras de seguridad, la figura del vigilante de seguridad... El hecho de que se implante un responsable de seguridad o bien por provincia o bien por comunidad autónoma también nos parece muy positivo. Todas estas medidas es lo que queremos fomentar.

Habla de seguridad privada... ¿Está implantada en muchos centros? ¿Cree que es necesario, sobre todo, para esos centros más pequeños?

La seguridad privada tiene más sentido, a priori, en los centros hospitalarios,y en los centros de salud habría que hacer un estudio de aquellos donde la incidencia, y el riesgo, sea mayor hacer el planteamiento. Nosotros damos por hecho que son medias muy costosas y que lógicamente no puede ser la única solución, tiene que haber otras soluciones, pero es una de las medidas.

"Aunque sea una medida muy costosa, vemos bien la figura del vigilante de seguridad"



El registro de centros conflictivos, que comentaba que ustedes ya tenían, ¿se va a presentar al público o se va a gestionar de una forma privada entre los organismos?

El catálogo de centros médicos con clasificación por seguridad nosotros lo estamos actualizando porque lo teníamos ya hecho. Lo vamos a poner en conocimiento de la Secretaría de Estado de Seguridad y el Ministerio de Interior. Imagino que no se hará público aunque es una decisión del ministerio.

¿Cómo está siendo su contacto con los sindicatos profesionales, muy activos en este aspecto?

El único contacto que tuvimos con un sindicato fue porque una de las medidas que nosotros estamos llevando acabo es realizar formación a los profesionales de la salud. Estuvimos dando unas charlas donde se daban una serie de consejos para minimizar los riesgos en cuanto a una posible agresión. Es verdad que hicieron algunas preguntas en concreto sobre qué medidas teníamos, pero fue en ese ámbito de un ciclo formativo. No ha habido un contacto formal.

¿Y cómo es la formación con los sanitarios que les comentaron?

Nosotros tenemos a algunos expertos en, precisamente, intervención operativa que tienen una serie de tips, informaciones y consejos para evitar que se den este tipo de agresiones. Desde cómo colocar la mesa, el despacho, qué tener encima de la mesa, cómo tener la puerta ubicada con respecto al despacho, cómo tratar a una persona que se está poniendo agresiva, en qué momento ponernos de pie (que no debe ser ni antes, porque lo podemos provocar, ni después porque ya es tarde; apunta el profesional). Muchas son muy obvias, pero está bien que te las recuerden, y otras no se las había ocurrido.

Sánchez explica que

Sánchez explica que "la decisión de que se haga público o no el catálogo de centros conflictivos es del Gobierno".


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