Para esta prueba los pacientes tienen que estar quietos dentro de la máquina durante unos 40 minutos

Imagen de una unidad de resonancia magnética.
Imagen de una unidad de resonancia magnética.


16 ene. 2023 13:25H
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Aproximadamente 4 de cada 100 pacientes no son capaces de terminar una prueba de resonancia magnética (RM) por claustrofobia, es decir, miedo a los espacios cerrados, según un estudio del Hospital General de Singapur.

El estudio, elaborado en 2017 entre otros por Salem Ah Sing Kog, que trabajó en el Departamento de Radiología Diagnóstica en el centro hospitalario cuando se hizo el estudio, recuerda que en estos sistemas de diagnóstico por imagen la persona a evaluar es introducida con una camilla en el interior de una máquina, en un espacio estrecho y sin posibilidad de realizar movimientos, donde debe permanecer, como mínimo, unos 40 minutos acompañado de un sonido fuerte y bastante molesto.

"Esto supone un problema para niños y pacientes con problemas de obesidad y/o movilidad. De hecho, en algunos de estos casos es necesario sedar al sujeto, lo que supone un riesgo para la salud. El 5,4 por ciento de todas las pruebas de RM que se realizan están destinadas a pacientes pediátricos, que en función de su edad deben ser sedados para evitar que se muevan y conseguir que el resultado de la prueba sea el adecuado", señala.


Soluciones para hacer una RM a pacientes con claustrofobia


Hay varias maneras de que los pacientes puedan hacerse una resonancia magnética sin sentir claustrofobia, sea leve o grave. Para algunos pacientes bastará con que los radiólogos traten "a fondo" sus dudas "antes de la exploración", ya que esto disipará "su ansiedad", según indica a Redacción Médica Lee Weiling, jefa de Radiología en el Hospital General de Singapur. Otros necesitarán que les muestren "el escáner" o que les permitan "entrar en la cavidad de RM" antes de hacer la prueba.

Weiling también señala que se puede hacer "la exploración con el escáner de RM con el mayor diámetro disponible"; además se ofrece a los pacientes "música y/o películas a través del sistema de relajación de la resonancia magnética". La opción de explorar al paciente con tiempos "más cortos" también es otra manera de relajar a los pacientes.

Otra solución puede ser "permitir" que se tapen los ojos durante la prueba o "utilizar un espejo para que el paciente pueda ver el exterior durante la exploración", añade la radióloga.

Por último, también es importante que en "intervalos regulares" los sanitarios hablen con el paciente, "especialmente para comunicar la duración restante de la exploración", indica Weiling a Redacción Médica.

En el caso de personas con una claustrofobia más fuerte, "el último recurso" es la sedación. De hecho, primero se deben intentar las opciones anteriormente enumeradas; pero si no es posible se tiene que tener en cuenta dos cosas antes de sedar: si la "RM es la única opción de imagen para abordar su diagnóstico clínico" y "que el paciente no tenga contraindicaciones para la sedación".


Resonancias abiertas e inteligencias artificiales, ¿otras soluciones?


Las resonancias magnéticas abiertas y las inteligencias artificiales pueden ser otras dos opciones para los pacientes con claustrofobia, ya sea grave o no.

En el caso de las resonancias abiertas pueden ser una opción, pero también tienen sus desventajas, ya que "los protocoos y la capacidad de las RM abiertas son limitados y pueden ser adecuados para exploraciones básicas pero no complejas", señala Weiling. "El valor diagnóstico de las imágenes puede no ser adecuado para abordar determinadas condiciones clínicas", concluye la radióloga.

Por otro lado, en 2019 se realizó otra investigación en el Hospital General de Singapur en la que se utilizó una Inteligencia Artificial (IA) para reconstruir imágenes. Los pacientes a los que se les buscan enfermedades cerebrovasculares, como el aneurisma, pueden pasar alrededor de 50 minutos dentro de una resonancia magnética. Esta situación hace que muchos de ellos no aguanten todo el tiempo necesario para hacer una buena exploración debido a la claustrofobia.

Por eso, parte del equipo de Radiología de este hospital probó a reducir hasta los 20 minutos esta exploración e "incorporaron la técnica de RM de detección comprimida (CS) a su actual protocolo de imágenes, lo que permitió aprovechar la IA para reconstruir imágenes de calidad comparable a las obtenidas con métodos convencionales", explican desde el hospital. 

"Las técnicas de IA pueden reducir enormemente el tiempo de adquisición de imágenes por resonancia magnética. Por lo tanto, los pacientes pasan mucho menos tiempo en el escáner. Esto ayuda a reducir la ansiedad y las molestias de los pacientes que se sienten incómodos en espacios cerrados", explica a Redacción Médica David Wen, consultor del Departamento de Radiología de Diagnóstico del Hospital General de Singapur.

Este estudio, no obstante, se realizó con pocos participantes, tan solo 14 voluntarios sanos. Para comprobar que es una nueva opción, los investigadores siguen reclutando a nuevos pacientes y personas sanas. "El objetivo es completar el estudio con aproximadamente 20 voluntarios y 20 pacientes", concluye el investigador.
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