El estudio se hizo sobre 15.175 hermanos.                                             
                                        
                                        
                                            Los
 hermanos nacidos más tarde de niños con trastorno del espectro autista (
TEA) o trastorno por déficit de atención e hiperactividad (
TDAH) tienen
 más riesgo de padecer ambos trastornos, según concluye un nuevo estudio dirigido por
 Meghan Miller, profesora asistente en el Departamento de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento y en el Instituto MIND de la Universidad de California Davis, en Estados Unidos.
El estudio, cuyos hallazgos se han publicado en 'JAMA Pediatrics', sugiere que las familias que ya tienen un hijo diagnosticado con TEA o TDAH pueden desear 
monitorizar a los hermanos menores para
 detectar síntomas de 
ambas afecciones.
Los 
síntomas del TDAH incluyen 
dificultad para 
concentrarse, 
hablar sin parar o 
soltar cosas, aumentar la 
actividad y 
problemas para quedarse quieto; mientras el 
TEA conlleva 
desafíos significativos con 
la interacción social y la 
comunicación, así como la presencia de intereses inusuales o comportamientos repetitivos como batir las manos o alinear objetos.
	La recurrencia puede ser subestimada 
"Hemos sabido durante mucho tiempo que los hermanos menores de niños con autismo tienen un riesgo mayor al promedio de autismo, pero el campo no tenía datos adecuados para determinar si registraban un mayor riesgo de TDAH -explica Miller-. A pesar del hecho de que el 
autismo y el 
TDAH parecen ser
 muy diferentes en sus
 descripciones, este trabajo destaca el 
riesgo de superposición; los hermanos menores de los niños con TEA tienen un riesgo elevado tanto de TDAH como de autismo, y los hermanos menores de niños con TDAH presentan un riesgo mayor, no sólo de TDAH, sino también de autismo".
	
		
			| 
					Las probabilidades de un diagnóstico de TEA eran 30 veces más altas en hermanos pequeños de niños con TEA | 
	
El equipo de investigación de Miller examinó los 
registros médicos de 
730 hermanos nacidos tarde de niños con TDAH, 
158 hermanos nacidos más tarde de niños con
 TEA y
 14.287 hermanos nacidos más tarde de niños
 sin diagnóstico conocido. Solo se incluyeron en el estudio las familias que tenían al menos un hijo menor después de un niño diagnosticado con una de esas afecciones.
"La evaluación del riesgo de recurrencia en muestras que incluyen solo a las familias que han tenido un hijo adicional después de un niño diagnosticado es importante porque la 
recurrencia puede ser
 subestimada si los investigadores incluyen familias que decidieron dejar de tener hijos tras el diagnostico de TEA o TDAH en su primer hijo", explica Miller.
	Dos trastornos altamente hereditarios 
Los investigadores encontraron en el estudio que en comparación con los hermanos nacidos más tarde de niños no diagnosticados, las 
probabilidades de un diagnóstico de TEA eran 
30 veces más altas en los hermanos nacidos más tarde de niños con TEA, y 
3,7 veces más elevadas para un diagnóstico de TDAH. En comparación con los hermanos nacidos más tarde de niños sin diagnóstico de estas enfermedades, las probabilidades de un diagnóstico de 
TDAH fueron 13 veces más altas en los hermanos nacidos más tarde de niños con TDAH, mientras que las probabilidades de un diagnóstico de
 TEA fueron 4,4 veces más altas.
Se cree que el TDAH y el TEA comparten algunos 
factores de riesgo genéticos e 
influencias biológicas. Este estudio respalda la conclusión de que el TEA y el TDAH son 
altamente hereditarios y pueden compartir las
 causas y la genética subyacentes, según los investigadores.
Las
 estimaciones fiables de
 riesgo de recurrencia de diagnósticos dentro del mismo trastorno y en otros trastornos pueden ayudar a los
 esfuerzos de detección temprana y mejorar la comprensión de las posibles 
causas compartidas de las afecciones. La capacidad de 
diagnosticar TEA y TDAH en
 forma temprana podría
 mejorar tanto el
 tratamiento como la 
calidad de vida.
"Existen 
medidas y prácticas de detección fiables para el 
diagnóstico de autismo en niños muy pequeños -afirma Miller-. Desafortunadamente, no tenemos estándares clínicos ni herramientas adecuadas para evaluar el TDAH a edades tan tempranas. Actualmente, estamos trabajando para
 identificar marcadores tempranos de autismo y TDAH en bebés y niños pequeños que tienen un hermano mayor diagnosticado, ya que estos hermanos menores tienen más riesgo de TEA y TDAH".                                        
                                            Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.