Dos nuevos estudios publicados en la revista JAMA contradicen los resultados de otras investigaciones previas

Los antidepresivos en el embarazo no aumentan el riesgo de TDAH en el bebé


19 abr. 2017 11:30H
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El consumo de antidepresivos durante el primer trimestre de embarazo no incrementa el riesgo de desarrollo de autismo o trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en el bebé, según dos nuevos estudios publicados en la revista JAMA. que contradicen investigaciones previas que relacionaban el uso de estos fármacos con la aparición de estos trastornos.

El primero de los estudios analizó la posible relación entre la toma de antidepresivos durante la gestación y el riesgo de trastorno del espectro autista TEA del neonato. Y para ello, los autores realizaron un seguimiento durante un periodo promedio de cinco años de la evolución de casi 36.000 recién nacidos.

Del 7,9 por ciento de los casos en los que la madre consumió antidepresivos, se diagnosticó un trastorno del espectro autista (TEA) al 2 por ciento de los niños. Una vez los autores establecieron un ajuste con el resto de factores que podrían influir en este riesgo –tanto genéticos como ambientales, como la edad de los padres–, la posible asociación desapareció.

"Aunque no se puede descartar una relación causal, la asociación apreciada por estudios anteriores podría deberse a otros factores", explica Simone N. Vigod, del Hospital Universitario de la Mujer en Toronto (Canadá) y directora de este estudio.

Riesgo de parto prematuro

El segundo estudio, dirigido por investigadores de la Universidad de Indiana (Estados Unidos), analizó el posible efecto del tratamiento con antidepresivos –que en hasta un 82% de los casos eran ISRS como la fluoxetina, la sertralina y el citalopram– y se basaron en los historiales médicos de los más de 1,5 millones de niños nacidos en Suecia entre los años 1996 y 2012.

Aunque los resultados demostraron que la toma de antidepresivos durante los primeros tres meses de gestación no aumentó la probabilidad del neonato de acabar desarrollando alguno de estos trastornos, la exposición a estos fármacos sí que incrementó ligeramente el riesgo de parto prematuro.

“Este estudio sugiere que el empleo de estos fármacos en el embarazo parece ser más seguro de lo que anteriormente se pensaba”, explica Brian D’Onofrio, director de la investigación, que recomienda que lo mejor es que cada mujer consulte con su médico el consumo o no de antidepresivos.
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