El presidente de la SEPB se une al documento 'Lecciones Covid-19', impulsado por Redacción Médica

"Es el momento de replantearnos la idoneidad de lo hecho con el Covid-19"
Víctor Pérez Sola, presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica (SEPB).


2 abr. 2022 13:50H
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El deterioro generalizado de la salud mental en la población española ha sido uno de los 'daños colaterales' de la pandemia del Covid-19. Un hecho que para el presidente de la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica (SEPB) ha supuesto que todos los ciudadanos, y por ende los dirigentes políticos, empatizaran con una patología que no estaban entra las prioritarias antes de que llegara el SARS-CoV-2. 

"De la noche a la mañana nos dimos cuenta de la importancia de la salud mental", reflexiona Víctor Pérez Sola, quien suma su visión al documento al Especial Lecciones del Covid-19, impulsado por Redacción Médica, y donde los principales actores de todos los ámbitos analizan lo que ha supuesto esta pandemia que arrancó en marzo de 2020.

¿Qué balance hace de la gestión de la pandemia tras dos años del primer caso del coronavirus Covid-19 detectado en España?

Es el momento de estar orgulloso de todo lo hecho, tanto como ciudadanos como profesionales sanitarios. Nos hemos enfrentado a un reto que nadie podíamos imaginar ni en las peores pesadillas, y gracias al trabajo de todos estamos ahora este momento. Por desgracia, por el camino hemos pagado un duro precio y ha muerto mucha gente. Como sociedad y como sistema sanitario podemos estar orgullosos de como hemos superado lo ocurrido.

¿Cuáles cree usted que han sido los puntos más fuertes de la sanidad española a la hora de hacer frente a la pandemia? ¿Y los débiles?

Pese a que ha habido muchas quejas e inicialmente todos dijimos cómo puede pasar esto en lo que decimos que es la mejor sanidad del mundo. En nuestro país, dos años después, creo que tenemos un Sistema Nacional de Salud (SNS) muy resiliente y esto es gracias al aguante de sus profesionales sanitarios.


"Como sociedad y como sistema sanitario podemos estar orgullosos de cómo hemos superado lo más duro de la pandemia"



Lo más débil fue la cantidad de tiempo que tardamos en coordinarnos. No sabíamos a qué nos enfrentábamos y nos costó más tiempo del debido coordinarnos. Que Sanidad tuviera que tomar el mando de un sistema que está descentralizado… Teníamos que haber previsto unos mecanismos de coordinación que no teníamos bien implantados.

¿Queda España preparada para afrontar una nueva pandemia de cara al futuro?

Hemos aprendido mucho. Sin embargo, cuando venga la próxima pandemia no sabremos cómo funciona el virus y cuál es el mejor tratamiento. Para esto tendrán que pasar unos meses desde que aparezca. Nos podemos preparar, pero hay una serie de cosas que tiene que ver con la información que son inevitables.

¿Cree usted que la sexta ola será la última ‘gran ola’ de la pandemia?

No lo creo, pero si espero que la próxima esté más controlada y afecte menos a la sociedad que las olas previas. Ojalá me equivoque, pero me temo que no será la última ola. Este virus ha venido aquí para quedarse como otros como la gripe que ya tenemos asumidos.

¿Es el momento de gripalizar el Covid-19? ¿Cómo debe ser el seguimiento de la enfermedad llegado ese punto?

Sí, es el momento. El sistema con el que hemos manejado la pandemia nos ha dado mucha información, tenemos a los profesionales muy bien formados y tenemos unas vacunas que protegen a las personas en riesgo. Con la capacidad que tenemos en estos momentos no tenemos más remedio que poner en marcha a la  población y que se 'gripalice' el covid.


"Los efectos se han dado de forma inesperada, especialmente en la población más joven. Y estos no ha sido por el covid directamente, sino por las medidas que hemos tomado para controlarlo"



Pienso que en estos momentos tenemos una capacidad de información brutal y probablemente ya no necesitamos tanta información. Nos tenemos que plantear si la cuarentena es ya útil o no, y deberíamos empezar a tener información de la utilidad de todas las medidas que hemos tomado. Ahora me planteo si sirve de gran cosa el nivel de superficies que durante meses estuvimos aplicando.

¿Qué balance hace del efecto de la pandemia en la salud mental?

La pandemia ha generado consecuencias y las sigue haciendo hoy en día. Los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dicen que han aumentado un 25 por caso el número de depresiones y ansiedad. En número de pacientes esto es un auténtico despropósito. La Salud Mental está recibiendo ahora los impactos de la pandemia.

Además, curiosamente los efectos se han dado de forma inesperada, especialmente en la población más joven. Y estos no ha sido por el covid directamente, sino por las medidas que hemos tomado para controlarlo. Este aumento en jóvenes de sintomatología depresiva ansiosa, aumento de la conducta suicida o de trastorno de la conducta alimentaria ha afectado a gente que no le ha afectado el covid. Lo que le ha impactado es el aislamiento, el no poder ir al colegio o a la universidad, por eso es tan importante evaluar lo que hacemos. Es el momento de replantearnos la idoneidad y necesidad de lo que hemos hecho.

¿Considera que hemos dado prioridad a la salud mental a raíz de la pandemia?

Es como todo en la vida, uno no se da cuenta de lo importante que es algo hasta que no te pasa a ti o a los tuyos. En los primeros meses de la pandemia todos teníamos miedo de contagiarnos y llevar el virus a casa. La población general sufrimos insomnio, ansiedad y tristeza. Eso probablemente nos ayudó mucho a que socialmente, y sobre todo los que toman decisiones, se volvieran conscientes de que la salud mental es una de las prioridades en estos momentos.


"En estos momentos quienes no confíen en el SNS no es justo con él. Ha hecho un esfuerzo espectacular y ha aguantado lo que pensábamos que no podía aguantar"



¿Qué aprendizaje personal le deja a usted la pandemia del Covid-19?

Varios. Una de las lecciones es que hay muchísimas cosas que se pueden hacer por teléfono y no hacen falta tantas reuniones. Otra es que tener miedo no es de cobardes. Muchos tuvimos miedo y seguimos yendo a trabajar. También como colectivo hemos aprendido a confiar en los demás y que hay mucha gente que en los momentos malos no se esconde. En estos momentos quién no confíen en el SNS no es justo con él. Ha hecho un esfuerzo espectacular y ha aguantado lo que pensábamos que no podía aguantar.

Lo que me pregunto es quien va a pagar todo esto. Hemos consumido una serie de recursos que no teníamos previstos. Las crisis económicas son nefastas para la salud mental, solo faltaba la guerra. Todos sabemos que tarde o temprano vamos a tener que pagarlo.
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