Alfonso Castanera, especialista en Miranza IBO, señala que los controles sirven para detectar problemas de forma precoz

El inicio del curso, momento perfecto para la revisión ocular de los niños
Alfonso Castanera, oftalmólogo en Miranza IBO.


27 ago. 2020 20:30H
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El regreso a las clases de los más pequeños está a la vuelta de la esquina. Mientras las instituciones y los docentes debaten la mejor forma para organizar el próximo curso escolar, los oftalmólogos del grupo Miranza recuerdan la importancia de las revisiones oculares en niños y niñas para evitar dificultades añadidas al aprendizaje, tanto en clases presenciales como online.

El proceso de desarrollo y maduración del sistema visual no es definitivo hasta la adolescencia. Por ello, Alfonso Castanera, especialista en Oftalmología Pediátrica y estrabismo de Miranza IBO (Palma de Mallorca), afirma que los controles y exámenes periódicos en la infancia permiten detectar de forma precoz aquellas situaciones en las que este proceso madurativo se está apartando de los patrones normales, pudiendo así actuar para reconducir esta condición.

Desde las primeras evaluaciones, que deben hacerse en edad escolar y preescolar, se persigue la identificación de patologías oculares típicas en la infancia (como el ojo vago o el estrabismo), así como defectos de graduación (miopía, hipermetropía o astigmatismo), que pueden interferir en el aprendizaje al provocar visión borrosa a distintas distancias.


"La labor del oftalmólogo pediátrico consiste en identificar aquellos casos en los que es necesario iniciar tratamiento"


Se debe entender que, debido al menor tamaño del globo ocular en la infancia en comparación con la edad adulta, y el patrón de desarrollo visual pendiente de completar, existe un rango de valores de defectos de graduación que son fisiológicos o normales. “La labor del oftalmólogo pediátrico consiste en identificar aquellos casos, para cada grupo de edad, en los que es necesario iniciar un tratamiento”, continúa.

Existe una sintomatología que debe alertar sobre dificultades de visión en los niños, como pueden ser dolores frecuentes de cabeza, enrojecimiento o lagrimeo de los ojos, problemas para enfocar o seguir objetos con la mirada, entre muchos otros. Sin embargo, ante la ausencia de síntoma alguno también es recomendable mantener controles periódicos.

Desde Miranza IBO recuerdan que es conveniente, siempre que no haya ninguna patología base ni algún síntoma, hacer revisiones oftalmológicas una vez al año entre los 3 y 10 años y cada dos años para los jóvenes de 11 a 16 años. Además, también destacan la utilidad dehacer una exploración antes de cumplir el primer año.

Castanera aclara que conocer el estado visual del bebé ya en esas fechas, y especialmente si hay antecedentes familiares, permite programar con más eficiencia el ritmo de evaluaciones necesarias para asegurar su salud visual. Además, aunque algunosdefectos no puedan ser tratados todavía, es un buen punto de partida para poder tomar medidasen el momento adecuado e incluso para evitar otros trastornos secundarios.

Las pantallas, enemigas de la salud visual


El confinamiento y las restricciones que el Covid-19 han incrementado el número de horas frente a las pantallas y los niños no son una excepción, más aún si se implementan las clases online. La fatiga ocular, el escozor, el picor o el enrojecimiento son algunos de los síntomas relacionados con un exceso de exposición ante las pantallas, lo que puede conllevar que aparezcan o se agraven diferentes trastornos asociados a la actividad en visión próxima, como estrabismos y espasmos acomodativos o miopía.

Alfonso Castanera recomienda que se implanten horarios restringidos a los niños, con periodos de actividad de 20 a 30 minutos seguidos de descansos de 10 a 20 minutos. También es importante mantener una buena hidratación en la superficie ocular, utilizando colirios de lágrima artificial si es necesario, e ir corrigiendo el hábito de acercar demasiado la vista a las pantallas.

Asimismo, el especialista aconseja intensificar y favorecer actividades al aire libre y espacios abiertos, así como la práctica de deportes al aire libre para mejorar la salud visual y la salud en general.
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