Así lo han señalado en el I Curso sobre Obesidad y Mujer en el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz

La obesidad dificulta el embarazo y aumenta los riesgos en el parto
Rodrigo Orozco y Manuel Albi.


21 mar. 2018 11:30H
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POR REDACCIÓN
La obesidad es la enfermedad del siglo XXI, todo un problema de salud pública cuya prevalencia es cada vez mayor -de hecho, el imparable crecimiento de sus cifras de incidencia hace que empiece a hablarse de pandemia- y que, presentándose además asociada a una amplia variedad de otro tipo de problemas, influye de forma muy directa sobre la calidad de vida de quien la padece, repercutiendo negativamente en su salud. En el caso de la mujer, una de las repercusiones más directas es sobre su capacidad reproductiva y sobre los riesgos adicionales que asume durante la gestación y para sus hijos.

“A la hora de concebir, las mujeres obesas tienen mayores dificultades, una vez logrado el embarazo exigen mayor control”, en el momento del parto su situación “dificulta el procedimiento” y sus hijos están expuestos a un riesgo superior en términos metabólicos, entre otros ámbitos, explican Manuel Albi, jefe del Departamento de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, y Rodrigo Orozco, especialista del citado centro, ambos responsables de la organización del I Curso sobre Obesidad y Mujer, recientemente celebrado en este centro madrileño.

Un escenario que, a juicio del especialista, requiere un esfuerzo importante de concienciación, pero sobre todo, desde el punto de vista profesional, de formación para “poder ofrecer el mejor asesoramiento”, cambiar protocolos y forma de trabajar y aunar esfuerzos en pro de un “abordaje multidisciplinar que permita revertir esta situación para lograr un correcto control metabólico de la enfermedad”. “Conocer y reconocer a fondo la obesidad desde una visión respetuosa, conciliadora e integradora, aceptando el problema como tal sin discriminación, y trabajando en la dirección de mejorar la salud” es el gran reto para prevenir y poder tratar adecuadamente este problema, añade Albi.

En el alcance de esta meta -continúa Orozco-, “el mejor conocimiento del desarrollo embrionario y fetal, de la microbiota intestinal y de la epigenética ayudarán a ofrecer las mejores alternativas terapéuticas”, en paralelo a la implantación de unidades multidisciplinares para el abordaje conjunto de la obesidad.

Con ese objetivo se celebró el citado curso, al que asistieron cerca de 250 profesionales que analizaron las cifras de la obesidad en España, sus razones, su repercusión social y laboral, y sus efectos en la capacidad reproductiva de la mujer, todo ello desde diferentes puntos de vista y a través de distintas especialidades.
Para ello, nada mejor que empezar por el principio porque, como recuerda el jefe del Departamento de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz, “el embarazo es el punto de inicio de nuestro desarrollo metabólico, y el ambiente en el que crece y se desarrolla el feto influye durante el resto de su vida”, por lo que “el objetivo debe ser intentar llegar al embarazo en las mejores condiciones posibles de salud”.

Búsqueda del embarazo

Y es que “está científicamente demostrado que la obesidad disminuye la capacidad genésica, sobre todo cuando el Índice de Masa Corporal (IMC) es mayor de 30”, asegura Orozco, recordando que mantener elevado este indicador es también un importante factor de riesgo para sufrir otros problemas como enfermedades cardiovasculares, diabetes, trastornos del aparato locomotor y cáncer, principalmente de endometrio, mama, ovarios, hígado, vesícula biliar, riñones y colon.

La necesidad de aporte de ácido fólico es también mayor en las mujeres obesas que, si además requieren de ayuda para el embarazo con un tratamiento de reproducción asistida, ven también sus posibilidades de éxito con esta estrategia muy disminuidas respecto a las de una mujer con normopeso, debiendo seguir la medicación a emplear unos requisitos especiales más estrictos para un correcto control del ciclo.
Gestación y parto “de riesgo”

La obesidad o sobrepeso condiciona igualmente la siguiente fase, una vez logrado el embarazo: el control y desarrollo de la gestación, tanto para la madre como para el feto. En este sentido, la mujer, que sólo por su peso será considerada “de riesgo”, requerirá un control mayor y más multidisciplinar para minimizar riesgos y lograr un recién nacido sano. Así, tiene mayor riesgo de desarrollar diabetes mellitus gestacional, hipertensión gestacional, preeclampsia, macrosomía fetal o retraso del crecimiento intrauterino, lo que se suma a una mayor frecuencia de sufrir malformaciones fetales características de la obesidad que, adicionalmente, son más difíciles de diagnosticar porque el panículo adiposo en el organismo de la mujer con sobrepeso empeora la calidad de las imágenes ecográficas.


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