Esta es una de las principales causas de muerte accidental en niños de entre 5 y 14 años



25 jun. 2015 20:09H
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Redacción. Madrid
Hospitales Nisa, a través del Servicio de Daño Cerebral, ha lanzado una serie de recomendaciones para padres y cuidadores que no deben olvidar en verano, especialmente en materia de ahogamiento, ya que es una de las principales causas de muerte accidental en niños de entre 5 a 14 años en esos meses.

Carolina Colomer, del Servicio de Neurorrehabilitación, resalta que a estas cifras elevadísimas de víctimas, hay que añadir el número de personas que logra sobrevivir al ahogamiento y son hospitalizados con daño cerebral.

“La anoxia es la ausencia de aporte sanguíneo a los tejidos y después de más de tres minutos de duración puede causar daños cerebrales importantes. La gravedad de las lesiones provocadas dependerá del tiempo que el cerebro permanezca privado de oxígeno y de que la reducción del flujo sea total o parcial. En general, los síntomas secundarios a una lesión causada por falta de oxígeno son alteraciones del nivel de conciencia, alteraciones en las funciones cognitivas y en la movilidad. En este sentido, una prevención terciaria es fundamental dirigida al tratamiento y a la rehabilitación de los déficit que se hayan podido producir, con el objeto de mejorar al máximo la calidad de vida de los afectados”, explica.

Las estadísticas dicen que las lesiones cerebrales en la infancia se triplican durante el periodo estival, siendo los ahogamientos una de las principales causas. El exceso de confianza y las imprudencias, son dos de los principales factores de riesgo a evitar. Por eso, los profesionales de Hospitales Nisa apuntan que la clave está en la prevención ya que, en el caso de los niños, son solo necesarios 20 centímetros de agua y menos de tres minutos para que suceda una tragedia de esta índole.

Para concienciar a padres y cuidadores, el Servicio de Neurorrehabilitación de Hospitales Nisa recomienda las siguientes medidas de prevención: como extremar la vigilancia en los niños en todo momento cuando estén en el agua o jugando cerca de ella, incluso aunque lleven flotadores o manguitos, y no delegar esta responsabilidad en un niño, aunque sea más mayor. Además, piden explicarles a los niños las normas de seguridad y asegurarse de que la piscina cuenta con las medidas de seguridad adecuadas como socorrista o cercado perimetral para que los hijos pequeños no puedan acceder libremente.

Asimismo, propone bañarse en aguas habilitadas para el baño y vigiladas, así como seguir las indicaciones de los socorristas. También proponen prevenir el corte de digestión y No entrar bruscamente en el agua, sobre todo después de haber tomado el sol o de haber comido.

Salir del agua si se advierte algún síntoma extraño y tener cuidado con los resbalones en bordes de las piscinas y las zonas mojadas. El centro hospitalario pide no consumir alcohol antes del baño disminuyendo la capacidad de reacción ante un peligro y no propiciar conductas que puedan poner en riesgo nuestra salud, y tener mucho cuidado con las zambullidas. No te tirarse de cabeza en lugares de fondo desconocido, ya que puede producir una lesión (con riesgo de parálisis).

Por último, recordar siempre una rápida actuación de primeros auxilios para realizar la reanimación cardiopulmonar puede ser clave para salvar una vida. Pide auxilio a los socorristas, a otros bañistas en su ausencia y al 112 en casos de gravedad.

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