Javier Murillo, director general de SegurCaixa Adeslas, defiende reforzarlos de cara a futuras pandemias

"Los modelos de datos mejorarán la toma de decisiones en gestión sanitaria"
Javier Murillo, director general de SegurCaixa Adeslas.


5 jun. 2020 16:20H
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La pandemia de coronavirus Covid-19 ha dejado para la posteridad mucho dolor y sufrimiento, pero también importantes lecciones para hacer de nuestro Sistema Nacional de Salud una herramienta más fuerte de cara a futuras pandemias. Redacción Médica, en su búsqueda del conocimiento que ha dejado tras de sí la tragedia, ha impulsado el especial  'Lecciones del Covid-19 (qué ha aprendido el sector sanitario español ante la pandemia)'. Uno de los actores sanitarios que tiene más que decir tras esta lucha son las aseguradoras de salud. Es por ello que este diario ha contado con la visión de Javier Murillo, director general de SegurCaixa Adeslas, la mayor mutua sanitaria en cuanto a número de asegurados. 

Murillo defiende que mejorar los modelos de datos va a ser imprescindible para afrontar esta y futuras pandemias, ya que a través de esta tecnología será posible tomar decisiones sobre gestión sanitaria antes y de manera más adecuada. Por supuesto, considera que la colaboración público-privada en sanidad va a ser necesaria para vencer al enemigo común, el virus.

¿Cuáles son los aciertos y errores que considera que se han cometido durante esta crisis?


"El riesgo de pandemia se ha minusvalorado en los últimos años"


El riesgo de pandemia se ha minusvalorado en los últimos años. No ha estado entre las preocupaciones de los países occidentales y, cuando hemos tenido precedentes, la fortuna hizo que no alcanzase dimensiones mayores en nuestro entorno (SARS, MERS o Ébola). Frente a una crisis sanitaria de estas magnitudes o estás bien preparado para actuar, para tomar decisiones con anticipación de cara a reducir el impacto inicial y ganar tiempo, o la ola te lleva por delante. En plena sociedad de la información, en la era del dato, no hemos dispuesto de modelos de previsión, seguimiento y control que nos hayan permitido actuar con mayor celeridad y precisión.

Hubiera sido deseable anticipar necesidades de aprovisionamiento de material de protección y sanitario que luego ha sido muy complicado adquirir por la rotura de stocks. El resultado es que, con la virulencia de la enfermedad y su ensañamiento con los más vulnerables, los datos de mortalidad son muy elevados y ponen en cuestión las capacidades de nuestros sistemas de vigilancia epidemiológica y salud pública. Ante la falta de otras soluciones mejores, sólo la imposición de forma drástica del distanciamiento social, la protección personal y las medidas de higiene sirven para contener los contagios de un virus que se transmite fundamentalmente por vía respiratoria.

Lo mejor de lo vivido es la respuesta de nuestros profesionales sanitarios, otro de los colectivos más directamente impactados por la enfermedad, que han mostrado una vocación de servicio admirable y han luchado sin medios suficientes contra el virus poniendo en riesgo sus vidas.

Ante una crisis similar futura, ¿qué medidas deberían adoptarse ya de forma preventiva en cuanto a recursos humanos, recursos materiales, y gestión / organización?

La crisis supone muchos retos para el sistema sanitario. Obliga a diseñar nuevas estrategias que permitan hacer frente a futuras pandemias y a mejorar la gestión. La clave es la detección precoz para ganar tiempo actuando en las etapas tempranas de la transmisión, tener capacidad de trazar y aislar casos de contagiados y sospechosos, y evitar un crecimiento incontrolado de infectados que colapsen el sistema sanitario en los distintos niveles de atención.


"Lo mejor de lo vivido es la respuesta de nuestros profesionales sanitarios, que han mostrado una vocación de servicio admirable"


Hay que fortalecer y preparar al sistema para hacer frente a una demanda que puede crecer muy rápidamente si no se contiene eficazmente. Un sistema bien preparado ayudará tanto en las fases iniciales de contención, como en las de intervención directa. Debemos impulsar la reforma de la atención primaria, desarrollando y consolidando la atención a distancia, la vigilancia epidemiológica, el seguimiento de los casos y la atención a los colectivos más vulnerables. En todo esto debería haber un antes y un después de esta crisis.

Pero la preparación sólo se prioriza si se considera una pandemia como un riesgo probable y de elevado impacto. En caso contrario, por elevados que sean los recursos que se dediquen a sanidad, nadie garantiza que se dispongan los medios adecuados para mitigarla. Los países con experiencias previas de epidemias por infecciones respiratorias estaban mejor preparados y han respondido mejor a esta crisis.  

Una vez que la primera ola provocada por el Covid-19 está en descenso, vemos que ha dejado impactos sobre la población más vulnerable, sobre los profesionales sanitarios y sobre las propias organizaciones de la salud.

Necesitan recuperarse y adoptar las medidas necesarias para hacer frente, de manera segura, a las demandas sanitarias que se quedaron interrumpidas. A corto plazo, hay que reactivar la atención urgente no atendida a personas con otros problemas de salud, así como el seguimiento discontinuado a aquellas con enfermedades crónicas, incluyendo también las secuelas, al parecer no menores, de los afectados por la pandemia. Nuevamente, el trabajo conjunto del sector público y el privado se muestra cada vez más necesario.

¿Qué podría haber aportado su entorno empresarial sanitario que no haya podido hacer por la premura en el estallido de la crisis?


"Debemos impulsar la reforma de la Atención Primaria, desarrollando la atención a distancia, y la vigilancia epidemiológica"


De forma generalizada, todo el sector asegurador se ha comprometido en la resolución de la crisis sanitaria dando servicio a los afectados por Covid-19. Nosotros hemos puesto la salud de empleados, clientes y prestadores por delante de cualquier otra cuestión. Ante la situación excepcional y durante el estado de alarma, hemos atendido a los asegurados afectados por la pandemia desde el primer momento, garantizando que reciben la atención sanitaria que nos han demandado, dentro de nuestro cuadro médico.

En especial, el sector prestador sanitario privado ha actuado con responsabilidad y efectividad poniendo a disposición de la Sanidad Española, tal como se le ha demandado, todos sus medios asistenciales.

Adicionalmente, se han desplegado plataformas de atención a los pacientes confinados en sus domicilios. También hemos acelerado los procesos de atención no presencial y la digitalización de servicios sanitarios. Se han proporcionado los medios para habilitar consultas y prescripciones por teléfono y video con todo el cuadro médico, evitando desplazamientos y riesgos de contagio tanto para profesionales como para los propios pacientes. Asimismo, se han dotado fondos de apoyo para facilitar liquidez a los profesionales y prestadores hospitalarios afectados por la crisis del Covid-19. Creo que debemos estar orgullosos de todo ese trabajo realizado.

Es previsible que tengamos que convivir con el virus durante unos meses, y eso nos obliga a mantener el equilibrio adecuado entre el cuidado de la salud y la necesidad de reactivar la economía. Tendremos la oportunidad de demostrar con hechos si hemos sacado provecho de las lecciones que esta crisis nos ofrece. Lo que tengo claro es que para luchar contra esta u otras pandemias necesitaremos mejorar nuestros modelos de datos que nos ayuden a tomar decisiones de gestión sanitaria antes y mejor informadas.

Tengo claro es que para luchar contra esta u otras pandemias necesitaremos mejorar nuestros modelos de datos que nos ayuden a tomar decisiones de gestión sanitaria antes y mejor informadas.
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