El pódcast de Julián Ezquerra | Hablemos de lo importante

Para inaugurar el nuevo curso escolar y dar por terminadas las vacaciones de verano, el médico Julián Ezquerra analiza los principales problemas que arrastra el Sistema Nacional de Salud (SNS), que no apuntan a cambios tras los resultados electorales del 23 de julio. Ante la "profunda tristeza" que le evoca la situación sanitaria, aprovecha este episodio del pódcast 'Desde mi atalaya' para denunciar con sátira e ironía la realidad a la que se enfrentan diariamente sus compañeros de profesión y él mismo, una vez jubilado, como paciente.



La incertidumbre parlamentaria que arrojaban las pasadas elecciones poco o nada beneficia a los facultativos en opinión de Ezquerra, ya que los intereses políticos y administrativos priman por encima de cualquier otra materia para los organismos gestores y gubernamentales. Para ilustrarlo, el experto recrea tres situaciones cotidianas en las paredes de cualquier hospital o centro de salud, que tal y como prevé seguirán produciéndose largo y tendido durante los próximos años.

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En primer lugar alude a las listas de espera y a la posible tesitura en la que se encuentra un paciente cuya cirugía posponen por falta de tiempo. Al hablar con su cirujano, el enfermo descubre que tendrá que convivir con sus dolores varios meses salvo que el diagnóstico se complique y necesite ser intervenido de urgencia.

Falta de recursos económicos, materiales y humanos en el SNS

Como segundo problema troncal, Ezquerra expone la falta de estabillidad de los recursos humanos y las condiciones laborales con las que conviven los profesionales sanitarios. Las guardias de 24 horas, la temporalidad de los contratos o las oportunidades en el extranjero son, en opinión del médico de Familia, mucho más preocupantes que la cifra de profesionales formados en España y los principales causantes del déficit en las plantillas.

Por último, el sanitario reclama una inyección presupuestaria en la renovación de los materiales y equipos sanitarios de cara a una agilización de los procesos y una mejor atención. Pero en su opinión, estos problemas solo cambiarán cuando toda la profesión médica se movilice, ya que hasta entonces las administraciones confían en la vocación de los facultativos para posponer todas las inversiones económicas pertinentes.