Antecede a la intervención en el quirófano

La cirugía deja de ser imprescindible para reparar el labio leporino
Esta malformación es corregible si se combina la ortopedia con la cirugía.


2 feb. 2017 11:30H
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POR REDACCIÓN
El equipo de la Unidad de Cirugía Oral y Maxilofacial Pediátrica del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona ha comenzado a aplicar, por primera vez en España, una nueva técnica de ortopedia maxilar funcional y modelaje nasoalveolar (NAM) para tratar a los bebés afectados de labio leporino.

Esta nueva técnica se aplica mediante la inserción de una placa de material acrílico en la boca de los bebés desde su primera semana de vida, para orientar el crecimiento del labio y del paladar, lo que reduce el espacio provocado por la fisura labiopalatina, de forma previa a la cirugía a la que deberá someterse más adelante.

Fuentes del Vall d'Hebron han informado de que se trata de hacer un seguimiento integral del menor y de sus familias, gracias al trabajo de un equipo multidisciplinar integrado por obstetras, neonatólogos y pediatras, personal de Enfermería, cirujanos maxilofaciales, otorrinolaringólogos, foniatras, logopedas y anestesiólogos.

También participan en este equipo profesionales del Área de Genética, de la Unidad del Sueño del hospital y de Diagnóstico por la Imagen, además de Adriana Agell, experta en Ortodoncia Quirúrgica y Ortopedia Dentofacial para pacientes con malformaciones faciales complejas.

Por su parte, Montserrat Munill, jefe de la Unidad de Cirugía Maxilofacial Pediátrica, ha considerado que la nueva técnica disminuye la severidad de la fisura y facilita la cirugía reconstructiva “perfeccionando la estética del labio y de la nariz, así como los resultados funcionales en la zona del paladar”, y esto reduce el riesgo de presentar alteraciones en el habla.

Por su parte, Nicolás Serra, adjunto del mismo Servicio, ha asegurado que se trata de una técnica que “modula el crecimiento” de toda la zona de la boca de los bebés afectados.

Una placa guía el crecimiento del paladar

En una primera fase, se aplica una pequeña placa de acrílico, que se cambia cada mes para adaptarla a la anatomía del bebé.

Esta placa guía el crecimiento del paladar, acercando los dos lados de la fisura y, en una segunda fase, se le añade un conformador nasal que sirve para que la nariz del paciente se vaya enderezando y crezca de forma correcta.

Una de las novedades aplicadas en Vall d'Hebron es que el procedimiento para elaborar y adaptar la placa se hace, de forma íntegra, en la misma consulta del médico.

Con esta nueva técnica, el tratamiento de los bebés nacidos con fisura labiopalatina se inicia desde la primera semana después del nacimiento y, a los seis meses, se somete a una primera intervención quirúrgica para reconstruir el labio y la nariz.

Los especialistas, que ya aplican este nuevo tratamiento desde el pasado mes de julio, también han constatado que se mejora la alimentación de los recién nacidos y se reduce la ansiedad de los padres, al recibir atención y seguimiento en los primeros meses de vida de sus hijos.
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