El perclorato, presente en el agua o la leche, reduce la absorción de yodo desde la sangre hacia la tiroides

La alta exposición a un contaminante cotidiano afecta al cerebro del feto
El contaminante se encuentra en algo tan cotidiano como el agua.


7 nov. 2017 11:50H
SE LEE EN 2 minutos
POR REDACCIÓN
Las mujeres embarazadas expuestas a niveles más altos de perclorato, un contaminante ambiental común, presentan niveles más bajos de una hormona tiroidea crucial para el desarrollo normal del cerebro fetal, según un estudio presentado en la conferencia anual de la Sociedad de Endocrinología en Harrogate (Inglaterra).

Estos hallazgos sugieren que la exposición a esta sustancia química común debe reducirse al mínimo en las mujeres gestantes para prevenir posibles anomalías del desarrollo neurológico en los niños.

El perclorato se encuentra en el agua, la leche, algunos alimentos y productos químicos cotidianos, incluidos los fertilizantes y los airbags. Se sabe que reduce la absorción de yodo desde la sangre hacia la tiroides, donde se necesita yodo para producir la hormona tiroidea T4. Dado que ésta es esencial para el desarrollo normal del cerebro fetal, la exposición a la misma podría disminuir los niveles de la hormona tiroidea materna, lo que puede llevar a defectos de desarrollo cerebral en los bebés.

Para analizar este impacto, los científicos midieron los niveles de perclorato en las muestras de orina y los niveles de la hormona tiroidea en muestras de sangre de mujeres embarazadas sanas, con lo que encontró que los niveles más altos se vincularon con niveles más bajos de hormonas tiroideas.

En palabras del principal autor, Bijay Vaidya, "este estudio se suma a la creciente evidencia de que la exposición al contaminante ambiental, el perclorato, está muy extendida y puede tener consecuencias perjudiciales para la salud".

Iniciativas de salud pública para su reducción

Aunque se requieren más trabajos para confirmar que la exposición al perclorato en mujeres embarazadas puede alterar el desarrollo neurológico en la descendencia, estos hallazgos evidencian que se deben implementar iniciativas de salud pública para reducir la exposición al perclorato, particularmente en colectivos vulnerables, como las mujeres embarazadas. Además, los posibles impactos en la salud de la exposición al perclorato en la población sana siguen siendo inciertos y también deberían investigarse.

Según especialista, "estos hallazgos son importantes porque sabemos que los niveles óptimos de la hormona tiroidea durante el embarazo son esenciales para el desarrollo normal del cerebro fetal y este trabajo demuestra que este contaminante común puede afectar negativamente el desarrollo cerebral en los niños".
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.