Ana Fernández, psicóloga clínica y coordinadora de Psicoarte.
"It’s me, hi, I’m the problem, it’s me", entona
Taylor Swift. Dos versos con los que abre el estribillo de 'Antihero', pero también las puertas de su estado emocional en 2022. Y es que la estadounidense acostumbra a compartir su existencia a través de sus letras. En muchas ocasiones, para exponer rupturas o guerras en el mundo del entretenimiento, pero también para abordar como su propia historia incide en su salud mental y la forma en la que afronta episodios de depresión, ansiedad o trastornos alimenticios. Un relato vital que podría ayudar al bienestar psicológico de sus seguidores, que encuentran en su obra la vía para procesar este tipo de males, según un artículo de investigadores de la Universidad de Vermont. Un texto científico que puntualiza que
la cultura y el arte pueden ser aliados importantes dentro del proceso asistencial. Una conclusión que poco a poco cala en España, especialmente en
Psicología.
"Seguro que hay gente a la que escuchar a Taylor Swift le ayuda", ha destacado la psicóloga clínica, Ana Fernández, a Redacción Médica. Esta profesional también es coordinadora del grupo de Psicología y Artes Audiovisuales y Escénicas (Psicoarte) del
Colegio Oficial de Psicología de Madrid, donde los productos culturales vuelven a convertirse en ayuda al tratamiento de la salud mental, a la vez que ayudan a distintos creadores con sus propios problemas.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS),
el arte y la participación cultural pueden fomentar hábitos saludables, apoyar al tratamiento de patologías crónicas, contribuir al bienestar emocional y favorecer el envejecimiento activo y la integración social. Sin embargo, todavía hay sectores del ámbito sanitario que son reacios a su inclusión en el propio proceso asistencial. Un error para Fernández. "La intervención artística es
un buen complemento tanto para el tratamiento biomédico como el psicológico", ha puntualizado.
"La intervención artística es un buen complemento tanto para el tratamiento biomédico como el psicológico"
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Así, los psicólogos recomiendan cada vez más el visionado películas, que pueden convertirse en
punto de partida para hablar de emociones, dolor o traumas vividos. También abogar por escuchar música, dibujar o bailar como forma de canalizar sus miedos o euforia. "Cualquier corriente artística ayuda a legitimar la propia experiencia y empezar a abordar momentos complicados de la vida", ha destacado Fernández.
Introducción de la cultura en el SNS
De momento, las acciones de asistencia relacionadas con la expresión artística proceden de asociaciones o entidades del mundo de la cultura. Sin embargo, la conexión entre ambos mundos se reforzará, a raíz del
acuerdo suscrito entre los Ministerios de Sanidad y Cultura. Y es que ambas instituciones coordinarán sus acciones para fomentar la integración de la cultura en la atención a pacientes. Se trata de una validación de los beneficios de este tipo de manifestaciones en la prevención de patologías, la mejora de la salud mental, el alivio del sufrimiento emocional y la cohesión comunitaria.
"Este ayudará a convencer desde el plano institucional a los escépticos que quedan", ha destacado la psicóloga clínica. De momento, la actuación interministerial se centrará en la cooperación en el campo de la salud mental, la prescripción cultural en Atención Primaria, la difusión de buenas prácticas, la creación de campañas de sensibilización y la formación interdisciplinar en artes y salud.
Este último punto pretende la creación de profesionales híbridos en el Sistema Nacional de Salud (SNS). De momento, en España,
existen pocas iniciativas formativas que relacionen estos mundos. Una de ellas la ofrece Psicoarte, a través de la relación entre la
Psicología, el cine y el teatro.
Acompañamiento del tratamiento y con presencia del sanitario
Fernández apuesta por acabar con el hermetismo de los hospitales e incorporar más actividades culturales para los ingresados. Por ejemplo, talleres de cerámica, con el objetivo de impulsar la expresión personal. Eso sí, la psicóloga ha insistido que cualquier iniciativa de tipo cultural en el SNS
debe estar encabezada por un sanitario. Y es que este tipo de propuestas buscan ayudar al paciente frente a una determinada patología. "Se trata de una maravillosa herramienta, pero siempre insistimos en que tiene que estar en manos de profesionales de la salud que conozcan las circunstancias de cada paciente", ha afirmado.
"Se trata de una maravillosa herramienta, pero siempre insistimos en que tienen que estar en manos de profesionales de la salud"
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Además, la psicóloga también ha puntualizado que el empleo de productos culturales en el proceso asistencia es un complemento y
jamás sustituye al propio ejercicio del profesional. "Es una ayuda, pero hay que recordar que solo escuchar música no va a resolver el problema que padece el paciente", ha aseverado la psicóloga clínica. Taylor Swift no va a paliar una
depresión por cantar sobre ella. Pero, tal vez puede abrir el camino hacia su posible desaparición.
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