El Consejo General de Colegios de Veterinarios solicitará a Sanidad que replantee el modelo de formación especializado

El MIR de Veterinaria: dos especialidades de cinco años
El presidente del Consejo General de Colegios de Veterinarios, Juan José Badiola.


11 feb. 2017 18:50H
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POR JOSÉ A. PUGLISI
Los veterinarios quieren su propio MIR. El presidente del Consejo General de Colegios de Veterinarios, Juan José Badiola, ha asegurado a Redacción Médica que “estamos en el momento idóneo para repensar el modelo de formación sanitaria especializada”. De ahí que ponga sobre la mesa la incorporación de los veterinarios a los sistemas de las residencias, específicamente a través de dos especialidades que podrán “durar cuatro o cinco años, según se considere oportuno a partir del programa de competencias”, indica.

La primera especialidad que solicitan es la de Salud Pública, una iniciativa que, incluso, ha contado con el respaldo de la Asociación de Residentes de Medicina Preventiva y Salud Pública (ARES). Sin embargo, Badiola es consciente de que la elaboración de la disciplina requerirá de otros procesos como la acreditación de unidades docentes y de tutores, siendo fundamentales para el buen funcionamiento de la disciplina.

El presidente del Consejo General de Colegios de Veterinarios no descarta la opción de aprovechar los recursos del MIR, compartiendo la residencia de la especialidad de Medicina Preventiva y Salud Pública entre médicos y veterinarios. “Existen muchas especialidades que son multidisciplinares y que podrán contar con la participación de los veterinarios, como es el caso de, por ejemplo, Inmunología, Análisis Clínicos, y Microbiología. No olvidemos que hay más de 300 enfermedades que comparten los humanos y animales”, sentencia.

Otras de las especialidades anheladas son la destinada al cuidado de animales durante la etapa de experimentación. “Actualmente, hay entre 60 y 80 profesionales que trabajan en esta área y que son fundamentales para garantizar que los animales usados en ensayos estén en pleno estado de salud y no fallezcan durante la etapa de estudio por motivos ajenos a la investigación, pudiendo afectar la fidelidad de los resultados”, ha adelantado. En esta línea, recalca la importancia de ambas especialidades al margen de la implementación de la troncalidad.

Control de númerus clausus

La creación de especialidades no son los únicos cambios solicitados en el modelo de formación veterinaria. “Hay un exceso en el número de facultades de Veterinaria en España. Mientras que en países como Alemania, Francia e Italia oscilan entre las cuatro y seis titulaciones, nosotros tenemos un total de 13”, indica Badiola. Por eso considera necesario la necesidad de valorar un recorte en los númerus clausus, “llegando a un máximo, por ejemplo, de seis facultades”.

En este sentido, aplaude algunas de las medidas tomadas por el Gobierno de Italia. “Desde la administración se limitó el número de plazas para las próximas convocatorias, lo que obligó a que todas las universidades del país tuvieran que sentarse a negociar para repartirse la oferta académica”. Un modelo que no le parece disparatado utilizar en España. “Además, los italianos han asegurado que todas las facultades que no estén acreditadas en 2020 serán cerradas. Ha sido su fórmula para luchar contra el exceso de estudiantes de Veterinaria”, sentencia.
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