La acción de IGF1R evita que el organismo reconozca a los tumores como tejidos extraños y los ataque

Una proteína favorece la implantación de las metástasis en el pulmón
García Pichel dirige el Grupo de Investigación de Cáncer de Pulmón y Enfermedades Respiratorias en el Cibir.


21 jul. 2022 9:00H
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Una investigación realizada por el Centro de Investigación Biomédica de La Rioja (Cibir) afirma que la proteína denominada IGF1R favorece la implantación y la progresión de las metástasis en el pulmón. Tras realizar varias investigaciones en ratones, José García Pichel, jefe del Grupo de investigación y director de este trabajo, afirma en Redacción Médica que “la relevancia del estudio es la importancia de este receptor en la parte no tumoral. Si la eliminamos, se llega a reducir el crecimiento y el tamaño de los tumores metastásicos”. Esta información llega a abrir la puerta a nuevos y esperanzadores tratamientos de inmunoterapia en el futuro.

En los últimos años varias publicaciones ya habían hecho referencia a la importancia de IGF1R en cáncer de mama o de páncreas, y este estudio, publicado en la revista Oncogene, ha demostrado su protagonismo en el cáncer de pulmón. “Si no existe esta señalización, hay menos crecimiento tumoral y, por lo tanto, menos establecimiento de la metástasis”, afirma García.


"Si no existe señalización, hay menos crecimiento tumoral"



La investigación no solamente ha contado con la experimentación en ratones, sino que también se han realizado estudios en muestras de varios pacientes. “Vemos que en el suero el receptor circula también en mayor medida en los cánceres de pulmón que en los pacientes normales. Muchos de estos componentes pueden ser buenos biomarcadores para ahora seleccionar pacientes y dar una terapia dirigida al receptor”, concreta el especialista.

Tras señalar que la señalización con el receptor es importante, García afirma que el siguiente paso es saber “qué ocurre con las proteínas que contienen IGF1R, cómo están en los tumores y cómo responden a las terapias, sobre todo a la quimioterapia. Queremos valorar la expresión de estos componentes de pacientes para seleccionarlos a la hora de realizar terapias dirigidas, dando protagonismo a la inmunoterapia, la gran esperanza en cáncer de pulmón”.

El efecto de los linfocitos T frente al tumor


Una hipótesis de trabajo que los investigadores valoran abordar en el futuro está relacionada con los linfocitos T, responsables del control inmune del tumor. “Los tumores tienen un punto de control inmune, provocando que el sistema inmune del organismo no reconozca el sistema tumoral. Mi impresión es que los linfocitos también controlan este punto de control. Si reducimos esta señalización, favorecería que el propio organismo desbloquease este punto de control de los tumores para que las defensas del organismo luchen contra el tumor. Hay una gran vía de estudio por avanzar”, describe García.

La inmunoterapia ha sido una brecha de esperanza para luchar contra el cáncer de pulmón, aunque sigue habiendo una parte importante de los pacientes que no responden bien al tratamiento. “Si somos capaces de usar los biomarcadores adecuados a través de IGF1R podremos seleccionar pacientes candidatos a nuevas terapias”, concluye el investigador principal del estudio.
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