Los científicos del CNIO han hallado las causas de esta comorbilidad

La disfunción mitocondrial, detrás del riesgo de glioblastoma en alzhéimer


3 jul. 2017 12:40H
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POR REDACCIÓN
Científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) han analizado las bases moleculares de la comorbilidad entre el alzhéimer y el glioblastoma, un subtipo de cáncer cerebral, y han visto que la disfunción mitocondrial es clave para que los pacientes con demencia tengan más riesgo de desarrollar estos tumores.

Un estudio previo de dicho centro de investigación publicado en 2014 demostró que los genes sobreexpresados en enfermedades del sistema nervioso central (alzhéimer, párkinson y esquizofrenia) se encontraban subexpresados en cáncer (pulmón, colon y próstata) y viceversa. Entender las bases moleculares de estos procesos aporta información importante tanto para el estudio de la causas de cada enfermedad como para el diseño posibles nuevas estrategias terapéuticas.

El trabajo presentado ahora en la revista Scientific Reports profundiza en la relación entre la enfermedad de Alzheimer y tumores cerebrales (glioblastoma en particular), utilizando datos de cáncer de pulmón como referencia y aplicando una nueva metodología metaanalítica explícitamente desarrollada para este caso.

“El análisis del glioblastoma, que tiene una comorbilidad directa con el alzhéimer y que, además, se origina en el mismo órgano, nos ha permitido entender mejor las relaciones moleculares de comorbilidad entre alzhéimer y cáncer, y eliminar sesgos tejido-dependientes”, ha explicado Jon Sánchez-Valle, primer autor del trabajo.

Más de mil pacientes analizados

Los análisis, realizados con más de mil muestras de pacientes con las citadas enfermedades, han identificado 198 genes cuya función está alterada de forma significativa en las tres. De ellos, 112 presentaban un patrón similar en enfermedad de Alzheimer y glioblastoma, y el patrón opuesto en cáncer de pulmón.

Al comparar los procesos biológicos alterados por la desregulación de estos genes, los autores confirman que la disfunción mitocondrial juega un papel fundamental en el desarrollo del alzhéimer y también podría provocar un aumento del riesgo de aparición de tumores cerebrales en los pacientes con alzhéimer, como consecuencia del establecimiento de un estado inflamatorio crónico en el cerebro.

La disminución del aporte energético y la generación de especies reactivas de oxígeno (ROS) por la alteración de la función mitocondrial estarían a su vez relacionadas con la protección frente al cáncer de pulmón en pacientes de alzhéimer.

Estos resultados, señalan los autores, podrían ayudar en la búsqueda de nuevos usos para fármacos ya existentes y de nuevas combinaciones terapéuticas para el tratamiento de estas enfermedades basándose en información genómica paciente específica.
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