Sara García, que lidera un proyecto sobre nuevos fármacos, forma parte de la nueva promoción de astronautas de la ESA

Del CNIO al espacio: "Mi misión es traer la ciencia espacial a la sociedad"
Sara García, investigadora del cáncer en el CNIO y astronauta de la ESA.


30 nov. 2022 8:00H
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Sara García es investigadora centrada en el estudio del cáncer. Jamás se imaginó pertenecer a la Agencia Espacial Europea (ESA), pero ha sido una de las 17 personas seleccionadas que formarán parte de la nueva promoción de astronautas, en el grupo de reserva, tras una convocatoria en la que se presentaron 22.500 solicitudes. “Sí que lo soñé cuando era niña, explorar el espacio y ser astronauta, pero no me lo planteé”, explica. Además, este acontecimiento supone un hito: tras tres décadas, España vuelve a contar con dos astronautas en la ESA, García y el ingeniero Pablo Álvarez.
          
Esta leonesa de 33 años estudió Biotecnología en su ciudad natal. Desde “el minuto uno” en el que comenzó a oír sobre biología molecular del cáncer le llamó la atención y supo que quería dedicarse a ello, pues son “un conjunto de enfermedades tremendamente complejas y hay mucho que investigar”. Posteriormente, tras realizar un máster, hizo su tesis doctoral en el Centro del Cáncer de Salamanca, centrada en terapias dirigidas en cáncer de mama y de ovario.

Actualmente, es investigadora del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIO), donde lidera un proyecto de descubrimiento de nuevos fármacos para tratar, en esta ocasión, el cáncer de pulmón y de páncreas.

¿En qué consiste su investigación actual?

Estoy liderando un proyecto de descubrimiento de nuevos fármacos para tratar el cáncer de pulmón y de páncreas con mutaciones en el oncogen Kras. En el laboratorio de Mariano Barbacid se hizo un gran descubrimiento recientemente: hay una proteína que se denomina RAF1 que cuando la eliminaban de modelos genéticos en modelos de ratón modificados genéticamente que tenían cáncer de pulmón, sus tumores se hacían más pequeños. Pero en un ser humano no puedes eliminar genéticamente un gen, hay que buscar fármacos que hagan ese efecto de degradar esa proteína. Mi investigación comenzó con intentar aislar esa proteína y entender cómo es su estructura para saber por dónde la podemos atacar. Durante estos años estuve en un proyecto para intentar purificar esa proteína y resolver su estructura atómica. Era algo que se llevaba intentando 30 años y lo hemos conseguido en el equipo, y se ha publicado recientemente en Molecular cell. Eso nos ha dado las pistas que necesitábamos sobre cuáles son los siguientes pasos, cómo podemos
degradar esa proteína y estamos intentando desarrollar un fármaco.


¿Cómo ha cambiado la investigación del cáncer desde que usted comenzó?

La tecnología, que es lo que utilizamos los investigadores para hacer nuestros experimentos, va mejorando, lo cual aligera los tiempos y facilita las cosas; surgen tecnologías más sofisticadas de secuenciación, toda la integración de la bioinformática... Y cada vez hay más datos, más publicaciones, lo que hace que los cimientos sobre los que basas tu siguiente investigación sean cada vez más sólidos y más amplios.

"Haberme quedado en reserva no me supone una decepción porque me permite seguir con mi proyecto"




¿Hacia dónde cree que va ahora la investigación?

Creo que la medicina personalizada y la medicina de precisión está sometida a grandísimas mejoras y creo que es un camino que va a seguir mejorando muchísimo. Al final, dos pacientes con la misma patología pueden responder de manera radicalmente distinta por el tipo de vida que han llevado, por otras posibles enfermedades, incluso por el estado psicológico de una persona puede acabar influyendo. Hay que evaluar quizá cada caso con toda la información para dar el mejor tratamiento a ese paciente.

Sería también muy interesante mejorar en diagnóstico precoz, hacer un diagnóstico a tiempo, de tal manera que simplemente con una cirugía se extirpe el problema principal, que suele ser el tumor, que no haya metástasis y a lo mejor algún tipo de terapia para asegurarse que no hay nada más. Se está haciendo mucho avance en temas de diagnóstico. Sabemos que ha habido un boom con la inmunoterapia y desde luego está teniendo muy buenos casos. Pero no todos los pacientes tienen porqué responder igual. Para mí, la clave es la medicina de precisión.

¿Se puede compaginar el seguir investigando el cáncer en el CNIO con el proyecto de la ESA?

Esa es mi intención. En parte, haberme quedado en reserva no me supone una decepción porque me permite seguir con mi proyecto, que me apasiona, seguir formando a mis estudiantes... Puede que me falten algunos días, porque tengo también otra labor para con la ESA de ser embajadora, de enseñar a la gente cómo está creciendo el sector espacial y cómo puede beneficiar a toda la sociedad. Mi compromiso con la ESA es de mantener mi condición médica, recibir una formación de una o dos semanas anuales y luego actos puntuales, ya sean de divulgación - que eso se compagina también con mi divulgación en cáncer -, pequeñas misiones o ser yo misma sujeto para pruebas médicas en el centro de astronautas de Colonia. Eso supondría unos 20-30 días al año, entonces puedo compaginar las dos cosas.

¿Qué le motivó para mandar la solicitud para formar parte del equipo de la ESA?

Me pareció el cúmulo perfecto de lo que yo siempre había soñado en un trabajo. Estamos hablando de desarrollar experimentos científicos, responder a las grandes preguntas que siempre se ha hecho el ser humano con la idea de trasladar el beneficio de esa investigación y esa exploración a toda la sociedad en la Tierra. Todo eso rodeado con desarrollo tecnológico y toda la industria y la comercialización y los puestos de trabajo que eso implica. Hacer divulgación, inspirar a las jóvenes generaciones a desarrollar carreras científicas, dar soporte a misiones, el entrenamiento, toda la formación de ingeniería… Más, por supuesto, la guinda del pastel: irse al espacio en un vuelo espacial. Es la ciencia de mayor excelencia en un ambiente multicultural, rodeado de aventura.

"La ciencia de la ESA es la de mayor excelencia en un ambiente multicultural, rodeado de aventura"




En alguna ocasión usted ha comentado que desde la ESA se han abierto los perfiles para poder unirse a sus proyectos, ¿qué puede aportar una científica centrada en el estudio del cáncer a un proyecto como este?

Como científica centrada en el cáncer, y como prácticamente cualquier científico, todos los días me enfrento a miles de problemas. He hecho de solucionar problemas mi día a día. Entonces, mantener la calma, analizar, gestionar una cantidad ingente de datos, que es otra de las cosas que ellos piden en un astronauta, es parte de mi trabajo. Ser capaz de manejar el riesgo: yo trabajo en un laboratorio científico donde tienes que tener mucha cautela, donde hay reactivos químicos, puede ser que trabaje con animales, con muestras humanas… Todo eso implica un manejo de la situación muy sólida y tienes que seguir protocolos de manera muy controlada. Todo eso se pide en un astronauta. La capacidad de diseñar y de ejecutar experimentos científicos, que es lo que hacen los astronautas en la Estación Espacial Internacional, llevo 12 años haciéndolo. Soy capaz de operar maquinaria, de ejecutar ese tipo de experimentos. Al final mi formación de Biotecnología me vale para este tipo de cosas.

¿Qué cree que le puede aportar esta experiencia a usted como científica?

Desde el punto de vista de científica, sí que se podría hacer colaboraciones. Incluso desde mi propia investigación, aislar la estructura, analizar y determinar la estructura atómica de la proteína, si por ejemplo lo hubiera hecho en microgravedad, lo hubiera tenido mucho más fácil para cristalizar la proteína. Hay muchas partes que se desarrollan en microgravedad que suponen una serie de ventajas. No te imaginas la cantidad de ciencia que se hace en la Estación Espacial Internacional y la inmensa mayoría de las que van con Ciencias de la Salud. Como científica, formar parte de ese proyecto y luego ver como ese conocimiento se traslada en aplicaciones que acaban en nuestra sociedad es mi objetivo, es mi misión.
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