Víricö

Una desgarradora historia sobre los sentimientos al comunicar un fallecimiento se topa con la protección de datos

La muerte de un paciente que se vuelve en contra del médico que la cuenta
Comentario compartido con el médico.


11 may. 2019 17:30H
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La normativa aprobada casi a finales de 2018 sobre protección de datos y la calidad de información superprotegida que ostentan los datos sanitarios han generado no pocas polémicas en los últimos meses. La obligación de no difundir ningún detalle que pueda identificar a un paciente es algo aprendido por los profesionales sanitarios, pese a que en ocasiones se cometen errores. Por lo tanto, ¿dónde está el límite para juzgarlo?

En medio de una polémica de este calibre se ha visto envuelto un médico intensivista del Hospital Universitario Virgen de las Nieves, según consta en su biografía en la red social Twitter, donde la impotencia y tristeza por la pérdida de un paciente le han llevado a publicar un comentario en su perfil donde lamenta lo ocurrido. El problema es que lo hace acompañando sus palabras de dos imágenes. 

"Comprendo tu emoción pero no comparto que publiques las fotos"



"24 años y lo hemos perdido... Su padre nos toca el pijama y dice '¿es sangre suya, verdad...?'. Se lleva los dedos a sus labios, y nos da las gracias por haberlo intentado... Dolor...", escribe acompañando al hashtag #UCIprofesionalesquecuidamos y mencionando también a la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (Semicyuc), la Sociedad Española de Enfermería Intensiva y Unidades Coronarias (Seeiuc) y la Sociedad Andaluza de Medicina intensiva y Unidades Coronarias (Samiuc). 

Rápidamente el comentario obtiene numerosas respuestas criticando la actitud del intensivista. "Comprendo tu emoción pero no comparto que publiques las fotos. Es el escenario de un doloroso desenlace que pide privacidad y roza la línea roja de la confidencialidad", afirma una médica de Familia, que propone la opción de que Twitter configure una versión sanitaria. 

Hay "muchos datos" y las fotos "son desafortunadas"


"Estimado compañero, comprendo tu necesidad de compartir, pero en esas imágenes hay datos, muchos datos que permiten sin ningún género de dudas poner en conocimiento de la gente la identidad del fallecido, y lo que es más grave, el escenario de sus últimos momentos", escribe una médica internista. 

En la misma línea se manifiesta la médica e ilustradora Mónica Lalanda, que comenta que "con toda mi empatía hacia tu pena y todo el respeto a tu trabajo, y entendiendo bien lo que se siente porque te desgarra (lo he vivido tantas veces...) perdóname, pero creo que los detalles de ese tweet y esas fotos son desafortunados a varios niveles". 

El Intensivista del Hospital Virgen de las Nieves pregunta a quienes le hacen estos reproches qué datos está aportando, y un residente de Medicina Interna le da la clave. "Desgarradora historia, pero opino que quizás en una red social 100 por cien pública y abierta el nivel de detalle y en especial las imágenes pueden no ser lo más adecuado (y hasta peligrosas). Con los datos (sexo, edad, hospital y servicio) podría ser posiblemente identificado el paciente por familiares o terceros. No figura si se pidió CI. Puede dar la impresión a pacientes de que escenas igual de íntimas o escabrosas suyas podrían acabar en RRSS (A mí no me gustaría). 

El autor no entiende dónde está el problema con su tuit


Es entonces cuando el autor del controvertido mensaje inicial matiza que "el paciente no sale en ningún momento, el hospital tampoco. De hecho, la sangre ni siquiera es de él, gotea desde el concentrado de hematíes que está colgado", pero el residente explica que el hospital se puede deducir de los datos que tiene puestos en su biografía en Twitter, y que los logos que se ven en algunos productos sanitarios de la foto compartida también permiten identificar el Servicio. "Aunque no salga físicamente el paciente, hay veces que este puede ser potencialmente identificable por datos indirectos", escribe añadiendo dos imágenes sobre normativa y legislación. 

"Si yo pierdo un hijo no quisiera que nadie relate lo ocurrido ni mi reacción en redes sociales y mucho menos que muestre sangre de él. ¿Dónde queda la ética y el respeto?"



En ellas, puede verse un artículo 64 del Código de Deontología Médica que recoge que el profesional "no podrá emplear en las publicaciones científicas o escritas, orales o visuales, ningún dato que permita la identificación del paciente. Cuando no pueda obviar esta posibilidad de identificación, el médico deberá disponer del consentimiento explícito del interesado o de su representante legal. Se considera que una persona puede ser identificada directa o indirectamente mediante números personales u otros elementos específicos característicos de su identidad física, fisiológica, psíquica, económica, cultural o social, por lo tanto no ligaremos información a estos datos para evitar la identificación del paciente".

Del mismo modo, comparte una de las instrucciones del Manual de Estilo para Médicos y Estudiantes de Medicina para "respetar la confidencialidad y el secreto médico". "Si se vierte información sobre un paciente en las redes sociales, es imprescindible asegurarse que el paciente no es identificable de ninguna manera. Esto incluye no solo los datos e imágenes del propio paciente sino el riesgo de ser reconocido por asociación con el médico, su centro sanitario, localización, especialidad u otros datos indirectos". 

Pretendía "poner en valor el trabajo de profesionales de la UCI"


Otros usuarios apelan al plano emocional, explicando que sus familiares sanitarios nunca han compartido semejantes experiencias, o que "si yo pierdo un hijo no quisiera que nadie relate lo ocurrido ni mi reacción en redes sociales y mucho menos que muestre sangre de él. ¿Dónde queda la ética y el respeto?", pregunta. En un intento de explicarse, el intensivista señala que la única intención es "transmitir emociones, poner en valor el trabajo de los profesionales de la UCI, comunicar el agradecimiento de una familia". 

Pese a la aparente buena intención del médico y los mensajes de apoyo de los compañeros que explican el porqué del exceso de carga emocional de esa publicación, el hecho de compartir las imágenes la recibido críticas feroces. Una de ellas ha sido del propio Jesús Candel 'Spiriman', que en su cuenta considera "gravísimo que un personajillo que ha propuesto que me inhabiliten al colegio de médicos y que criticaba ferozmente mis publicaciones en redes en la fusión, sea capaz de colgar estas fotos y las palabras desgarradoras del dolor de un padre. ¿Tomarán medidas contra él?", pregunta. 
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