Víricö

Un joven comparte en Twitter su historia y todo lo que ha sido el proceso de donación

"Donar médula ósea te deja pachucho pero es lo más importante que he hecho"
La donación de médula ósea es anónima.


5 sept. 2018 14:50H
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POR REDACCIÓN
La conmovedora campaña que hizo Pablo Ráez, el joven de 20 años que falleció en febrero de 2017 a causa de la leucemia que sufría, sobre la importancia de la donación de médula ósea no es la única historia que emociona y devuelve la fe en la bondad del ser humano. Durante su lucha, el marbellí hizo en redes sociales un llamamiento a la solidaridad y a no tener miedo a donar órganos. Ahora, Twitter se ha hecho eco de un testimonio inspirador con un nuevo nombre de héroe.

“Hoy, 4 de septiembre, hace justo un año que estaba así, y aunque parezca imposible, hice lo más importante que he hecho en la vida”, así comenzaba el tuit de Antonio R. Ajenjo que ha sido donante de médula ósea. Concretamente, este joven ha compartido en su cuenta personal de Twitter una imagen del último día del proceso de donación cuando tuvo que ir al hospital.

A través de un hilo este joven ha contado paso a paso cómo vivió todo el proceso de la donación. “No os voy a engañar, no fueron los cuatro mejores días de mi vida. Las inyecciones te dejan el cuerpo un poco pachucho. Como si cogieras una gripe”, ha explicado Antonio en varios tuits.  

Por otro lado, ha descrito todo el proceso y ha aclarado ideas como que aunque una persona reciba la médula de un donante no significa que “automáticamente se vaya a curar” y que es ahí cuando el receptor comienza “un proceso jodidillo” por el cual su organismo tiene que asimilar y responder a la nueva médula. En este sentido, ha explicado también que la donación es completamente anónima y que desconoces quién ha sido el que ha recibido tus células.

La alegría de conocer que el receptor se curará


“Pero hay una cosa que sí te dicen: a los 100 días puedes llamar para saber si el trasplante ha ido bien”, ha puntualizado. Y ahí es dónde ha entrado el sentimiento de orgullo de este héroe tan joven. “Llamé y me dieron la mejor noticia que me han dado en la vida. ¡El receptor estaba bien! No había rechazo y estaba en proceso de curarse”, ha expresado Antonio.

En definitiva, con su historia ha manifestado que lo que pretende es que “seamos conscientes de que solo entre el 25-30 por ciento de las personas que necesitan un trasplante de médula encuentran un donante compatible dentro de su familia”. También que aunque exista un registro de donantes internacional “sigue siendo muy difícil encontrar una médula compatible” y que no hay que tener miedo a donar médula ya que “es un proceso sencillo y seguro”.



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