Las unidades tienden a fusionarse en áreas en los grandes hospitales

El perfil del enfermo cambia el organigrama de la Neurología
El jefe del Servicio de Neurología del Vall d'Hebrón de Barcelona, José Álvarez Sabín.


3 ene. 2017 11:50H
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POR @JAVIERBARBADO
El curso evolutivo de cada patología, cada vez más prolongado, ha obligado a los neurólogos a cambiar su distribución en función de las manifestaciones clínicas comunes a diferentes enfermedades cuyo tratamiento les atañe.

En el caso del Vall d’Hebron de Barcelona, uno de los hospitales referentes de la especialidad, las unidades asistenciales dejarán en breve de existir para dar paso a tres áreas multiexpertas de gestión integral en las que se agruparán las patologías por sus características comunes.

Cada una de éstas dispondrá, a priori, de unos nueve especialistas (en lugar de los dos o tres médicos por cada unidad de ahora) que serán comandados por un jefe elegido por consenso, según ha revelado a Redacción Médica el jefe del Servicio del centro, José Álvarez Sabín.

“La nueva estrategia organizada está diseñada para optimizar los recursos al unificar las exploraciones, pruebas y tratamientos en tres departamentos y ahorrar al paciente la visitas a dos o más unidades conforme evolucionen sus síntomas”, ha aclarado.

En el Vall d’Hebron, las diferentes unidades que ahora existen se integrarán en tres áreas: Enfermedades Neurológicas Degenerativas, Enfermedades Neurológicas Paroxísticas y Enfermedades Neurológicas Vasculares.

La primera de ellas absorberá a las actuales unidades de Patología Neuromuscular, Trastornos del Movimiento y Demencias debido a que –explica Sabín– las tres atienden procesos que presentan sintomatología común como, por ejemplo, la posible afectación del sistema nervioso periférico y muscular.

“Nos apercibimos de que los pacientes con párkinson a veces mostraban deterioro cognitivo a los pocos años de seguimiento y debían acudir, por partida doble, a las unidades de trastornos del movimiento y a la de demencias; de ahí la lógica fusión de las dos competencias para que el mismo enfermo, en uno solo departamento, sea evaluado el mismo día tanto de una cosa como de la otra”, ha razonado.

En cuanto a la segunda futura área, la compondrán las actuales unidades de Epilepsia y de Cefaleas y Dolor Craneofacial. Y, en tercer lugar, el área de patología neurológica vascular la integrarán los actuales departamentos dedicados al ictus y sus marcadores predictivos.

Biomarcadores para anticiparse a la evolución

Estos últimos son uno de los puntales del Servicio comandado por Sabín, ya que tratan de anticipar el tratamiento de algunos tipos de infarto cerebral, tanto los debidos a falta de riego sanguíneo (isquémicos) como a hemorragia.

“Si sabemos qué mecanismos los han causado y qué otros marcarán un potencial cambio en su evolución, tenemos las herramientas para anticipar el tratamiento más adecuado para cada caso”, ha recalcado.
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