Los coordinadores de los proyectos Cassandra e Iris explican en qué punto se encuentra cada una de estas iniciativas

Juan Carlos Trujillo, coordinador del proyecto Cassandra, y José Luis Seijo, coordinador del proyecto IRIS.


11 feb. 2024 16:00H
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Una de cada cinco personas que mueren por cáncer en España sufren cáncer de pulmón. El cribado de esta patología es, por ello, una de las principales aristas de esta enfermedad que preocupa a la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ). Así se ha remarcado durante su XXXIII Reunión de Invierno celebrada en la ciudad de Burgos, durante la cual ha tenido lugar una sesión de actualización de los proyectos más ‘punteros’ desarrollados en nuestro país relativos a esta misma materia, con Juan Pablo De Torres, codirector del departamento de Neumología de la Clínica Universidad de Navarra,como moderador.

El proyecto Cassandra llegó para quedarse. Tras el ‘pistoletazo de salida’ que supuso la reunión celebrada el pasado 28 de abril, su puesta en marcha pasó del papel a la realidad el pasado mes de noviembre, en el Hospital Universitario Ramón y Cajal. Como uno de sus coordinadores, Juan Carlos Trujillo ha sido el encargado de ilustrar la situación actual de esta iniciativa, que persigue un “cribado centrado en el paciente”.

La ‘receta del éxito’ en este caso, cuenta con ingredientes como la unanimidad entre varias sociedades científicas, la homogenización de la recogida de datos con una base de datos y un software de lectura de imagen únicos. Además, la implementación de este sistema en la sanidad pública o la participación de prácticamente todas las comunidades autónomas con centros adscritos (a excepción de Galicia, que cuenta con su propio proyecto similar) diferencian a esta iniciativa de iniciativas previas, así como la implementación futura de una seroteca.


Juan Carlos Trujillo, coordinador del Proyecto Cassandra.


De cara al ámbito autonómico, la reunión con la consejera de Sanidad de Madrid, Fátima Matute, abrió ‘una puerta’ para el proyecto Cassandra puesto que la propia Matute verbalizó de manera explícita su apoyo a dicha inciativa, y fue así precursora de otras regiones. “La semana que viene volveremos a reunirnos con ella, y vamos a intentar concretar reuniones con otras comunidades como Navarra o La Rioja”, detalla Trujillo.

El uso de la Inteligencia Artificial (IA) ha sido otro de los puntos clave en el cronograma de Cassandra, ya que “cada centro es diferente en cuanto a organización y requisitos para incluir el software”.

Calculadora de riesgo de nódulos pulmonares 


Con Cassandra como ‘faro’ o antesala, nació el proyecto IRIS, también con 'sello español'. Luis Miguel Seijo, coordinador del mismo, ha dado las claves de dicha iniciativa. “Salvamos a 11 de cada 1000 personas cribadas”, ha anunciado el facultativo.

Resultados en mano, el siguiente paso es hacer introspección y analizar los retos pendientes, entre los que el propio Seijo destaca los criterios de inclusión de pacientes: “Si utilizamos los actuales, dejamos fuera hasya a un 46 por ciento de las mujeres con cáncer de pulmón en nuestro país”, expone, dado que suelen ser personas jóvenes que a priori no presentan riesgos más allá del consumo de tabaco. “No es tan fácil como establecer nuevos criterios, ya que se estudiarían personas con menos riesgo y por tanto se detectarían menos casos”, explica.


Luis Miguel Seijo, coordinador del proyecyo IRIS.


Otra de las cuestiones pendientes para el equipo de Seijo es detectar los falsos positivos y evitar el sobrediagnóstico, especialmente a partir de los nódulos pulmonares. “Hay que identificar bien los casos y caracterizar los nódulos que detectamos. Debemos actuar lo antes posible, pero no hay que llevar a quirófano a alguien que tiene un nódulo benigno”, concreta. Para ello, se ha desarrollado una calculadora de riesgo del nódulo, que analiza a los pacientes que no figuran en los screening, los que están adscritos al proyecto Cassandra, los que presentan efisemas o los ensayos clínicos quirúrgicos. Con ello, persigue evaluar la peligrosidad de los nódulos pulmonares en caso de que sean diagnosticados.

Además, se potenciará el uso de biomarcadores para analizar los riesgos de un paciente así como su pronóstico de cara a la elección y administración del tratamiento correspondiente. Seijo también ha anunciado que estos indicadores se combinarán con imágenes radiómicas para ‘afinar’, en la medida de lo posible, dichas estimaciones.

Un momento de la presentación del Proyecto Cassandra.

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