La medida del Desarrollo Profesional Continuo debe ser algo conjunto

Si las sociedades científicas recertifican por separado, no llegarán lejos
De izquierda a derecha: José Luis Llisterri, Arcadi Gual, Alberto Capelastegui y Benjamín Abarca.


15 ago. 2017 18:55H
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El desarrollo profesional continuo es algo que han estado haciendo los médicos toda su vida. Sin embargo, la aprobación de la directiva europea de cualificaciones profesionales obliga a la medida de ese desarrollo. Redacción Médica ha reunido a sociedades científicas y OMC para valorar cómo debe ser el camino hasta tener un sistema en que un profesional, independientemente de su especialidad, valide sus competencias a lo largo del tiempo.

Alberto Capelastegui, vicepresidente neumólogo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ): Estamos a punto de que nuestra herramienta de desarrollo profesional continuo sea operativa en la página web que está conectada con OMC. Ha sido un proceso muy laborioso. Empezamos hacia 2008. Desde Separ nos dimos cuenta de que esto iba a ser una necesidad imperiosa y que convenía adelantarse a los hechos. La sociedad, o los políticos que son sus representantes, se va a poner exigentes y nos van a decir: usted tiene que demostrar periódicamente su buen hacer, cosa que tiene muchísimo sentido, nos guste o no.

Que una vez conseguida la plaza no tuvieras por qué justificar tu capacitación hasta la jubilación es algo impresentable bajo mi punto de vista. Además, hay un marco que nos viene de Europa, unas directrices muy concretas. El almacenar conocimientos va con la profesión, el juramento hipocrático. Los que hemos sido o somos jefes de Servicio y manejábamos gente nos dábamos cuenta de que una de las cosas más importantes son las actitudes que tienen y esto hasta ahora no se valoraba. Esta reflexión la hizo Separ en su día.


Llisterri: "Antes de que nos regulen desde fuera, vamos a hacerlo nosotros mismos"


Benjamín Abarca coordina el grupo del trabajo que ha creado Facme sobre Desarrollo Profesional Continuado y Formación Continua. ¿Cómo encuentra el interés de las sociedades médicas en este asunto?

Benjamín Abarca, secretario de la Federación de Asociaciones Científico Médicas de España (Facme): El interés fue manifiesto. Había una diferencia muy grande entre unas sociedades que llevaban ya mucho tiempo trabajando en el tema y otras que  apenas habían empezado a caminar. Esto es un proceso que viene del año 2003, de la Ley de la Ordenación de las Profesiones Sanitarias; luego damos un salto a finales de década, cuando se pone en marcha un proyecto por parte de las sociedades científicas, el proyecto ARA, en el que estábamos, creo recordar, unas 21 sociedades. El Ministerio, además, había mandado una carta animándonos a continuar por esa senda y vio con muy buenos ojos que las sociedades científicas entraran en un tema que consideraban de sumo interés.

El aldabonazo final fue en el año 2013, cuando se publica la directiva europea sobre cualificaciones profesionales, en la que además se pone una fecha, enero del 2016, en que tenía que estar desarrollada. Cuando entra la nueva Junta Directiva de Facme, uno de sus objetivos fundamentales es que sirva a todas las sociedades en aquellos temas en lo que algunas estaban más avanzadas que otras, y esto vale para el desarrollo profesional. Pensamos que las sociedades que ya llevaban trabajando un tiempo lo expusieran al resto con unos objetivos muy claros. Primero, enseñar las herramientas que tenían, ver en qué medida es posible compartirlas y homogenizarlas. En ese proceso tenemos la enorme suerte de ir de la mano con la Organización Médica Colegial, que en su momento lo lideró con la Validación Periódica de la Colegiación (VPC).

En la primera reunión, las tres sociedades que tienen más avanzado o terminado su desarrollo profesional se lo contaron al resto, yo creo, con gran generosidad. Nuestra conclusión es que hay la firme voluntad de hacer un trabajo conjunto y, de hecho, hemos quedado ya para el mes de septiembre ir concretando un poco más.

Alberto Capelastegui: “La sociedad exige que demostremos nuestro buen hacer”. 

¿Qué papel juega el Desarrollo Profesional Continuo y la recertificación de esas competencias dentro de la VPC?

Arcadi Gual, responsable del Área Profesional de la Organización Médica Colegial (OMC): Validación periódica, recertificación, Desarrollo Profesional Continuo y desarrollo profesional son cosas distintas. La validación periódica es una cuestión colegial, en la que se valoran una serie de cuestiones relacionadas con responsabilidades colegiales. Es posible que no esté completa la VPC pero hay que entrar con un proceso fácil, que sea bien aceptado.

Otra cosa es la competencia específica de una especialidad, que es patrimonio de quien sabe de ello, las sociedades científicas. Tienen el cuerpo, tienen la doctrina, tienen una serie de expertos, son capaces de redactar las competencias para los programas de formación de residentes, son capaces de generar el cuerpo de conocimiento de la propia sociedad. Las competencias definidas para un neumólogo o para cualquier otra especialidad 20 años después no son las mismas. Los que saben serán los responsables de evaluar ese proceso, que podríamos llamarlo recertificación.

Luego está el Desarrollo Profesional Continuo. Es lo que han hecho todos los médicos toda la vida: formarse. Yendo a congresos, a sesiones clínicas, comprando revistas, leyendo libros, bajando del pueblo a la sesión del hospital porque tratan un tema que es de tu interés. Eso lo han hecho todos los médicos toda la vida, y lo han hecho muy bien. El 99,9 por ciento de los médicos se han formado bien, han hecho un Desarrollo Profesional Continuo bien hecho.


Capelastegui: "La obligatoriedad pondría los pelos de punta a la gente"


Otra cosa es la valoración del Desarrollo Profesional Continuo. Y a eso el Ministerio lo ha llamado Desarrollo Profesional. Hasta que no llegamos a la valoración del Desarrollo Profesional Continuo no se ha generado ningún problema. Cuando alguien dice "yo ahora esto lo voy a medir", empezamos a decir "¿cómo tenemos que medirlo? ¿Quién tiene que medirlo? ¿Por qué hay que medirlo?". Aquí es donde ha aparecido un proceso diferente al Desarrollo Profesional Continuo, su medida, que ha generado como mínimo inquietudes.

¿Qué papel juegan los colegios? Juegan el papel de la Validación Periódica de la Colegiación, que consiste en quitarle el polvo al carnet de médico. Tú sacas el carnet de conducir y al cabo de un tiempo te vuelven a examinar porque a lo mejor te has quedado ciego o tienes otro problema. Nadie se asusta de que el carnet de conducir haya que revisarlo primero cada diez años y luego, ya cuando te vas haciendo un poco mayor, cada menos tiempo.

La VPC es una manera de asegurar que los deberes propios de los Colegios, que son la Deontología -que ese médico se comporta dentro de unos principios éticos y morales consensuados por la propia profesión-; la salud, que puede impedir o dificultar alguna actividad; y una tercera cosa: que estás ejerciendo de médico. Si te colegias pero no ejerces no necesitas revisar ese carnet. Quien debe revisar ese carnet es el que ve pacientes.

Las responsabilidades de los colegios están en la Validación Periódica. Los Colegios profesionales son entidades de derecho público reconocidas por la Administración, de hecho, son un soporte de la Administración y pueden jugar un papel si los demás actores quieren jugar con ellos. Y por eso la VPC puede unirse con las sociedades científicas para hacer la recertificación.

Arcadi Gual: “El desarrollo profesional continuo lo han hecho los médicos toda la vida”. 

Semergen, al igual que Separ, ha sido una de las primeras sociedades científicas en tener una plataforma de Desarrollo Profesional Continua.

José Luis Llisterri, presidente de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen): Semergen lleva desde 2006 trabajando en una herramienta. Ha sufrido diferentes vaivenes por el avance de la informática, por el cambio en el mapa de competencias, etc. El pistoletazo lo ha dado la Directriz Europea 55/2013, que puso encima de la mesa la necesidad de estar preparados. Lo decía muy bien Alberto Capelastegui: antes de que nos regulen desde fuera, vamos a regularnos. Por eso pensamos en construir un mapa de competencias adecuado al médico de Familia teniendo en consideración modelos anglosajones, canadienses, el modelo de evaluación por roles, etc. Hemos estado en contacto con las sociedades científicas de Primaria desde hace tres años explicando nuestro programa de Desarrollo Profesional Continuo, que puede tener sus errores pero ya tenemos una plataforma informática que busca evaluarlo. Semergen aboga por un modelo integral de evaluación donde entren en consideración las tres partes de la pirámide de Miller: desempeño, es decir, cómo se están haciendo las cosas; formación y currículum. Nosotros pensamos que hay que evaluar las competencias y habilidades como hacen otros países. En Europa hay 24 países que tienen la recertificación, en los cuales la mitad es obligatoria, ¿y quiénes las realizan? Las sociedades científicas.

Para explicar brevemente cómo se evaluaría el desempeño. Pues en un asma bronquial, por ejemplo, las habilidades las valoraríamos con un test; la formación, asistiendo a un curso de 20 horas de asma; y el desempeño, auditándome y viendo si mis pacientes fuman o no fuman. Que exista correspondencia entre mi formación y lo que hago en la práctica clínica.

Lo que quiero dejar muy claro es que no es un examen, es una prueba de mínimos. Semergen tiene experiencia con un pilotaje de 500 médicos. En nuestro próximo congreso nacional de Granada vamos a presentar un pilotaje de todo el mapa de competencias de 300 médicos evaluados según este modelo. Necesitamos sensibilizar desde Facme y a toda la opinión pública de la necesidad de que evaluemos conocimientos.

¿Quién puede certificar en este país? Nosotros no, los colegios de médicos sí. También pueden certificar las Administraciones Públicas, las autonomías y el Ministerio, ¿por qué no vamos de la mano? Pongámonos de acuerdo con el marco de competencias, miremos cómo evaluamos y de qué manera evaluamos y, sobre todo, no dejemos heridos por el camino.

Semergen ofrece la plataforma a quien quiera disfrutar de ella. La tenemos testada, validada. La evaluación de competencias habrá que hacerla de una manera sencilla, práctica, no complicada. Yo soy partidario de que los congresos vayan unidos al desarrollo profesional y a la recertificación.

Benjamin Abarca: “El desarrollo profesional continuo no puede ser punitivo”. 

No es lo mismo una especialidad médica que una médico-quirúrgica, que una quirúrgica. ¿Cómo se homogenizan?

Benjamín Abarca: En ello estamos. Las dos sociedades de Primaria apostaban por esa doble evaluación, de la parte curricular informativa y la evaluación por competencias que a nosotros también nos parece que es fundamental. No olvidemos que hay un trabajo tremendo hecho con las competencias diseñadas por cada una de las especialidades a raíz de la troncalidad. Ha llevado dos o tres años y está prácticamente terminado en casi todas las especialidades. Lo que hay que buscar es una herramienta para facilitar a los asociados cumplir con algo que inexorablemente va a venir. Hay que presentarlo de una forma amable -como dice el borrador del real decreto publicado por la Comisión de Recursos Humanos del Ministerio de Sanidad-, voluntaria, pero es indudable que es una obligación ética y social.

Como decía muy bien Arcadi, si para el carnet de conducir hay que pasar una prueba, para seguir siendo médico tendremos que demostrar lo que hacemos, que es algo que venimos realizando, solo que hay que reglarlo. Lo que no podemos hacer es volver a estar tres, cuatro años, trabajando sobre algo que tres sociedades le han dedicado mucho tiempo, mucho esfuerzo y que eso no se aproveche, porque ¿para eso somos una federación?

El carnet de conducir es obligatorio renovarlo. El Desarrollo Profesional Continuo, tal y como estaba en el borrador de Recursos Humanos, hablaba de voluntariedad. ¿Esto es un paso hasta que acabe siendo obligatorio?


Abarca: "El DPC debe ser homologable a nivel internacional y del SNS"


Alberto Capelastegui: Hay que ser suave, si empezamos a hablar de obligatoriedad... Ahí hay muchos problemas, pero hay dos que me inquietan especialmente. Uno es convencer a nuestros colegas de que hay que ir por este camino. El otro gran problema es ponernos de acuerdo con la herramienta. No es fácil, porque cada uno es de un padre y de una madre.

Confío en que está Arcadi Gual guiándonos, de la mano de la OMC, y confío en que ya todo el mundo empieza a ver a Facme como algo verdaderamente interesante, a raíz de este lío con Farmaindustria, de repente los médicos nos hemos dado cuenta de que Facme tiene un papel fundamental. De la obligatoriedad ni hablaría porque pondría los pelos de punta a la gente, esto es una cosa voluntaria.

Benjamín Abarca: Si no nos ponemos de acuerdo y ocupamos ese espacio, lo van a ocupar por nosotros. En ese país ya hay un precedente, hay unas comunidades autónomas que ya han dado pasos importantes en el Desarrollo Profesional y creo que esto es algo que tienen que hacerlo los profesionales, sin duda.

Yo sí creo que hay unos criterios que tiene que cumplir el Desarrollo Profesional, y hay un cierto grado de consenso. Todo pasa por que sea progresivo, amable, comprensible, que pueda implementarse fácilmente, que esté muy bien estructurado y no sea punitivo, porque si es punitivo no lo vamos a poder vender a nuestros compañeros. Debe basarse en indicadores muy definidos previamente, debe ser voluntario, sin ninguna duda. Debe ser homologable a nivel internacional y desde luego para todo el Sistema Nacional de Salud. Lo haga quien lo haga, pero lo que se haga en Galicia debe ser válido para Euskadi, Cataluña, Valencia o Andalucía.

Jose Luis Llisterri: “Pongámonos de acuerdo en el mapa de competencias”. 

Si no debe ser punitivo, ¿qué pasa con el médico que no supera la evaluación?

José Luis Llisterri: Hay que ir sembrando para que dentro de cuatro, seis, o diez años sea obligatorio. En este momento no puede ser obligatorio, tampoco puede tener un carácter punitivo sino muy estimulador, muy formativo, es una prueba de mínimos. Hay conceptos básicos que el mapa de competencias recoge y que estoy seguro de que el 80 por ciento de los médicos los conocen. Otra cosa es aquel médico que está apartado del servicio por motivos de todo tipo y se incorpora al cabo de 20 o 25 años a ejercer la profesión. Ese médico tiene que pasar obligatoriamente por una evaluación de competencias, como el médico extracomunitario que viene a nuestro país.

Es un compromiso ético y social de las sociedades científicas. Nosotros somos responsables de que esos médicos estén formados y puedan ejercer la profesión con arreglo a la necesidad de actualización de conocimientos. Por tanto: voluntaria, gratuita, formulada por las sociedades científicas. Y luego, tiene que ser progresiva para que dentro de ‘x’ tiempo la gente sepa que tendrá que pasar por un programa de mínimos para poder recertificarse.

Arcadi Gual: El Desarrollo Profesional Continuo no es una prueba, es un proceso que dura seis años en el que almacenas datos, informes, pruebas… Un certificado de haber asistido a un curso, el resultado de una auditoria, haber pasado un taller y aprobarlo con buena nota. En fin, vas almacenando una serie de elementos que te permitirán constatar que durante estos seis años tú has hecho de médico, y hacer de médico consiste en ver pacientes, estudiar, formarse, investigar un poquito, etc. No se trata de que el mes antes de mandar los papeles para recertificar digas: “¡Dios mío, ahora qué tengo que hacer!” El momento en el que tras seis años solicitas la recertificación no debe generar un trauma, al contrario, debe ser algo natural. De hecho, el programa que tiene Semergen es muy bueno, permite ir almacenando todo eso.

El proceso no se suspende. Si falta algo, lo pides: “Oiga, han pasado los seis años, usted tenía que presentar ‘a’, ‘b’, ‘c’ y ‘d’; ‘a’ y ‘b’ lo ha presentado, ‘c’ no, y a ‘d’ le falta un pelín; le doy un año y termine de poner esto sobre la mesa”. No se suspende el Desarrollo Profesional, lo que se hace es ayudar a ir manteniendo esa competencia. El programa informático tiene que ayudar a que nadie se sienta traumatizado.

Benjamín Abarca: Lo defino de una forma muy simple: es la mochila que tú vas cargando durante ‘x’ años y la pones encima de la mesa. Lo que tienen que conseguir los programas informáticos es: primero, que sea muy fácil de introducir todas esas cuestiones que a lo largo de ‘x’ tiempo vas haciendo. Segundo, que te digan aquellas competencias que no has cubierto. Y tercero, esto lo que pretende es que yo sea un profesional competente y actualizado. Las sociedades, los colegios, tenemos la obligación de dar respuesta para cubrir aquellas cuestiones. De ninguna manera se puede ver como un examen o como una prueba. Es tu mochila que construyes todos los días y que en un determinado momento si quieres recertificarte te puede faltar una determinada área de competencia. Tu sociedad tendrá que dar solución a esos temas.

Conclusiones del debate.

Conclusiones

José Luis Llisterri: Semergen apuesta por la hoja de ruta que firmamos en septiembre del 2015 con la OMC. Creemos firmemente que la Validación Periódica de la Colegiación se puede unir, de la mano del Colegio de Médicos, al Desarrollo Profesional y vincularlo a la recertificación siempre que puedan hacerlo las herramientas informáticas que evalúan competencias dentro de los colegios de médicos. Semergen apuesta por una evaluación global donde se puedan medir de una manera sencilla y práctica pero sin ser nunca un examen, tenemos que detectar qué carencias tiene mi compañero. Semergen pone a disposición de la OMC, los colegios de médicos, como estamos Facme es el organismo clave para poder avanzar de una manera clara y contundente de cara a la Administración Pública y de cara a las autonomías, ya que son las legítimas evaluadoras de las competencias de los médicos de Familia en España.

Arcadi Gual: Sería muy difícil sacar una conclusión final sin decir que en el proceso de la recertificación en España, en el siglo XXI, con la Ley General de Sanidad, con la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias, la Administración juega un papel. Cerrar los ojos a esto es un error. Es un taburete de tres patas; sí le quitas una, se cae. Los tres actores son necesarios, por lo tanto han de ponerse de acuerdo. ¿Puede recertificar la Administración sola? Claro que lo puede hacer, Andalucía intenta hacerlo. No es una recertificación lo que hace, eso es una carrera profesional, a mi entender. Pero en fin, está muy cerca. ¿Qué pasa? Pues que eso se convierte en un acto funcionarial y a la larga se desprestigia. ¿Pueden hacerlo los colegios? Solos no pueden recertificar, lo que hacen es valorar lo que es competencia de los propios colegios. Y las sociedades científicas, cada una puede hacerlo por separado, pero no llegará muy lejos.

Todos los responsables de colegios y sociedades han sido conscientes de que han de ponerse de acuerdo para decirle a la Administración: "Somos 200.000 médicos que pensamos así, ¿le importa que lo hagamos los tres?" Y la Administración lo sancionará, porque sanciona siempre lo que quiere la mayoría. Ahora, si va Semergen, Semfyc, Separ… por separado a decirle: “¡Yo quiero que sancione mi sistema!”, la Administración le responderá: “Trabaje usted y ya lo miraré”. Me permitiréis que robe una frase que dice mucho Serafín Romero, el presidente de la OMC: "Solo, corro más, pero juntos vamos más lejos".


Gual: "El DPC es un taburete de tres patas: colegios, sociedades científicas y Administración"


Benjamín Abarca: Haría la primera reflexión diciendo que esto es un cambio de paradigma importante, no podemos pretender que esto se ponga en marcha y nuestros compañeros lo entiendan ni en un año ni en dos. Se necesitará un trabajo pedagógico importante para explicarles lo que es, que no es ni punitivo, ni es un examen, ni es una prueba.

Lo siguiente es que hay unos actores necesarios, esas tres patas que dice Arcadi. Y desde Facme tenemos una obligación muy clara. Con el Consejo [General de Colegios de Médicos], con los colegios, estamos totalmente de la mano, muchas sociedades también han firmado convenios específicos, y lo que tenemos que hacer es intentar que las Administraciones den los pasos oportunos. Si pretendemos que este proceso, yendo de forma individual, va a salir adelante, nos equivocamos de medio a medio. Por eso Facme va a poner todo el empeño para que esto sea algo colectivo. Si no vamos de la mano nos van a ocupar los espacios, porque pretender ir a cada una de las comunidades autónomas, cada sociedad, contándole que tiene su Desarrollo Profesional, evidentemente eso es inviable. Otra cosa distinta es ponerle encima de la mesa a las Administraciones un proyecto en el que están todas las sociedades al unísono. Ese yo creo que es el camino para conseguir el éxito.

Alberto Capelastegui: Me gustaría hablar a todos los médicos, no solo a los neumólogos, para convencerles de que esto es muy interesante. Les diría que efectivamente las tres patas son necesarias, la Administración, los colegios y las sociedades científicas, pero la iniciativa la estamos llevando las sociedades científicas y la deberíamos de seguir llevando y para eso es necesario que lo haga Facme, porque hay que hacer un planteamiento conjunto. Hace falta que nuestros compañeros estén convencidos de que esto nos interesa: no tiene mucho sentido que una persona desde que se saca el título de Medicina hasta la jubilación no tenga que demostrar absolutamente nada. No hay que tener miedo a la recertificación.

Primera parte del debate sobre Desarrollo Profesional Continuo.

Segunda parte del debate sobre Desarrollo Profesional Continuo.


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