Vicente Matas, coordinador del Centro de Estudios del Simeg.
“Corta es la vida y el camino largo”, reza el aforismo atribuido a
Hipócrates de Cos, padre de la Medicina occidental. Tal es así que muchos facultativos se sorprenden al verse a las puertas de la jubilación. “Y, como generalmente han estado tan centrados en su vida profesional, no tienen mucha idea de lo que les espera”, advierte
Vicente Matas, coordinador del Centro de Estudios del Sindicato Médico de Granada (Simeg), quien avanza a
Redacción Médica qué aspectos deben saber estos trabajadores cuando se aproxima su retiro. A un lado se encuentra el f
actor emocional y psicológico de esta ‘transición’ que fuerza a los médicos a adaptarse, en especial, a rellenar grandes vacíos de tiempo que antes destinaban a su labor ocupacional. Pero también es conveniente que los médicos se preparen para un
‘shock’ económico, pues difícilmente podrán mantener el nivel de ingresos de antaño.
El propio Matas tomará parte el próximo 26 de mayo en el seminario de
preparación para el retiro profesional organizado por Simeg en Granada. Un evento que, en palabras de este facultativo ya retirado, dirigirá el foco hacia los aspectos de la vida que los médicos “normalmente dejan de lado” pero que resultan capitales.
Evidentemente, uno de los apartados más relevantes es el económico, y lo cierto es que de haber sorpresas para los médicos, estas suelen ser “negativas”. En este sentido, Matas recuerda que, pese a que estos trabajadores “han cotizado durante su vida por unas cantidades importantes de dinero”, los topes de la pensión provocan que esta sea mucho más comedida. La
retribución neta, apunta, supera ligeramente los
2.500 euros mensuales siempre y cuando se tenga el derecho a cobrar el 100 por ciento de esta prestación.
“A quien se jubila dos años antes, por ejemplo, se le impone un
recorte del 21 por ciento de la base reguladora… son cosas que hay que explicar, porque muchos no son conscientes”, alerta Matas, quien subraya que para los médicos que aún hacen guardias, la ‘merma’ retributiva que sufrirán una vez cuelguen la bata puede llegar a alcanzar el 50 por ciento de su actual salario.
Un “colchón” económico para la jubilación médica
De hecho, el sindicalista andaluz no desaconseja disponer de un
“colchón” para mantener la misma calidad de vida. “Es interesante, cuando estás en activo, ir guardando para la jubilación con un
plan de pensiones o algún tipo de inversión”, apunta.
Según Matas, durante el seminario se detallará también a los médicos cómo deben relacionarse con la Seguridad Social no solo de manera presencial sino también a través del
certificado digital, que permite realizar simulaciones sobre la pensión que queda en diferentes circunstancias.
Respecto a las principales dudas que suelen trasladar los médicos, el dirigente andaluz recuerda que, en el pasado, el grueso se centraban en si podían seguir en activo (algo que, por cierto, es posible para los de Familia, que pueden
alargar su trayectoria con un porcentaje de la pensión). Pero eso quedó en el pasado: “Ahora, sobre todo en Atención Primaria, con las grandes cargas de trabajo que hay, muchos se cuestionan cuándo se pueden retirar, cuánto perderían de hacerlo antes, y hay que explicarles que esa penalización es muy grande”, incide.
Proceso de adaptación para el retiro
Aunque no todo es dinero, ni mucho menos. En palabras del coordinador del Centro de Estudios del Simeg, los futuros jubilados han de reflexionar también sobre a qué van a dedicar su tiempo una vez cedan el testigo. “Hablo de realizar
hobbies, de viajar, pasear, pasar tiempo con la familia…”. Ese proceso de adaptación lleva un tiempo, “pero al final se logra”.
En este sentido, insta a desviar el foco de atención hacia tareas “más placenteras”. “El no adaptarse a eso es
uno de los mayores errores que se pueden cometer”, zanja.
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