El volcán Tajogaite de La Palma entró en erupción el 21 de septiembre de 2021. Un desastre natural que se prolongó durante 85 dias, dejando grandes secuelas en los habitantes de la isla tanto en términos materiales y económicos como en términos de
la salud mental. Y es que un reciente estudio sobre los efectos psicológicos de este suceso ha revelado que los síntomas relacionados con
el Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) se han multiplicado en aquellas personas que estuvieron más expuestas a sus consecuencias.
El flujo de lava y la emisión de gases y de partículas volcánicas alteraron por completo el paísaje, destruyeron viviendas y obligaron la
evacuación de más de 7.000 personas, así como destruyeron más de 950 hectáreas de tierras agrícolas.
Exposición a la tefra y al dióxido de azufre
Sin embargo, más allá de los daños materiales, lo que indica este estudio es que la
exposición prolongada a contaminantes volcánicos, como la tefra y el dióxido de azufre (SO₂), tuvieron un efecto importante en la salud mental. De hecho, señala que los residentes más cercanos al volcán presentaron las puntuaciones más altas respecto a síntomas de
TEPT, como pueden ser entumecimiento emocional, evitación de recordatorios, hipervigilancia y pensamientos intrusivos. Incluso estudios previos habán detectado niveles altos de ansiedad,
depresión e insomnio en los vecinos más próximos.
La ciencia afirma que la TEPT, junto a otros problemas de salud mental como la ansiedad y la depresión, es uno de los efectos más comunes tras vivir un desastre natural como inundaciones, terremotos, huracanes o las erupsciones volcánicas.
La prevalencia de este trastorno puede variar entre el 5 y el 60 por ciento en los primeros dos años después de un suceso así, en función del tipo de desastre y la exeposición de la población afectada.
Ser mujer o tener un nivel educativo bajo aumentan riesgo de TEPT
Según el análisis realizado, hay
factores sociales, económicos y demográficos que influyen directamente en la vulnerabilidad al TEPT. En este caso, el género importa y las mujeres están más inculadas a tener angustia psicológica después de ciertos desastres. También las personas con un nivel educativo más bajo o unos ingresos inferiores tienen más probabilidad de desarrollar TEPT tras vivir un desastre socionatural.
Además,
la edad avanzada puede actuar como un factor de riesgo, así como haber tenido problemas de salud mental anteriormente o haber perdido a un familiar o ser querido durante el desastre. La tasa de síntomas de TEPT, a la vez, está relacionada con el
grado de proximidad e implicación. Por lo tanto, es normal encontrar más síntomas de este trastorno en las personas que vivían más cerca por el hecho de poder haber sido víctimas directas o por experimentar recordatorios del suceso después.
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