Investigadores estadounidenses descubren nuevos biomarcadores para identificar y combatir la enfermedad

El análisis de sangre 'sustituye' a la resonancia en diagnóstico del Crohn


13 mar. 2017 13:00H
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Investigadores de la Clínica Mayo y el Instituto Biodesing de la Unviersidad de Arizona (Estados Unidos) han identificado nuevos biomarcadores para mejorar el diagnóstico de la enfermedad de Crohn con un simple análisis de sangre y también obtener mejores tratamientos para combatirla.

“Ha habido una creciente evidencia de que la respuesta inmune de la enfermedad de Crohn puede ser el resultado de la alteración de microorganismos en el intestino o de la exposición a toxinas dañinas que dan lugar a anticuerpos que actúan contra las proteínas de la microbiota”, ha explicado Ji Qiu, uno de los autores del estudio, que lamenta que actualmente los biomarcadores detectados en sangre no logren diagnosticar la enfermedad.

El origen de esta enfermedad inflamatoria intestinal sigue siendo un misterio, ya que se desconocen las causas por las que el sistema inmune de los pacientes se activa para atacar su propio intestino. Esto hace que el diagnóstico sea difícil de realizar, que además requiere pruebas costosas como resonancias magnéticas o biopsias invasivas.

En su trabajo, publicado en la revista ‘Journal of Crohn’s and Colitits’, Qiu y su equipo han avanzado en un nuevo enfoque conocido como inmunoproteómica, para analizar todas las proteínas del sistema inmune en sangre e identificar aquellas que se alteran precozmente con la enfermedad.

Para ello, examinaron el suero sanguíneo de 48 pacientes con enfermedad de Crohn y lo compararon con el de otros tantos pacientes sanos, equiparando los datos por edad y sexo, lo que les permitió identificar varios biomarcadores candidatos del sistema inmune, llamados autoanticuerpos, que estaban presentes en más del 15% de los pacientes. Todos fueron validados por separado en un grupo independiente de pacientes y tomaron nuevas muestras para conseguir crear un panel de biomarcadores que permita hacer más precisa su detección.

Los indicadores de biomarcadores más fuertes fueron los anticuerpos de flagelina bacteriana, que mostraron la mayor reactividad y mayor prevalencia en un sistema de arrays de proteínas programables con ácido nucleico (NAPPA), logrando una sensibilidad del 46% con una especificidad del 95%.

Vinculación con el lupus

Un nuevo biomarcador fue el anticupero contra SNRPB, que desempeña un papel general en la fabricación de proteínas y que curiosamente también se ha detectado en pacientes con lupus, conocido como el ‘antígeno Smith’. “Los estudios de biomarcadores pueden verse plagados de problemas de sensibilidad y especificidad”, ha reconocido Qiu, de ahí que busquen asegurarse de que pueden distinguirse entre pacientes y personas sanas o con otros problemas intestinales para poder usarlos de forma rutinaria en la práctica clínica.

En el estudio se han analizado un total de 2.000 proteínas humanas pero los autores reconocen que solo es una pequeña parte de las más de 30.000 que se podrían evaluar con su sistema, de ahí que las nuevas investigaciones que se hagan permitirán ser aún más precisos en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad.
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