Martina Martínez, autora del libro 'Confesiones de una cirujana plástica', aborda los dilemas éticos de su profesión

 Martina Martínez, autora del libro 'Confesiones de una cirujana plástica. ¿Por qué nos operamos?'
Martina Martínez, autora del libro 'Confesiones de una cirujana plástica. ¿Por qué nos operamos?'


29 dic. 2023 7:00H
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El 'boom' de la Cirugía plástica en los últimos años ha traído consecuencias negativas para sus profesionales. Una de ellas, el intrusismo, según señala Martina Martínez, especialista en esta rama y autora del libro 'Confesiones de una cirujana plástica. ¿Por qué nos operamos?'. La facultativa subraya en él la importancia de la ética en el ejercicio de la profesión, y lo necesaria que es la formación para trabajar. "¿Cómo te vas a poner a hacer una maxtoplexia o una liposución siendo un cirujano vascular?", señala a Redacción Médica. Según Martínez, cada profesional tiene que realizar el trabajo para el que se ha formado. 

¿Por qué decidió escribir un libro sobre este tema?

Porque creo que no hay nada así escrito por cirujanos plásticos, reflexionando sobre las razones por las que sus pacientes vienen a operarse. Creo que hay mucho prejuicio alrededor de la Cirugía plástica, piensan que la gente se opera porque tienen un pronto, una frivolidad, o un afán de perfeccionismo y, realmente, no es así. Quería plasmar las razones que yo he visto, después de más de 20 años (trabajando), por las que la gente acude a operarse. Todo ha sido a partir de mi experiencia y de lo que me han contado mis pacientes.

¿Cómo fue el proceso de crear y publicar un libro siendo médica?

(Risas) Muchos de mis compañeros me lo han preguntando. Pues encerrándome todos los fines de semana a escribir, porque entre semana imposible con este trabajo. En el libro no abordo lo que hablamos normalmente los cirujanos plásticos: intervenciones, dudas... Eso me sale enseguida (escribirlo). Pero en este caso yo quería reflexionar y no quería consultar ningún libro porque no me quería contaminar. Quería plasmar lo que yo sé, lo que me han contado mis pacientes. He hablado mucho con ellos, muchos han colaborado poniendo su testimonio y aportando su opinión. Por eso se lo he dedicado en parte a ellos. Ha sido muy duro, porque tenemos muy poco tiempo para escribir, pero me ha gustado hacerlo.

¿Ha notado un incremento de la gente que se somete a intervenciones quirúrgicas por estética en los últimos años? ¿A qué considera que se debe?

Sí, y es normal que sea así. Conforme se hacen más cirugías es habitual que esa persona que se ha sometido a una intervención, si está satisfecha, se lo comente a su entorno y este, a su vez, vea esa satisfacción. Entonces, si en un momento dado hay algo que le gustaría cambiar pues piensa ¿por qué no (operarse)? Lo va viendo cada vez más cercano.

En España tenemos un nivel bastante bueno en Cirugía plástica, somos bastante punteros, se hace mucha cirugía y a un nivel muy alto. Entonces, si se hace bien, es normal que esto se vaya propagando, simplemente porque lo conoces, no te resulta hostil y crees que es algo que te puede venir bien. También se ha democratizado mucho, hace mucho tiempo que que no son las tarifas que se imaginaba antes la gente, que eran prohibitivas. Realmente (ahora) se opera la gente normal, todas personas de muy distinto de estrato socio-económico.

Límites a la Cirugía plástica


En el libro habla de la ética médica, ¿qué limites tienen que poner los médicos en las intervenciones de cirugía plástica?

Varios. El primero es que tenga unas condiciones de salud adecuadas. Estamos hablando de Cirugía plástica en su vertiente estética, son cirugías electivas. Tenemos que valorar si el paciente, por sus condiciones de salud, no reúne demasiados riesgos. Si pensamos que el riesgo es muy alto lo vamos a posponer hasta que esté en una situación que sí se pueda hacer o la vamos a rechazar. 

Otra es que las expectativas sean razonables. Que realmente lo que la cirugía le pueda ofrecer se pueda corresponder a lo que esa persona está buscando. Si está buscando un resultado irreal, por su cuerpo, edad o sus características concretas, tampoco deberíamos operar a ese paciente.

Y aunque los cirujanos plásticos no somos psicólogos, sí que tenemos como un sensor (en ese sentido), vemos muchas situaciones. Generalmente, el paciente nos cuenta muchísimas cosas que no habla con su familia o a su entorno. Si nosotros vemos que esa persona no tiene una motivación clara, si se está operando porque está pasando una mala situación emocional y está muy inestable, por ejemplo, pues seguramente le vamos a recomendar que en ese momento no se opere.

Y tampoco debemos realizar una cirugía para la que no nos encontramos capacitada. No podemos operar por operar. Es fundamental que los cirujanos tengan la formación adecuada y ahí entramos en el problema del intrusismo. Esa es una clarísima línea roja. Si un profesional no tiene una formación adecuada para hacer esa cirugía, no lo debe hacer en ningún momento porque estamos jugando con la vida de los pacientes


"El intrusismo en Cirugía plástica debería controlarse más desde la autoridades sanitarias"



¿Cómo se deberían poner esos límites? 

Algunas deberían controlarse mucho mejor desde las autoridades sanitarias, sobre todo el tema del instrusismo. Ahora mismo, en España no es obligatorio tener la especialidad de Cirugía plástica, reparadora y estética para hacer Cirugía estética. Parece que con cualquiera formación médica se puede hacer. Eso es un problema. Tenemos una ley de hace más de 50 años. Si no estás formado en Cirugía plástica, no tienes la capacidad ni la formación para hacer esa intervención. Es necesario establecer muy bien qué especialidad hace falta para cada tipo de intervención. Estamos detrás de eso desde desde la Sociedad de Cirugía Plástica, sobre todo desde Secpre, porque es fundamental.

Sobre las otras líneas rojas que mencionaba (las condiciones psicológicas), es muy difícil decirle a un paciente que vaya a un psicólogo, porque además se ofende. Hay que ir sacándolo con sutileza. Si vemos que tiene una cierta inestabilidad, pues preguntar a la familia o indagar si está tomando alguna medicación cuando hacemos la historia clínica. O si está yendo al psicólogo, preguntarle al paciente por la opinión que le está dando ese profesional. A veces se puede sonsacar y otras no, es muy difícil.

Igualmente, es muy difícil rechazar a un paciente porque consideramos que no tienen las características psicológica adecuadas. Entonces recurrimos a ponérselo muy difícil, decimos que no está en el momento ahora mismo. Pero no todo el mundo lo hace, el problema es que vivimos de esto, tenemos que pagar muchas cosas. Pero sería fundamental que nunca operáramos un paciente que sentimos que no debemos intervenir. Tenemos que rechazar las cirugías que consideramos que no se deben hacer.

¿Has dicho que no alguna vez a operar a un paciente por ética médica?

Sí, mucha. Gracias a Dios que me lo puedo permitir. Rechazo sobre todo si considero que los riegos superan el beneficio que pueda tener. Si considero que la cirugía tiene un riesgo y complicaciones importantes no opero. Y así se lo digo al paciente. Igual que si cree que va a obtener un resultado que, por lo menos, de mis manos no lo va a conseguir, se lo digo. 


"Las corporaciones y empresas que montan franquicias quieren convertir la Cirugía plástica en un bien de consumo"



¿Cómo valoras los prejuicios que hay hacia los cirujanos plásticos?

Hay muchos prejuicios y nos salpican a todos los cirujanos plásticos. Se dice que todos los cirujanos plásticos vamos todos por el dinero, que no miramos por la salud del paciente. La imagen de cirujano plástico frívolo que lo único que le importa es hacer caja nos acompaña desde siempre.

No ha ayudado mucho la publicidad de las corporaciones y empresas que montan franquicias y hacen publicidades masivas con ofertas. Eso no ayuda nada. El tema de la oferta y los precios competitivos como reclamo es hasta ilegal, no se puede publicitar un acto sanitario de esa manera. Y eso lo recogen todos los códigos deontológicos médicos. Pero ellos lo hacen porque quieren convertir la Cirugía plástica en un producto de consumo. Eso ha dañado la imagen que ya que ya teníamos. Por eso es tan importante que desde la sociedades (científicias) controlemos que eso no siga pasando así. Es muy importante para nosotros es que la población no respete para que confíen en nosotros y nos escuchen cuando les estamos dando consejos.

Publicidad de intervenciones estéticas


¿Consideras que hace falta regulación publicitaria sobre la cirugía plástica?

Sí, hay que ser más estrictos. Desde Secpre estamos cansados de comunicar cuando la gente está haciendo ofertas, tirando precios... porque está en contra de todos los códigos. Parece que son leyes de mercado, pero no. Hay una ley de publicidad que establece que los actos sanitarios no se pueden promocionar de esa manera. Pero tendría que ser mucho más estricto. Por ejemplo, en Reino Unido han prohibido que personas ajenas a las profesión, como influencers, hablen de la cirugía. Pueden hablar de su experiencia, pero no aconsejar intervenciones o productos. 

¿Veis voluntar por parte de las Administraciones de legislar sobre esta materia?

No hay mucha. Creo que debería haber mucha más porque esto no es un mercado. Debería haber más iniciativa para regular la publicidad, hay que controlarla más. 


"Si te operas debería ser para tí mismo, no porque te sientas presionado a tener un aspecto determinado"



El futuro de la Cirugía plástica


Con los movimientos de salud mental, body positive, ¿crees que la demanda de cirugía estética se reducirá en un futuro?

Yo creo que no. La demanda no va a disminuir, conforme más se conoce la cirugía plástica, más gente la quiere solicitar. Eso es inevitable. Lo que sí que me gustaría es que las personas se operaran para sí mismas, no para seguir un canon, no porque se comparen con otra gente. Estaría bien que dejáramos de juzgarnos los unos a los otros y que estas corrientes sirvan para que cada uno siga su patrón. Que si te operes sea para tí mismo, no porque te sientas presionado a tener un aspecto determinado. Así las cirugías serían mucho más racionales. De hecho, ya no es tan común porque a su novio o a su marido le va a gustar más así. Eso ya no lo veo. Hemos mejorado mucho en ese aspecto.

¿Cómo ves el futuro de la profesión?

Tengo esperanzas. Ya se ha aprobado en el Parlamento una propuesta para modificar la actual ley de establecimientos sanitarios para regular el tema del intrusismo. Ahora tiene que llegar a la fase legislativa. Estamos presionando un montón para que deje de ocurrir eso, que no pueda operar en ninún hospital ni en ningún centro una persona que no tenga el título que lo faculte para ello. Por la seguridad de los pacientes.

Ahora cada vez que hay un problema médico se divulga muchísimo, espero que esto haga que todo lo que se realiza mal salga a la luz, para que se vea más necesario que es imprescindible una adecuada regulación. A la gente esto le llama mucho la atención. ¿Cómo te vas a poner a hacer hernias abdominales si eres traumatólogo? Pues entonces, ¿cómo te vas a poner a hacer una maxtoplexia o una liposucción si eres un cirujano vascular? Que cada uno haga para lo que se ha formado, que para eso tenemos el sistema MIR. Confío en que esto se regule, pero parece que va a tardar. Parece que no es prioritario, que los cirujanos plásticos somos unos privilegiados que lo que queremos es que este campo de la cirugía sea solo para nosotros. Pero lo que queremos es que se regule, que las cirugías sean seguras y no haya esas complicaciones de las que oímos hablar, la mayoría de las veces por personas que no tienen la formación adecuada.
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