CMBD, sobrediagnóstico e individualización de la atención son los ejes en que ha girado esta primera jornada

La reunión de Gestión Clínica de la SEMI ‘repiensa’ el hospital
Javier Marco, coordinador del Grupo de Trabajo de Gestión Clínica de SEMI.


1 mar. 2018 17:55H
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POR MARCOS DOMÍNGUEZ
El Grupo de Gestión Clínica de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) ha celebrado recientemente su primera reunión, una prometedora jornada donde se ha hablado del hospital como un todo y de ir más allá de la clínica para encontrar la mejor manera de atender al paciente actual.

La gestión clínica “es un campo un poco duro para la mayoría de médicos, que creen que la Medicina es solo actividad clínica, pero seguimos empeñados en extender los conocimientos de gestión o de filosofía de lo que debe ser la Medicina Interna entre los socios de la SEMI”, comenta a Redacción Médica el coordinador del grupo, Javier Marco.


La gestión clínica "está empezando a ser tratada en la formación del internista"


“Está empezando a ser tratada en la formación del internista, y la SEMI quiere que entre a formar parte definitiva del currículum de los residentes”, explica. Con este punto de vista y el valor del internista como generalista del hospital y “el especialista que lleva de la mano al paciente en la transición de un ámbito a otro”, Marco considera que hay mucho que avanzar en el hospital para dar respuesta a los pacientes “con procesos complicados o pluripatológicos, que necesitan otro tipo de estructura” hospitalaria diferente de la actual.

La reunión ha girado en torno al libro ‘Por una Medicina Interna de Alto Valor’, que se presentó en el pasado congreso nacional de la SEMI y que marca una hoja de ruta para mejorar la actividad del internista y los resultados del paciente. Entre los temas tratados en esta primera jornada, el especialista del Clínico San Carlos destaca los últimos cambios en el Conjunto Mínimo Básico de Datos (CMBD) del Ministerio de Sanidad, que “tiene a los hospitales del SNS un poco despistados porque es más rico y complejo, sobre todo en el apartado quirúrgico”.

Marco hace hincapié en la necesidad de que los informes clínicos al alta “reflejen bien la complejidad de los pacientes que vemos. La financiación de los hospitales se basa mucho en la complejidad de los pacientes a los que atendemos, y si no hacemos bien estos informes, todo se pierde”.

Sobrediagnóstico y plan de cuidados individualizado

Otro de los puntos que destaca el internista es la mesa dedicada al sobretratamiento y sobrediagnóstico. “Empujados por la industria farmacéutica, se intenta bajar el umbral para diagnosticar una enfermedad”. Pone como ejemplo la reciente y polémica guía de hipertensión elaborada por la American Heart Association (AHA), que reducía los niveles para ser diagnosticado de la enfermedad. “Estamos creando mucha iatrogenia”, se queja Marco.

El especialista cree que la Medicina Interna “debe intentar liderar el proceso de que el paciente tenga un plan de cuidados individualizado para que no aparezca en el Servicio de Urgencias sin que se sepa nada de él, sino que tenga una persona a cargo”.

Marco abunda en este concepto de internista “que sea capaz de comunicarse con el paciente y con sus familiares, y que pase a tomar decisiones no de una forma paternalista sino que haga las cosas de manera que las decisiones se tomen de forma compartida entre paciente y médico”. Hacer la Medicina más humana es sin duda uno de los puntos de ‘alto valor’ que el libro de cabecera del internista del siglo XXI tiene como objetivo.
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