AP imagina a médicos pagando su propia seguridad privada por las agresiones

El Foro de Médicos de Atención Primaria advierte de que, de continuar la inseguridad de los últimos tiempos en los centros de salud, “no es difícil imaginar que en un tiempo breve veamos consultorios cerrados por falta de profesionales que huyen de la inseguridad” y “centros de salud con seguridad privada contratada por los propios profesionales”.

Tras analizar los últimos casos de agresiones –como los sucedidos en El Garrobo y en el barrio de Les Corts de Barcelona–  culpa a la Administración por su “pasividad demostrada” y le conmina a que asuma y garantice la seguridad de las y los profesionales.

Garantizar la seguridad

Para el Foro, la Administración debe “asumir su responsabilidad en garantizar la seguridad de sus profesionales”, aplicando de forma urgente y contundente medidas técnicas para la protección de los mismos, además de “dar la cara ante la población, informándoles de las limitaciones del sistema que se puedan dar en determinados momentos, evitando las mismas y por supuesto demostrando que sus profesionales y pacientes están por encima de cualquier interés político”.

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"Es como si el paciente siempre llevara la razón y la Administración tratara de minimizar los hechos"

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Las autoridades sanitarias son las “corresponsables” de las agresiones “junto a determinado tipo de usuarios”. “Dado que los intereses políticos y las presiones de las administraciones locales priman sobre una asistencia de calidad para el paciente que lo necesita y sobre la seguridad del profesional”.

Profesionales con miedo

Para los portavoces del primer nivel es “como si el paciente siempre llevara la razón y la Administración tratara de minimizar los hechos y disuadir al profesional de denunciarlos sin tomar ninguna medida que asegure su integridad y desautorizándolo frente al paciente”.

Por eso advierten de un futuro de “profesionales con miedo y completamente abandonados” y señalan que las denuncias que se llegan a cursar y aquellas que aparecen en los medios “son sólo la punta del iceberg”, “los insultos y amenazas están ya a la orden del día”.