Ingenieros desarrollan unas lentes de estructura flexible que se ajustan automáticamente al enfoque de cada persona

Las gafas del futuro se 'autogradúan' en función de la visión del paciente
Las lentes pueden cambiar el enfoque de un objeto a otro en 14 milisegundos.


9 feb. 2017 9:00H
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Investigadores de la Universidad de Utah (Estados Unidos) han desarrollado unas gafas inteligentes con lentes basadas en líquidos que permiten ajustar de forma automática el enfoque de lo que una persona está viendo, tanto de lejos como de cerca.

El hallazgo, que publica la revista 'Optics Express', busca evitar que las personas que tienen gafas de lectura tengan que ponérselas y quitárselas todo el tiempo. "Ya no habría que hacerlo, te las pones y siempre se ve todo claro", ha reconocido Carlos Mastrangelo, ingeniero que ha desarrollado este dispositivo.

Cuenta con una estructura flexible

El ojo humano tiene una lente interior que ajusta la profundidad focal dependiendo de lo que se mire. Pero a medida que la gente envejece, la lente pierde su capacidad de cambiar el enfoque, por lo que muchas personas acaban necesitando unas gafas de lectura o bifocales para ver objetos de cerca (hipermetropía) y otras gafas regulares para ver de lejos (miopía). Para acabar con esto, Mastrangelo y su equipo diseñaron unas gafas de glicerina, un líquido espeso e incoloro sujeto por unas membranas flexibles de goma en la parte delantera y trasera. La membrana posterior de cada lente está conectada a una serie de tres propulsores mecánicos que empujan la membrana hacia adelante y atrás, como un pistón transparente, cambiando la curvatura de la lente líquida y la distancia focal entre la lente y el ojo.

"La longitud focal de las gafas depende de la forma de la lente, por lo que para cambiar la potencia óptica realmente tenemos que cambiar la forma de la membrana", ha explicado Mastrangelo.

Las lentes se colocan en monturas de gafas especiales también desarrolladas por estos investigadores, que diseñaron un sistema electrónico y una batería para controlar y encender los propulsores. Y en el puente de los cristales hay un medidor de distancia de los cristales con un objeto, a través de impulsos de luz infrarroja. Cuando el usuario mira un objeto, el medidor mide instantáneamente la distancia y le dice a los propulsores cómo curvar las lentes.

Enfoca en 14 milisegundos

Si el usuario ve otro objeto que está más cerca, el medidor de distancia se reajusta y le dice a los propulsores que cambien la forma de la lente para la hipermetropía. Las lentes pueden cambiar el enfoque de un objeto a otro en apenas 14 milisegundos, e incorpora una batería recargable en la montura podría durar más de 24 horas por carga.

Antes de usarlas por primera vez, todos los usuarios deben introducir sus datos de agudeza visual en una aplicación para dispositivos móviles que también han desarrollado, que luego calibra las lentes automáticamente a través de una conexión 'Bluetooth'. A partir de ahora, los usuarios sólo tienen que hacer eso una vez, salvo que sus datos varíen con el tiempo, lo que permite a los usuarios no tener que comprar gafas nuevas o modificar su lente. El objetivo, según los creadores, es lanzar al mercado un primer modelo dentro de unos tres años.
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