Estos profesionales funcionan como personal de soporte, a la espera de un empoderamiento de los médicos

Los ingenieros hospitalarios, soporte para telemedicina e IA
Antonio Jiménez y Francisco Reguera, ingenieros técnicos en el Hospital de Jerez.


2 ene. 2024 7:00H
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La Ingeniería Hospitalaria presenta un papel clave en el impulso de la transformación digital en la salud y en la telemedicina. Desde el primer paso en las consultas virtuales hasta el horizonte de cirugías robotizadas a distancia, este equipo multidisciplinar construye puentes entre los facultativos y los pacientes, en un contexto marcado por una falta de impulso, tanto por parte de los profesionales sanitarios como por parte de las Direcciones Generales. “Nosotros somos personal de soporte, pero estamos amparados a las necesidades de los especialistas de la salud, que deben empoderarse y decir hacia dónde va esto” explica Antonio Jiménez, ingeniero técnico en el Hospital de Jeréz.

Según detalla el especialista a Redacción Médica, el paradigma actual parte de un sistema que dispone de la tecnología necesaria para continuar prestando avances tanto en Servicios médicos telemáticos como en Inteligencia Artificial (IA). A pesar de esto, Jiménez considera que “no ha existido todavía una necesidad ni un impulso por parte de quienes llevan a cabo la actividad asistencial”, que sirva para “dar un salto hacia nuevas incorporaciones en telemedicina e IA dentro de un sistema sanitario público”.

Según Francisco Jesús Reguera, ingeniero técnico del mismo hospital, la propia actividad asistencial es uno de los principales retos y desafíos a los que se enfrenta la Ingeniería Hospitalaria en cuanto a la implantación de la telemedicina y la IA. Esto se debe a que supone “un cambio de paradigma en cuanto a la atención al paciente”. “Es una disrupción con la forma anteriormente establecida, una vez que la actividad asistencial vaya empujando, nosotros seguiremos avanzando, porque siempre actuamos a modo de soporte”, detalla.

“La inteligencia artificial se está aplicando a todos los campos y, por supuesto, también a la medicina. Dentro de eso, la telemedicina es un camino sin retorno. Habrá que ver si las organizaciones sanitarias, tanto públicas como privadas, están a la altura de presto que se vislumbra y que se presenta en ya en la actualidad”, señala Reguera.


Faltan medios para avanzar en telemedicina


Para Reguera, avanzar en este campo es un proceso lento y complejo. “Se están dando pasos pequeños, pero todavía no hemos sido capaces de ponernos al nivel que deberíamos, poco a poco”, comenta. “Lo que sí es cierto es que se está avanzando, sobre todo a raíz de la pandemia, que nos ha hecho ser conscientes de la necesidad real de la aplicación de la telemedicina”, añade el experto.


Fernández: "En el sistema sanitario público los avances en telemedicina no son ágiles"



En este sentido, Fernández considera que serán las nuevas generaciones quienes den ese impulso de cara a resolver las nuevas demandas en la asistencia sanitaria. “Ahora mismo, por lo menos en el sistema sanitario público, los cambios no son ágiles. Existen una gran cantidad de pasos a dar y hay que contar con autorizaciones previas, porque es muy importante que prevalezca la garantía de que los datos sanitarios que se van a tratar estén cifrados y permanezcan en una red totalmente segura. Todo eso conlleva un trabajo dificultoso, el cual no es baladí y no se puede hacer de un día para otro, aunque la tecnología lo permita”, expone.

En su opinión, los avances tecnológicos en estas materias, en la actualidad, pertenecen más bien al sector privado. “Es un producto sanitario que se implementa como un aditamento en gran parte a lo que es actualmente el portafolio de negocio del equipamiento médico, de diagnóstico o de terapia”, detalla. “La Ingeniería Hospitalaria interviene cuando la incorporación de esos sistemas desarrollados por la industria privada llegue a los sistemas sanitarios públicos”, señala Fernández, aunque en los hospitales del SNS también se trabaja en investigaciones relacionadas con esta materia.

Por este motivo, el experto explica que, aunque la Inteligencia Artificial se encuentra ya a servicio de todos, continúa teniendo fallos porque dispone de un repositorio de información en el que todavía falta desarrollo. “Dentro del campo de la informática, el desarrollo de la inteligencia artificial va muy vinculado a la industria privada y a la I+D+i”, detalla.


Así influye la IH en la telemedicina


Una de las cuestiones básicas, aunque no estrictamente necesarias, para un buen implemento de la telemedicina en las consultas es adaptar los espacios existentes. “No es necesario un gran despliegue de la infraestructura ni de las instalaciones, ya que para una atención en primer nivel solamente es necesario disponer de un equipo informático adecuado, a ser posible, con cámara y una red de datos con suficiente ancho de banda para poder realizar una transmisión en tiempo real”, explica Reguera.

Dotar una sala para el uso de la telemedicina puede conllevar una versión de unos 75 mil euros, según comenta Reguera, “no supone un gran despliegue ni un gran dispendio”, añade. Para la adaptación del espacio existente instalaron diferentes equipos informáticos, así como una red de datos, aunque “no tiene por qué ser así”, detalla el experto.

Junto a ello, lo esencial es la ciberseguridad de las comunicaciones, ya sea para los profesionales como para los pacientes. Según Reguera, esto entra dentro del ámbito de las competencias de la Subdirección de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, “que aplica los estándares y normativa en vigor para garantizar que en todo momento el traslado de información se realice bajo unos parámetros seguros”.

Además, una de las ramas principales de la Ingeniería Hospitalaria es la electromedicina. “En este caso se puede intervenir en el diseño y configuración de productos y equipos sanitarios, incluyendo el propio software del que dispone dicho equipo. Por ello, este tipo de tareas son desarrolladas principalmente en los departamentos de I+D+i de las diferentes compañías de alta tecnología que se dedican al sector sanitario, con especialistas en big data y siempre con un equipo multidisciplinario que incluye diferentes especialidades y conocimientos”, desarrolla Reguera.


La integración de la Inteligencia Artificial en la telemedicina


La IA ya se encuentra integrada en los hospitales del Sistema Nacional de Salud. Entre otras cuestiones, en el ámbito de la telemedicina se aplica a la monitorización de pacientes en parámetros relacionados con la movilidad. “La monitorización de pacientes a distancia es una de las mayores aplicaciones en la que unimos la telemedicina con la inteligencia artificial”, señala.


Reguera: "La Inteligencia Artificial aporta un valor añadido a la telemedicina"



“Se puede aplicar a pacientes de cardiología o de diabetes, entre otros. La inteligencia artificial permite tener un gran repositorio de casos que pueden anticipar una posible incidencia de salud en ese paciente monitorizado” comenta el experto.

En su opinión, la IA “aplica un alto valor añadido” porque permite “o bien diagnosticar con un grado de alta probabilidad de acierto, o bien poder anticiparnos teniendo en cuenta la multitud de parámetros existente o de imágenes que tenemos ante los posibles problemas de salud del paciente”, sentencia Reguera.


Desafíos en telemedicina para la Ingeniería Hospitalaria


El uso de los dispositivos por parte de los pacientes representa uno de los mayores desafíos para los ingenieros hospitalarios. “Debemos asegurar su seguridad, su sencillez de manejo y la configuración, para así garantizar su que sean efectivos para cualquier tipo de paciente, independientemente de su conocimiento sobre tecnología”, detalla Reguera.

Junto a esto, otro de los mayores desafíos es todo lo relacionado con las cirugías, es decir, operar a distancia mediante robots a un paciente. “Eso va a exigir, obviamente, un diseño seguro, fiable y preciso”, comenta.

Aunque es una realidad cercana, todavía queda camino para que esto sea una práctica habitual o necesaria en España. En opinión de Jiménez, en nuestro país “no existe la posibilidad de tener una sala con una infraestructura que garantice que durante esa cirugía no pueda haber ningún fallo”, señala. “Tampoco se han creado guías de diseño ni grupos expertos que desarrollen cómo debe hacer un hecho”, añade.
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