Inmediatez y terapias personalizadas transforman el 'valor' en sanidad

El concepto del ‘valor’ en la sanidad cambió a medida que se modernizaba la tecnología hospitalaria y la propia infraestructura de los centros. Hoy, los pacientes no solo reclaman soluciones a sus patologías, sino también una atención más personalizada e inmediata.

Así lo han expuesto los ponentes de la mesa sobre la adquisición del valor en los hospitales celebrada en el marco del IX Encuentro Global de Ingeniería Hospitalaria, evento organizado por Redacción Médica con el auspicio de la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria (AEIH), el patrocinio de Carburos Médica y la colaboración de Camfil, Ferrovial Servicios y Grupo Empresarial Electromédico (GEE).

Los expertos debaten sobre el concepto de 'valor' en sanidad.

La mesa, que ha sido moderada por Alfonso Quiroga, gerente senior de Sanidad de Ferrovial Servicios, ha contado con las intervenciones de Antonio Jiménez, jefe de Electromedicina del área de Gestión Sanitaria Sur de Sevilla; Josep María Giménez, director económico del Hospital de Bellvitge de Barcelona; Julio Mayol, director médico del Hospital Clínico San Carlos de Madrid; y Ángel Blanco, director de Organización, Procesos y Sistemas de Información de Quirónsalud, que ha participado de forma telemática.

El propio Ángel Blanco ha destacado que la innovación ha arrastrado consigo “el mayor cambio de la historia de la Medicina”, que no es otro que “el protagonismo del paciente”. “Las urgencias no las decidimos nosotros, sino ellos”, ha apuntado el director de Organización de Quirónsalud, que ha añadido que “el concepto de calidad” de los usuarios “ya no es la solución, es la inmediatez”.

“Hay un cambio radical en los procesos para que se lleve el hospital a casa. Lo que quieren los pacientes es inmediatez, transparencia y atención personalizada”, ha reiterado. En este sentido, ha explicado que el uso de nuevas tecnologías está permitiendo cosas “que no se consiguen con fármacos”, como es que los usuarios pasen menos tiempo en los hospitales o que sean capaces de disponer de información instantánea sobre su estado de salud.

Josep María Giménez, en el atril. Junto a él, Julio Mayol, Alfonso Quiroga y Antonio Jiménez.

En palabras de Julio Mayol, existe una “enorme variabilidad” a la hora de medir el valor en la sanidad. “No sabemos el impacto, porque nos pasamos la vida escribiendo ‘papers’ de introducción sin que importen los resultados”, ha manifestado. A este respecto, ha reivindicado que “por muy bonita que sea la estrategia”, esta no sirve “sin la eficiencia pura y dura”.

Cómo calcular el valor en sanidad

No obstante, los centros sanitarios disponen ya de herramientas para medir el valor, por ejemplo, en lo que requiere a las compras. Ejemplo de ello es el hospital de Bellvitge, cuyo director económico ha detallado la adquisición de cinco proyectos (Pri-Eras, Critic-Contas, Strack, Adele y Ritmocore).

Según Giménez, no hay “reglas de oro” a la hora de saber el presupuesto adecuado de una compra, pues las posibilidades son muy diferentes y no se puede saber de antemano el precio más adecuado el precio exacto de este tipo de procesos. En este sentido, ha explicado que es necesario “ir a cuál es el coste y el ahorro asociados a la innovación”.

A modo de ejemplo, ha explicado que el hospital catalán acordó con la compañía tecnológica Adele un proceso de insuficiencia cardíaca con el que se logró reducir los reingresos hospitalarios de entre el 15 y el 30 por ciento de los pacientes, un movimiento enfocado a ahorrar el 75 por ciento de los costes estos reingresos. 

Finalmente, Antonio Jiménez ha detallado el modo de trabajo en el área de Gestión Sanitaria Sur de Sevilla, que se inicia con un grupo de trabajo multidesciplinar y que sigue con un estudio de las propuestas, la priorización de las mismas y el abordaje de la inversión.

El propio Jiménez ha asumido que “ningún método es perfecto” y surgen dificultades, entre las que ha citado la creación de expectativas, la comparación entre unidades, los problemas de ejecución, los proyectos que se quedan a medias por imposibilidad de abordaje económico o por normativas de seguridad industrial.

Los ponentes, durante la celebración de la mesa organizada por Redacción Médica.