Expertos de distintos ámbitos sanitarios y sociosanitarios coinciden en la urgencia de cambiar de modelo

"Cuando el Covid acabe, que nadie se olvide de los mayores en residencias"
Rosario Azcutia, Francisco José Sáez, Javier Godoy, Cristina Alcalá y Pilar Ramos.


21 oct. 2020 19:40H
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El VIII Encuentro Global de Ingeniería Hospitalaria, auspiciado por la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria (AEIH) y patrocinado por Carburos Médica, ha comenzado con una mesa de debate dedicada a la medicalización de las residencias de ancianos, cuestión en auge tras la pandemia de coronavirus Covid-19

"Los centros de salud sociosanitarios no deben medicalizarse porque no son hospitales, son centros de bienestar social donde la vida tiene que ser lo más normal posible", ha defendido Rosario Azcutia Gómez, directora de Continuidad Asistencial del Hospital 12 de Octubre, que ha destacado la necesidad de que se aborde la prevención física de los mayores pero también la social. 

Javier Godoy Pallarés, director de Carburos Médica, ha resaltado la situación vivida en las residencias españolas durante la crisis sanitaria derivada del Covid-19. "En la pandemia, el sistema no ha podido absorber la atención a los mayores de las residencias y hemos tenido que apoyarlas", ha lamentado, subrayando la "perversión" del sistema basado en "costes", por lo que es importante decidir "qué es medicalizar", sobre todo en una residencia de ancianos.

El sector sanitario y sociosanitario reclama reformas en la atención a mayores.

Por su parte, Pilar Ramos González, vicepresidenta del Círculo Empresarial de Atención a las Personas (CEAP) y presidenta de la Asociación Madrileña de Atención a la Dependencia (Amade); ha insistido en que, durante la crisis sanitaria, la opinión pública demandaba la presencia de médicos en la residencia igual que en las puertas de los domicilios. "Hay que plantearse cuál es el modelo de residencia que queremos", ha destacado, advirtiendo que conlleva también un debate económico. "El Covid no ha preguntado a nadie por dónde ha entrado", ha ejemplificado, señalando que una plaza en una residencia pública cuesta en torno a 4.000 euros.

"Trabajemos en un modelo de atención", ha instado Ramos, llamando la atención en que "lo público no es gratis" y los trabajadores tienen que recibir un salario. "Cuando el Covid acabe, que a nadie se le olvide que los mayores siguen viviendo en residencias", por lo que hay que hacer atractivo que médicos, enfermeros y demás profesionales sanitarios quieran trabajar en estos centros, considera.

Envejecimiento de la población


Francisco José Sáez Martínez, responsable del Grupo de Trabajo de Cronicidad de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), ha recalcado las consecuecias del envejecimiento de la población, "lo que marca una serie de límites". 

"El coronavirus nos ha puesto en una situación diferente", ha evidenciado, señalando las miles de muertes que se han producido por la pandemia en estos centros y las limitaciones que ha puesto de relieve. "Se piensa que una residencia de mayores es un domicilio y desde Atención Primaria entendemos que no es así", ha señalado, argumentado que más que una "medicalización necesaria", habría que implantar una "sanitarización". "Es importante que estén allí enfermeras y técnicos auxiliares. Algo que, obviamente, genera unos costes", ha incidido. 

Rosario Azcutia ha hecho hincapié también en que, aunque la Ley de Dependencia supuso un avance en el abordaje en centros sociosanitarios, no se acabaron de establecer unos criterios homogéneos en la atención a los mayores. En este este punto, Javier Godoy también ha expuesto que "habría que cambiar la formula de financiar la sanidad", para, de este modo, plantear cuestiones ahora debatidas como la asistencia remota. 

"En CEAP hicimos un estudio de polimedicación y el ahorro en medicamentos podría ser grande", ha indicado Pilar Ramos, que ha resaltado las dicotomías que se producen en estos centros donde, por ejemplo, los médicos no pueden recetar. 

Tanto Ramos como Sáez han destacado que, para llevar a cabo una mejora en las residencias es necesario replantear el modelo de financiación. "Tenemos que aumentar el gasto en las residencias de mayores y asumirlo de esa manera", ha remarcado Sáez, resaltando el trabajo que realizan desde su sociedad para definir una estrategia frente a la cronicidad. "La historia clínica no es compartida con las residencias de mayores,  por lo que los médicos y enfermeras no tienen la información", ha informado.  En este punto, ha explicado el "modelo tríptico" propuesto por la SEMG, para el que es necesaria una colaboración estrecha entre las residencias, los servicios de Geriatría y los centros de salud

Un momento del debate sobre medicalización en las residencias. 

Mayor coordinación


También Rosario Azcutia ha coincidido en la importancia de la coordinación y la telemedicina, que ha de formar parte del día a día de la sanidad. También, ha comentado la posibilidad de estratificar a los pacientes, como se desarrolla en algunas comunidades autónomas, y cómo clasificar a los "pacientes institucionalizados, que no están clasificados como crónicos complejos, lo que permitiría establecer un plan de entrada, de actuación del hospital, y de salida. De la misma forma que un paciente en domicilio, y eso lo estamos haciendo". 

Por su parte, y en referencia a la relación del sector social, sanitario y sociosanitario; Javier Godoy, que también ha destacado las posibilidades que ofrece la telemedicina en localidades más pequeñas; ha advertido que hay que prepararse de cara a las secuelas respiratorias que se tendrán que abordar en unos años a consecuencia de la pandemia de coronavirus, por lo que es probable que se necesite reforzar el suministro de oxigenoterapia en residencias. "Tenemos 20 años para prepararnos", ha advertido

Las residencias, ha querido remarcar Ramos, no es un lugar en el que "aparcar" a las personas mayores, por lo que se debe definir "cuál es el modelo y qué estamos dispuestos a defender como política sanitaria" para garantizar el bienestar de los mayores y las condiciones de los empleados. "Tenemos que trabajar en que haya más profesionales sanitarios y que no se vayan al extranjero", ha defendido, advirtiendo que los ancianos también mueren de otras enfermedades ajenas al coronavirus.

"No tiene sentido que los médicos de las residencias de ancianos cobren menos que los de un centro de salud", ha coincidido Sáez, que ha señalado otros agravios que sufren los profesionales sanitarios de las residencias, desprotegidos, por ejemplo, ante las agresiones. "No sólo es que la Administración gaste más dinero, sino que socialmente aceptemos ese cambio en la atención de las residencias de mayores. El coronavirus nos lo ha enseñado", ha sentenciado.

 Rosario Azcutia, Javier Godoy, Cristina Alcalá, Pilar Ramos y Francisco José Sáez. 


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