María Mayoral, Celso Arango y Coral Larrosa.
La
crisis en la salud mental de los jóvenes ha crecido en los últimos años. Tanto que los trastornos por ansiedad y depresión han duplicado su tasa de casos en la última década. Así lo han apuntado varios expertos durante el
XXIII Seminario Lundbeck, una jornada en la que se ha abordado el uso de distintas herramientas en relación este tipo de problemas de salud mental que son cada vez más frecuentes entre los menores de 25 años. Y todo ello bajo una misma idea:
es necesaria una prevención.
No obstante, antes de que los profesionales mostrasen sus apuntes sobre esta idea, la jornada ha comenzado con un acto de bienvenida, así como con las ponencias de otros expertos que han analizado el mismo asunto, pero desde distintas perspectivas. En concreto, subrayando la
importancia de la Atención Primaria en la detección temprana de los problemas de salud mental y en las razones del incremento de estos trastornos entre los más jóvenes. Así, además, se ha hecho un desglose con las principales cifras que muestran el auge de la crisis en la salud mental de los más jóvenes.
Tras esta primera parte, ahora ya sí, ha llegado el turno de las
herramientas, de la prevención, y de las recomendaciones. Los tres aspectos que han marcado las soluciones a la fotografía de depresión y ansiedad juvenil que
comenzó a dibujarse en España hace más de una década y que ahora empieza a verse más clara.
Quien ha abordado la perspectiva psicológica el ámbito de la salud mental mental de los más jóvenes ha sido
María Mayoral, coordinadora del programa de Enlace Salud Mental y Educación del Servicio de Psiquiatría, Psicología Clínica y Salud Mental del Hospital Universitario La Paz. Esta experta, con más de 20 años de experiencia, ha comenzado con el marco de la vulnerabilidad-estrés. En concreto,
en referencia al estrés, ha hecho alusión a los factores de la sociedad actual a la hora de incremento de los problemas de salud mental.
“No somos aún conscientes del peso que tiene en la
definición de la persona la imagen que los jóvenes proyectan en sus redes sociales”, ha introducido al respecto. “Los momentos de red, de encuentros, de comunidad, los hemos perdido”, ha añadido, además, en relación a la sensación de soledad que ha comenzado a imperar entre los menores de 25 años.
Asimismo, más allá de estos factores relacionados con la sociedad actual, Mayoral también ha añadido aquellos relacionados con el
ámbito familiar (en el que ha destacado, entre otros asuntos, la falta de habilidad de mentalización y regulación emocional en los padres), así como otros aspectos como el acoso escolar o las dificultades de aprendizaje en los centros escolares.
“El entorno trabaja 24 horas”, ha lanzado sobre la necesidad de que los más adultos tengan en cuenta el incremento de los problemas de salud mental entre los jóvenes en el marco de este XXIII Seminario
Lundbeck.
La psicoterapia en el tratamiento de la salud mental
“Cuanta más red tengamos, mayor será la amortiguación de los problemas”, ha avanzado. Esa
importancia del entorno ha sido uno de los ejes centrales de las declaraciones de esta experta, que ha destacado
las somatizaciones y el malestar corporal, así como emociones intensas y desreguladas, entre los efectos de quienes no disponen de esta red.
En este contexto ha sido en el que ha desvelado los
mecanismos para evitar este malestar, que deriva en la mayoría de las ocasiones en problemas de salud mental. Así, ha enumerado defensas de evitación, de vergüenza o de idealización.
“Las personas tendemos a externalizar los problemas de nuestras cosas. El papel de la psicoterapia es justo lo contrario. La psicoterapia sirve para ayudar a la persona a regularse y que pueda relacionarse”, ha lanzado durante su ponencia.
El antes y el después del Covid-19
Tras ella ha llegado el turno de abordar las consecuencias y la prevención en los problemas de salud mental de los más jóvenes.
Celso Arango,
director del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital General Universitario Gregorio Marañón y catedrático de Psiquiatría de la Universidad Complutense de Madrid, ha sido el encargado de ahondar en este aspecto.
“Ahora más que nunca hay que hablar sobre este tema. La importancia que ha adquirido la salud mental.
Hemos empezado a hablar algo de lo que no se hablaba”, ha introducido. Y, a la par, ha lanzado: “¿Qué partido político había incluido algo relacionado con la salud mental en su programa antes del Covid?”.
Para Arango,
la pandemia marcó un punto de inflexión a la hora de poner sobre la mesa los problemas de salud mental de menores de 25 años. “Ha visibilizado algo que ya estaba presente.
El Covid-19 ha sido un catalizador”.
“La edad media de los problemas de salud mental está en los 14,5 años”. Esa ha sido una de las claves que ha lanzado Arango durante su ponencia en el XXIII Seminario Lundbeck. Y, todo ello, bajo una declaración que ha utilizado a modo de resumen antes de desglosar los principales datos:
“No hay ni un solo trastorno mental que no se pueda prevenir”.
"La soledad no deseada mata"
Celso Arango ha continuado su intervención haciendo referencia al aislamiento en el que han comenzado a sumirse los jóvenes. En este sentido, ha relatado que “hay una paradoja entre una hiperconectividad y la soledad no deseada entre gente joven”. En este aspecto en el que ha resaltado que “la
soledad no deseada reduce los años de vida más que fumar 15 cigarrillos al día.
La soledad no deseada mata”.
Por otro lado, ha llegado el momento de las sustancias. Por ejemplo, en el caso del cannabis, este experto ha mostrado que la edad media en el
consumo de cannabis está en los 14,9 años. A ello también ha sumado el acoso escolar y el ciberbullying. “Ahora se ha trasladado a las redes. Se puede hacer desde fuera del colegio”, ha ahondado. “Un 16,5 por ciento de los
abandonos escolares están provocados por el acoso por tener un trastorno mental”.
“El hecho de poder dar un
espacio sin móviles es uno de los mejores escenarios para proteger a los jóvenes frente a los riesgos de problemas de trastornos mentales”, ha rematado este experto.
Con ello, Celso Arango ha puesto punto y final a su comparecencia, que ha versado en la
necesidad de dejar a un lado las pantallas, los móviles y fomentar los entornos familiares para prevenir los problemas de salud mental de los más jóvenes.
"Hay un estigma con la salud mental de los jóvenes"
Este XXIII Seminario de Lundbeck ha acabado con un
testimonio real. Tras las ponencias de los expertos, Laia Rico, una joven de 23 años, que ha contado su experiencia. "A los 14 años me di cuenta de que tenía un problema. No sabía qué era, pero le dije a mi familia que necesitaba ayuda", ha rememorado. Por entonces, tal y como ha recordado, no había recibido ninguna charla sobre la importancia de la salud mental,
"
Hay un estigma con la salud mental de los jóvenes, y todo empieza en el colegio", ha apuntado Rico. Cuando fue diagnosticada de depresión grave, cuenta que no recibió ninguna ayuda en su centro escolar. "Solo había malas miradas, falta de ayuda".
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