Hay un punto en común en todos los productos que se están desarrollando: la colaboración, de una u otra manera, con Estados Unidos



4 sept. 2014 21:20H
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Eduardo Ortega Socorro. Madrid
Los muertos por el brote de ébola en África no paran de aumentar. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cantidad de fallecidos es superior a 1.900. Una de las principales barreras a la hora de combatir la enfermedad es que no existe un medicamento que la trate más allá de ZMapp (de Mapp Biopharmaceutical, que todavía está en fase experimental) ni una vacuna que la prevenga. Por esta razón, varios laboratorios se han embarcado en una carrera en pos de hallar un anticuerpo o tratamiento que evite la infección.

Alex Gorsky y Andrew Witty, consejeros delegados de J&J y GSK respectivamente.

Dos son las compañías que van en ‘cabeza’, ambas norteamericanas. Por un lado está Tekmira Pharmaceuticals, de origen canadiense. El tratamiento que desarrolla ya está en ensayos clínicos y el valor de sus acciones ha crecido hasta porcentajes del 40 por ciento.

Por el otro lado está Newlink Genetics, que ha comenzado los estudios de fase I para desarrollar una vacuna para prevenir la transmisión del ébola y cuyas acciones también han aumentado su valor.

Ambas empresas comparten una característica: han recibido financiación directa de Estados Unidos para avanzar en sus investigaciones. En 2010, Tekmira firmó un contrato de 140 millones de dólares con el Departamento de Defensa con el fin de desarrollar un medicamento contra el virus. Mientras, Newlink, poco antes de agosto, llegó a un acuerdo con la Agencia para la Reducción de Amenazas contra la Defensa de Estados Unidos (DTRA, según sus siglas en inglés) para hallar una vacuna a cambio bajo el pago de un millón de dólares.

Participación de las multinacionales

Pero no solo estas compañías de reducido tamaño, bajo financiación pública estadounidense, buscan una cura contra el ébola. De hecho, uno de los laboratorios que aspira a encontrarla es Johnson & Johnson (J&J). El grupo norteamericano ha anunciado que los ensayos clínicos de su nueva vacuna contra el ébola, que incluye tecnología de la empresa danesa Bavarian Nordic, comenzarán a principios de 2015. Aunque la idea era dar con un producto con el que se pudiera proteger tanto de la cepa Zaire como de la de Sudán, al final la compañía ha decidido centrarse en la del África Occidental, para poder acelerar los procesos.

En cambio, GlaxoSmithKline (GSK) parece haber quemado todavía más etapas de desarrollo. El laboratorio anglosajón, con gran experiencia en enfermedades tropicales, podría comenzar los ensayos clínicos de su vacuna este mismo mes. La compañía informa de que planea elaborar existencias de hasta 10,000 dosis para un despliegue de emergencia si los resultados de las pruebas en humanos son buenos.

Hay una característica común entre los desarrollos de ambas multinacionales, que además les une con Tekmira y Newlink: la colaboración con Estados Unidos, dado que las citadas vacunas se están desarrollando junto a las autoridades norteamericanas.

Negocio

Aunque la epidemia de ébola todavía está localizada en el África Occidental y afecta a países de bajo nivel adquisitivo,  las compañías que den con una vacuna o medicamento a buen seguro harán negocio. Si la OMS da la voz de alarma y el ébola pasa a la categoría de pandemia, tanto los estados europeos como los norteamericanos querrán tener su propio reservorio de productos, para cubrir a su población en caso de contagio. Hay que recordar que solo en España la compra de vacunas y medicamentos contra la gripe A (la pandemia más reciente) supuso 333 millones de euros en 2009.

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