Expertos abordan la situación de la enfermedad respiratoria en un foro organizado por AstraZeneca

Los inhaladores, piedra angular en el tratamiento de asma y EPOC
Imagen de la jornada celebrada por AstraZeneca.


27 mar. 2017 12:50H
SE LEE EN 4 minutos
POR REDACCIÓN
La aparente contradicción que plantean los nuevos dispositivos para tratar las enfermedades respiratorias, basados en evitar los propios mecanismos de defensa que tienen los pulmones, ha sido el eje central de la jornada “La Gran Paradoja Neumológica”. Esta reunión, coordinada por Pere Casan, director del Instituto Nacional de Silicosis (INS) y del Área del Pulmón del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), catedrático de Medicina (Neumología) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Oviedo, con la colaboración de AstraZeneca, contó con la presencia de más de 80 neumólogos de toda España el pasado fin de semana en la sede del INS de Oviedo.
 
El pulmón es un órgano especialmente diseñado para que entre y salga aire del organismo y cuenta con mecanismos de defensa naturales para evitar que entren partículas extrañas y que en el caso de penetrar, puedan ser neutralizadas o eliminadas. “No obstante, la medicina quiere aprovechar el enorme potencial que le ofrecen los pulmones para hacer que penetren partículas con finalidad terapéutica y diseña artilugios y mecanismos que favorezcan esta penetración, y en esta dualidad radica la paradoja que estos días estamos analizando”, explicó Casan.
 
En esta línea, Jordi Giner Donaire, enfermero del Servicio de Neumología del Hospital de la Santa Creu i de Sant Pau, Barcelona, señaló que “el abandono del hábito tabáquico, la evitación de alérgenos, como y cuando tomar la medicación o el ejercicio son otros aspectos que el paciente debe conocer, especialmente aquellos pacientes con asma y EPOC, y aquí es donde juega un papel importante enfermería”.  
 

El uso de corticoides inhalados ha modificado la calidad de vida del paciente sustancialmente


La medicina moderna ha sido capaz de aprender de los mecanismos de defensa naturales del pulmón y desarrollar fármacos cuya estructura química, forma de presentación (partículas microscópicas) y sistemas de dispensación (aerosoles) están diseñados para atravesar estas barreras defensivas y depositarse en el tejido bronquial o alveolar. Así, Giner Donaire indicó que “en la actualidad contamos con un gran arsenal de nuevos fármacos que, administrados en forma de aerosol, han permitido alcanzar una relación beneficio-riesgo muy elevada. A este respecto, el uso de corticoides inhalados ha modificado sustancialmente la calidad de vida y el pronóstico de los pacientes asmáticos”, explicó este experto. Simultáneamente, prosiguió, “las técnicas de imagen (TACAR), los avances en genética y las nuevas moléculas biológicas, entre otros, han permitido avanzar más para un mejor control de los pacientes con enfermedades respiratorias”.
 
En esta línea, Giner Donaire señaló que “la vía inhalatoria es la piedra angular para la administración de fármacos empleados habitualmente en el tratamiento de las enfermedades pulmonares obstructivas como el asma o la EPOC”. Sin embargo, el principal inconveniente de esta vía es la dificultad de los pacientes para utilizar correctamente los diferentes dispositivos para su administración y que, en caso contrario, ocasiona un control subóptimo tanto del asma como de la EPOC.
 
El proceso de inhalación es complejo si no se conoce, lo que explicaría, aclaró este experto, que “hasta un 60 por ciento de pacientes cometa algún error en la técnica de inhalación, lo que repercutirá negativamente en la evolución de la enfermedad”. De hecho, continuó, “se calcula que los pacientes que utilizan incorrectamente los inhaladores doblan estas visitas no programadas al médico respecto a los que tienen una buena técnica de inhalación”.
 
La formación y educación del paciente en el uso de los inhaladores por parte del profesional de enfermería es fundamental, dada la cercanía y el trato directo con el paciente, pero la facilidad de uso del dispositivo ayuda igualmente a reducir errores. “Mientras más mecanismos de autocontrol disponga el dispositivo mucho mejor para el paciente. Por ejemplo, el inhalador Genuair  es un dispositivo que cuenta con mecanismos de este tipo. Cuando la inhalación ha sido correcta se oye un clic, además dispone de una ventana de color que indica que la dosis está preparada para ser inhalada, así como si la inhalación ha sido efectiva. Cuando el dispositivo llega a la última dosis, marcado por un contador, éste se bloquea, con lo que el paciente no puede utilizarlo más porque está vacío”, aclaró Giner Donaire.
¿Quieres seguir leyendo? Hazte premium
¡Es gratis!
¿Ya eres premium? Inicia sesión
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.