El programa MAIC, de Boehringer Ingelheim, busca promover modelos eficientes para su abordaje

Los ingresos por insuficiencia cardiaca crecerán un 50% en 25 años
René Saito, director médico de Boehringer Ingelheim España.


3 jun. 2021 15:00H
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En esta época del año se conmemora el día mundial de la Insuficiencia Cardíaca (IC), una enfermedad que supone gran parte de la carga sanitaria de nuestro país y que, además, cada día afecta a más personas. Se prevé que, en los próximos 25 años, se duplique el número de ingresos hospitalarios a causa de la IC.

Ante este escenario, Boehringer Ingelheim se anticipa a la urgencia de mejorar la asistencia otorgada a esta patología y por ello impulsa MAIC, un programa que busca fomentar modelos eficientes para el óptimo abordaje de la IC, con el objetivo de favorecer una mayor calidad de vida a los pacientes y, a su vez, promover modelos asistenciales eficientes y sostenibles para el sistema sanitario.

Actualmente, el 37 por ciento de los pacientes con IC precisan de algún reingreso hospitalario: el 30 por ciento, tras el diagnóstico y el 50 por ciento en la fase final de la enfermedad. Factores como la calidad en la atención durante la estancia hospitalaria, el seguimiento del paciente y un plan de cuidados tras el alta pueden ayudar a reducir la cifra de reingresos; así como incrementar la calidad de vida y la supervivencia. Estas evidencias muestran la importancia de repensar la atención prestada a los pacientes de IC, para diseñar un manejo de la enfermedad preparado para el futuro.

Un enfoque 360º, clave en el desarrollo de MAIC


MAIC aborda la IC desde una perspectiva multidisciplinar, involucrando a especialistas, expertos profesionales de distintas áreas y organizaciones de pacientes, para desarrollar una hoja de ruta que contribuya a optimizar los procesos asistenciales de esta patología.

Gracias a este enfoque, el programa ha conseguido identificar un conjunto de buenas prácticas aplicables a todos los niveles en los que se planifica y ejecuta la atención
sanitaria:

• Importancia de situar la atención de los pacientes de IC como una prioridad en los planes de salud pública. Se deben repensar las políticas sanitarias, estructurar un modelo de atención integrada e incorporarla en la cartera de servicios para asegurar que se contemple en las partidas de financiación. Igualmente, hay que apostar por un modelo de atención centrado en las personas; mediante la creación de indicadores basados en resultados, en lugar de en el nivel de actividad. Hoy en día, la segunda fórmula es normalmente utilizada, por ejemplo, asignando presupuestos según el número de consultas realizadas, lo que dificulta el desarrollo de una atención de calidad.

• Gestión de centros sanitarios. Resulta clave la creación de estructuras organizativas que tengan en cuenta los distintos niveles asistenciales. Este proceso facilita la gestión integrada y coordinada de toda la atención, desde los niveles superiores hasta los ámbitos primario y hospitalario. De esta manera, se conseguiría una mayor alineación para dar continuidad asistencial a los pacientes, favoreciendo un menor nivel de descompensaciones e ingresos hospitalarios.

Gestión clínica. Se deben destinar los recursos suficientes para garantizar la formación continuada de los profesionales, orientada a mejorar los resultados y el proceso asistencial. Igualmente, es necesario ampliar la perspectiva desde la que se atiende al paciente, pasando de un enfoque centrado en la consulta única a uno que contemple todo el proceso asistencial. Es decir, se debe mirar al paciente teniendo en cuenta todo su recorrido, e incluso valorar otras patologías que puedan estar relacionadas, con la misión de ofrecer una atención de mayor calidad que realmente favorezca su bienestar y reduzca las posibilidades de reingreso.

“Es imprescindible entender la insuficiencia cardíaca como una patología de alta complejidad, que requiere la coordinación de distintas especialidades médicas y la colaboración de todos los niveles sanitarios y de los profesionales implicados en su manejo. Este es el enfoque que hemos querido mantener en MAIC, con el objetivo de definir nuevos modelos que sean capaces de optimizar los procesos asistenciales y el uso de los recursos, siempre en beneficio de la salud de los pacientes”, explica Joan Heras, gerente de Healthcare y Acceso de Boehringer Ingelheim.

“La IC consume actualmente gran parte del coste sanitario. Por ejemplo, en Cataluña supone una octava parte del total de los recursos. Para poder optimizar esto y, paralelamente, mejorar la vida de los pacientes, es necesario abordar la IC desde un enfoque 360º, que implique a los distintos niveles asistenciales y garantice un seguimiento de la patología en todo su recorrido”, explica Josep Comín, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario de Bellvitge y Coordinador del informe MAIC. “Ahora somos muy eficaces en la atención urgente de la IC, pero debemos avanzar en los ámbitos de planificación, prevención y educación, así como lograr una integración de roles, que nos permita obtener una atención buena para el paciente, y sostenible para el sistema”, concluye. 
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