Supera por primera vez las 180 fábricas, de las cuales 111 corresponden a medicamentos de uso humano

España suma siete nuevas plantas de producción de medicamentos en 2024
El director general de Farmaindustria, Juan Yermo.


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La industria farmacéutica sumó siete nuevas plantas de producción de medicamentos en 2024, según la última actualización del Estudio de la implantación industrial del sector farmacéutico en España, realizado por la consultora ManageArt para Farmaindustria.

De este modo, nuestro pais ha pasado de las 174 contabilizadas en 2023 a un total de 181 fábricas, 111 de ellas de medicamentos de uso humano (99 de sintesis química y 12 de productos biológicos), con presencia en trece de las diecisiete comunidades autónomas.

Según el nuevo informe, la Comunidad Valenciana es la que más nuevas plantas suma, con tres, y de las siete nuevas plantas, cuatro son de medicamentos de uso humano. Castilla y León, Murcia y País Vasco también ven crecer su tejido industrial.

"Estas nuevas plantas evidencian el compromiso de la industria farmacéutica con la inversión en España. Los medicamentos son un bien estratégico y de seguridad, como ya quedó demostrado en la pandemia, porque tienen un valor crucial para la sociedad por su impacto en el sistema sanitario, los profesionales y los pacientes, pero también en el bienestar social, la productividad, el empleo y la economia, en general", afirma el director general de Farmaindustria, Juan Yermo.

Las plantas de la industria farmacéutica en España producen por un valor superior a los 23.000 millones de euros, más del 30% de la producción de bienes de alta tecnología en España. El otro gran impacto de las fábricas del sector está relacionado con el empleo, tanto por su efecto de arrastre en otros sectores como por la calidad de este, con un nivel salarial por encima de la media. El primer estudio realizado por ManageArt en 2022, y el más extenso, ya detallaba que las plantas industriales de fabricación de medicamentos en España emplean de forma directa a más de 36.000 personas. Además, sumando los empleos que genera la industria farmacéutica, tanto indirectos como inducidos, por su elevado número de proveedores y servicios externalizados, las plantas farmacéuticas contribuyen con más de 183.000 empleos en España.

"La Unión Europea ha situado a nuestro sector como uno de los cuatro sectores industriales estratégicos en la región, junto al sector energético, el alimentario y el de las tecnologías digitales. Por eso, el momento actual es único para que España se convierta en un referente mundial en investigación y producción de medicamentos innovadores", subraya Yermo.

España, por tanto, se ha posicionado como uno de los países europeos con mayor potencial de producción de medicamentos y tiene las bases apropiadas para convertirse en un gran centro de producción en Europa. Las fábricas de medicamentos españolas atesoran fortalezas como la alta calidad de las plantas, los costes competitivos, la disponibilidad de tecnología avanzada y de personal cualificado y el entorno laboral atractivo, pero también afrontan desafios importantes y urgentes, que van desde la alta dependencia del exterior en el abastecimiento de materias primas a la necesidad de impulsar la inversión en digitalización y plantas biotecnológicas.

"La reciente revisión del plan Profarma -valora el director general de Farmaindustria- es una buena noticia para el sector, pues es el primer programa de la Administración para impulsar la competitividad y la autonomía estratégica, en linea con la posición europea y la Estrategia de la Industria Farmacéutica en España. Los nuevos incentivos propuestos (inversiones digitales, medioambientales, en producción de medicamentos estratégicos y biológicos, etc.) ayudarán a fomentar la inversión en España en un momento en el que otros países en Europa están incrementando los incentivos de una forma contundente. No podemos permitir, después de los avances alcanzados en los últimos años, que España quede atrás y pierda relevancia como hub de I+D y producción".

Serias amenazas globales y un contexto incierto a nivel europeo y nacional


Aunque importantes, las mejoras en el Profarma no van a ser suficientes en el contexto de alta tensión geopolitica actual. "Debemos aumentar el incentivo a la inversión en España, complementando los cambios al Profarma con revisiones en el Anteproyecto de la Ley de los Medicamentos y Productos Sanitarios, como aumentar las minoraciones de las contribuciones obligatorias de la industria o agilizar las decisiones de precios y financiación cuando se invierte en el país y cuando hay una participación de centros y pacientes españoles en ensayos clínicos", afirma Yermo.

Es necesaria también una estrategia a medio y largo plazo que dé confianza al sector para poder realizar inversiones, sobre todo, teniendo el actual contexto geopolítico y el tsunami regulatorio que afectan directamente a la industria farmacéutica. En primer lugar, las presiones de la Administración estadounidense, con la constante amenaza de los aranceles y la propuesta de aplicar la política de la Nación Más Favorecida (MFN, por sus siglas en inglés), que busca que Europa contribuya más a la financiación global de medicamentos innovadores, al igual que ha conseguido con la inversión en Defensa.

En este sentido, incide Yermo, "cualquier pequeño porcentaje de arancel sobre medicamentos y sus insumos perjudicará la atención al paciente y al sector farmacéutico en la UE y EEUU: los aranceles amenazan las cadenas globales de suministro, obstaculizan la I+D y perjudican a los pacientes de todo el mundo. Además, rebajar el precio de los medicamentos pone en riesgo miles de millones de euros de inversión comprometidos por empresas biofarmacéuticas y la llegada de medicamentos innovadores".

A esto se suma la revisión del paquete farmacéutico europeo, que "debería proteger la propie-dad industrial y promover la innovación", o la Directiva sobre el Tratamiento de las Aguas Residuales Urbanas, que fija que solo dos sectores, el farmacéutico (medicamentos de uso humano) y el cosmético, paguen por la contaminación causada por otros. "Ambos planteamientos, hasta el momento, están muy lejos de ser un estímulo para un sector que se ha determinado como estratégico. Y más lejos aún de que Europa recupere la competitividad perdida en las últimas décadas, lo que nos hace ser más dependientes y vulnerables", lamenta Yermo.

También España está inmersa en una revisión del marco regulatorio del medicamento, con el mencionado Anteproyecto de Ley de los Medicamentos y Productos Sanitarios, cuyo texto inicial "establece medidas impulsadas por el cortoplacismo e introduce obstáculos como un sistema de precios seleccionados o la sustitución de medicamentos prescritos por denominación comercial, que desincentivan a la industria farmacéutica que apuesta por la innovación", hace hincapié el director general de Farmaindustria. "Gracias al diálogo con el Ministerio de Sanidad -añade-, esperamos que la nueva versión del proyecto de ley que se presente al Consejo de Ministros incluya mejoras clave sobre el texto inicial".

"Tanto en Europa como en España necesitamos cambios radicales en la regulación para promover una distribución global más justa de la I+D, una mayor inversión en medicamentos y un acceso más equitativo y rápido para los pacientes a los nuevos medicamentos que pueden curar o paliar su enfermedad", concluye el director general de Farmaindustria.
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