La llegada de delgocitinib (Anzupgo) al arsenal terapéutico del eccema crónico de manos (ECM) abre una nueva vía para los pacientes adultos con enfermedad de moderada a grave que no pueden ser tratados con corticoides tópicos. Así lo refleja el reciente informe de posicionamiento terapéutico (IPT) emitido por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), en el que se evalúan tanto los beneficios clínicos como las limitaciones metodológicas del desarrollo del fármaco.
El documento avala la eficacia y seguridad de delgocitinib en esta población, pero también advierte que su posicionamiento en la práctica clínica presenta incertidumbres derivadas, sobre todo, del diseño del estudio comparativo frente al único tratamiento autorizado hasta ahora para el ECM grave, la alitretinoína.
Uno de los elementos que marcan el desarrollo clínico de delgocitinib es su enfoque exclusivo en pacientes con ECM de moderado a grave. El fármaco ha sido evaluado e indicado específicamente para esta población. Desde el laboratorio titular, Leo Pharma, se recalca que esta acotación responde a criterios clínicos claros, centrados en la población con mayor necesidad terapéutica no cubierta. En los estudios pivotales se exigía una puntuación elevada en los indicadores de gravedad y un historial de respuesta insuficiente a tratamientos convencionales, garantizando que los participantes representaran fielmente la indicación autorizada.
En los ensayos clínicos principales, delgocitinib demostró una superioridad estadística significativa frente al vehículo en todas las variables primarias y secundarias clave: desde la mejora clínica objetiva hasta la reducción de síntomas subjetivos como el picor y el dolor, pasando por la calidad de vida dermatológica. A estas evidencias se suma el estudio de extensión con uso a demanda, que ha permitido observar el comportamiento del fármaco en condiciones más cercanas a la práctica real.
Durante este seguimiento, un porcentaje relevante de pacientes que habían logrado una respuesta clínica inicial la perdieron al suspender el tratamiento, especialmente en las primeras semanas. Este fenómeno, lejos de interpretarse como un fallo terapéutico, se considera esperable en una enfermedad inflamatoria crónica con brotes. De hecho, muchos pacientes lograron recuperar la mejoría al reiniciar la aplicación de la crema, lo que avala un uso flexible e intermitente, con potencial para adaptarse a la evolución individual de cada caso.
Además, el estudio documenta que incluso pacientes que no habían respondido inicialmente consiguieron una mejoría relevante con el tratamiento continuado. Esto sugiere un beneficio acumulativo a largo plazo en determinados perfiles.
Eficacia frente a alitretinoína y metodología
El estudio DELTA-FORCE introdujo una novedad clave al enfrentar directamente a delgocitinib con alitretinoína, el único medicamento hasta ahora autorizado para el ECM grave. Los resultados favorecieron claramente al nuevo fármaco tópico, tanto en eficacia como en tolerabilidad. Sin embargo, el diseño del estudio plantea limitaciones que condicionan la lectura de estos resultados.
Una de las más relevantes es la prohibición de tratamientos concomitantes en el brazo de alitretinoína. Esta decisión metodológica (orientada a aislar el efecto de cada fármaco) se aleja de las recomendaciones habituales de las guías clínicas, que promueven un enfoque terapéutico escalonado y combinable. En consecuencia, el estudio no refleja de forma plena cómo se utilizan realmente estos tratamientos en la práctica, lo que afecta a su validez externa y a la posibilidad de extrapolar sus resultados al entorno asistencial habitual.
El hecho de que no fuera un ensayo doble ciego se explica por la diferencia en la vía de administración (tópica frente a oral). No obstante, la evaluación de la eficacia se realizó de forma ciega por evaluadores independientes, lo que mitiga parcialmente esta debilidad, aunque no la elimina.
En el apartado de seguridad, delgocitinib ha mostrado un perfil favorable y coherente en los distintos estudios. La mayoría de los efectos adversos fueron de carácter leve o moderado, y las reacciones locales, como eritema o prurito en la zona de aplicación, fueron infrecuentes. El fármaco también ha presentado una incidencia más baja de eventos adversos en comparación con alitretinoína, tanto en frecuencia general como en intensidad y relación con el tratamiento.
Se notificaron más casos de neoplasias malignas en el grupo tratado con delgocitinib, aunque sin diferencias relevantes en las tasas globales ni indicios de causalidad. Tanto el laboratorio como el informe coinciden en considerar que estos hallazgos no constituyen una señal de seguridad preocupante.
El informe no emite ninguna conclusión sobre la posible financiación pública del medicamento ni establece vínculos entre sus limitaciones metodológicas y la viabilidad de su incorporación al Sistema Nacional de Salud, pues no es ese su objetivo aunque forme parte esencial del proceso de decisión para una futura financiación pública del fármaco. En este sentido, su alcance se centra en el análisis terapéutico, y si bien reconoce la eficacia y la innovación de delgocitinib, también advierte que la limitada validez externa del estudio comparativo dificulta establecer con certeza su posicionamiento frente a las alternativas disponibles.
Delgocitinib se incorpora al tratamiento del eccema crónico de manos como una opción tópica eficaz, bien tolerada y potencialmente útil para una población con alta necesidad terapéutica. Su indicación precisa, su posibilidad de uso intermitente y su perfil de seguridad lo convierten en una herramienta interesante para los profesionales clínicos. Sin embargo, el contexto metodológico en el que se ha generado parte de su evidencia plantea preguntas legítimas sobre cómo debe posicionarse en relación con las opciones actuales.
REGÍSTRATE GRATIS
PARA SEGUIR LEYENDO
¿Ya eres premium? Inicia sesión
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.