Fernando Carballo, Augusto Silva y Julio Sánchez Fierro.


12 mar. 2019 18:20H
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POR MERCEDES RIVERA
La compañía farmacéutica MSD ha dado el pistoletazo de salida a su foro de debates con el primero de ellos que ha girado en torno a la prescripción médica. En esta primera jornada, han participado Julio Sánchez Fierro, abogado y doctor en Ciencias de la Salud y Fernando Carballo, presidente de Facme, y ha sido moderada por Augusto Silva, Patient Strategy and Population Health Director en MSD.

Sánchez Fierro ha hecho un repaso por cómo ha evolucionado la prescripción médica en los últimos años. Una labor “marcada por la alta presión y una organización muy burocratizada donde la agilidad no es la característica habitual”. Estas características actuales “nos obligan a repensar la labor prescriptora del médico”.

El ejercicio de la prescripción médica "se enmarca en tres leyes fundamentales"



El ejercicio de la prescripción “traducido a la normativa y a la legislación básica para esta materia, está enmarcada por la ley de garantía, de ordenación de profesionales y de autonomía del paciente”, ha señalado Sánchez Fierro. En este sentido, ha destacado que “la legislación deja claro que la función prescriptora pertenece únicamente al médico”.

Asimismo, durante su intervención, el experto ha hecho especial hincapié en que “la libertad de prescripción no supone un ejercicio de derecho absoluto, pero debe respetarse la función del médico. La prescripción médica se produce en el entorno de la relación médico-paciente y el derecho que tiene el último a la información”.

Medicina basada en evidencia


"Debemos incluir los valores y recursos con los que contamos a la hora de tomar decisiones clínicas"



Por su parte, Carballo ha hablado sobre el ambiente de incertidumbre en el que se toman las decisiones clínicas. Es aquí “donde usamos la deliberación, que exige que el paciente entienda las opciones alternativas posibles, enmarcadas dentro de lo que está validado. Es decir, del feedback entre médico y paciente es de donde surge el tratamiento”.

En este sentido, “realizamos una toma de decisión racional en beneficio del paciente donde interviene el conocimiento científico”. En la deliberación “debemos incluir también los valores y los recursos con los que contamos”.

Entre estos valores y recursos se encuentra la tecnología sanitaria, sobre lo que Carballo ha señalado la necesidad de “optimizar la utilización de la misma, en el contexto de una práctica asistencial sujeta a ciclos de innovación de corta duración y alto coste”. Por ello, “los médicos debemos evolucionar para estar a la altura de nuestras responsabilidades”.

Por otro lado, ha hablado sobre “la medicina basada en la evidencia como la medicina centrada en el paciente, que acota la incertidumbre y disminuye la variabilidad clínica en el directo beneficio del paciente”. En esta línea, ha añadido que “el principio de beneficencia implica la búsqueda del bien para el paciente teniendo en cuenta sus preferencias”.

Carballo ha concluido señalando que “la medicina y los clínicos tenemos la obligación de liderar esta etapa de postmedicina en estricta alianza con la sociedad teniendo en cuenta todas las nuevas alternativas porque son elementos de apoyo a la toma de decisiones y que la relación clínica es insustituible”.
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