La ginecóloga María Fasero conversa sobre menopausia en una entrevista.
El abordaje de
la menopausia se encuentra frente a un cambio de paradigma que afecta tanto a la sociedad como al conjunto de la sanidad. Según los cálculos, cerca de un 85 por ciento de las mujeres que se encuentran en esta etapa experimentan
síntomas de la enfermedad. Sin embargo, en muchas ocasiones se invisibilizan sus efectos, lo que impide un correcto tratamiento.
En una entrevista con
Redacción Médica, la ginecóloga
María Fasero defiende la importancia de abordar aspectos como
los sofocos que cada vez cuentan con más alternativas terapéuticas. La especialista del
Hospital Universitario La Zarzuela y miembro de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM) reivindica la importancia de visibilizar estas opciones, así como luchar contra otros hándicaps como los bulos en internet o el sesgo de género en las investigaciones.
Desde su experiencia clínica, ¿cuáles son los síntomas más frecuentes que llevan a las mujeres a consultar por primera vez por la menopausia? ¿Hay alguno que siga siendo tabú?
Desde mi experiencia clínica como ginecóloga especializada en menopausia, los síntomas que más alteran la calidad de vida y que llevan a las mujeres a consultar por primera vez son los sofocos, sudores nocturnos y alteraciones en el sueño, seguidos de sequedad vaginal y disminución de la libido.
La menopausia siempre ha sido un tema tabú rodeado de silencios, incluso entre las propias mujeres. Afortunadamente, hoy en día las mujeres queremos estar más informadas y ocultamos menos lo que nos pasa para entender qué nos ocurre y asegurar nuestro bienestar. Aunque todavía queda mucho por hacer para visibilizar, sensibilizar y mejorar aún más el conocimiento sobre esta etapa vital.
¿Cree que hay una tendencia a infravalorar estos síntomas, tanto en la sociedad como incluso en algunos entornos sanitarios?
Existe una tendencia a infravalorar estos síntomas, tanto en la sociedad como en algunos entornos sanitarios, considerándolos como "normales" del envejecimiento, cuando en realidad pueden durar muchos años y afectar significativamente la calidad de vida y el estado de salud general de las mujeres.
¿Un abordaje demasiado tardío de la menopausia puede derivar en otra serie de patologías agregadas como enfermedades cardiovasculares o depresión?
Un tratamiento tardío, insuficientemente atendido en la menopausia o dejándose asesorar por personas no especializadas puede derivar en patologías añadidas como enfermedades cardiovasculares, osteoporosis y trastornos del estado de ánimo, incluyendo depresión, entre otros, debido al impacto de la pérdida hormonal.
Algunas pacientes asumen que los sofocos, el insomnio o los cambios de humor son algo natural que deben soportar ¿Qué tipo de tratamiento tienen?
Las opciones terapéuticas disponibles incluyen terapia hormonal de la menopausia, tratamientos farmacológicos no hormonales, cambios en el estilo de vida y abordajes integrados que incluyan ejercicio físico, alimentación saludable y gestión del estrés, entre otros.
En concreto, los sofocos son uno de los síntomas más comunes que aparecen durante la menopausia (Se estima que hasta el 85 por ciento de las mujeres en esta etapa de la vida los experimentan), ¿qué opciones de tratamiento hay para los mismos?
Es importante tener en cuenta que los sofocos pueden condicionar, y mucho, la calidad de vida de las mujeres que los experimentan. Y hay varios tratamientos disponibles para aliviarlos, como la terapia hormonal, fármacos no hormonales y remedios alternativos. Pero no todos tienen peso científico ni son adecuados para todas las mujeres.
En estos últimos años, estamos asistiendo a un nuevo enfoque en el tratamiento de los sofocos basado en la modulación del impulso neuronal por parte de neurotransmisores; así como a la actuación de determinadas sustancias sobre el centro termorregulador. Así, los sofocos se han convertido en un síntoma de la menopausia todavía más abordable. De hecho, el año pasado llegó a España el único tratamiento sin hormonas que permite reducir la frecuencia e intensidad de los síntomas vasomotores en mujeres posmenopáusicas. Su principio activo es fezolinetant, y viene a completar el arsenal terapéutico frente a los sofocos de la menopausia para aquellas mujeres que no pueden o no quieren usar hormonas.
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"Los sofocos se han convertido en un síntoma abordable de la menopausia"
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En definitiva, los profesionales de la salud debemos hacer el esfuerzo de tratar los síntomas de la menopausia informando correctamente a la mujer sobre la existencia de tratamientos eficaces y seguros, ayudándola a decidir su tratamiento con información, animarla a no ocultar sus síntomas y consultar. Sólo así conseguiremos hacer que esta etapa sea una experiencia positiva para la mujer.
Los condicionantes sociales y personales cobran cada vez mayor fuerza en la prevención de enfermedades ¿Qué relevancia tienen aspectos como el estilo de vida, la alimentación o el ejercicio en el manejo de los síntomas menopáusicos?
Aspectos como la alimentación equilibrada, ejercicio regular, eliminación del tabaco y moderación en alcohol son fundamentales en la prevención de complicaciones cardiovasculares, osteoporosis y en el manejo global de los síntomas de la menopausia, potenciando el rol preventivo y complementario de las intervenciones médicas.
¿Qué papel deberían tener los profesionales de Atención Primaria en la detección y abordaje de la menopausia? ¿Es necesaria una mayor formación o sensibilización en este ámbito?
Los profesionales de Atención Primaria deben ser actores clave en la detección precoz y el abordaje de la menopausia, mediante formación específica y sensibilización, promoviendo un enfoque holístico y multidisciplinar que incluya educación, prevención y seguimiento de los síntomas.
Con el avance de las redes sociales, cada vez son más las voces en el sector sanitario que reclaman medidas para combatir los bulos asociados a la salud ¿Hay riesgo de que las mujeres con menopausia accedan a información falsa en internet sobre sus síntomas? ¿Qué medidas deben adoptar para evitar la desinformación?
La menopausia y su sintomatología provoca búsquedas frecuentes, pero en muchos casos con informaciones inadecuadas. Por tanto, y sin duda, existe un riesgo muy importante de que las mujeres accedan a información falsa o no contrastada en internet o las redes sociales y se dejen aconsejar por personas conocidas sin formación en menopausia; por ello, es fundamental promover campañas de sensibilización y facilitar recursos confiables.
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"Existe un riesgo muy importante de que las mujeres accedan a información falsa sobre la menopausia"
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Es aquí donde es fundamental la labor de los profesionales sanitarios para ofrecer una adecuada educación e información sanitaria. Es clave fomentar el diálogo entre ambas partes y ofrecer herramientas con información fiable y actualizada para resolver dudas que surjan sobre qué ocurre en el cuerpo y cómo manejar los síntomas. Este es el objetivo, por ejemplo, de la web menopausiaysofocos.es, que ofrece recursos útiles, información práctica y respuestas a las preguntas más comunes. Su objetivo es acompañar a las mujeres durante esta transición y mejorar su calidad de vida a través del conocimiento y la información.
En esta plataforma podemos encontrar, por ejemplo, una herramienta muy útil para ayudar en el diagnóstico de la severidad de los sofocos: el Diario de Sofocos, que permite a la mujer llevar un registro sobre la frecuencia, intensidad y posibles desencadenantes de sus síntomas y que puede compartir luego con su profesional sanitario para una mejor atención de los mismos.
Las mujeres con menopausia necesitan una atención integral y esta pasa también por poder disponer de información completa y veraz sobre esta etapa de su vida.
Varias sociedades científicas han advertido de que existe un sesgo de género en la investigación científica que perjudica a las enfermedades propias de las mujeres ¿Cómo se puede poner solución a esta tendencia?
Para reducir el sesgo de género en la investigación biomédica, es fundamental impulsar estudios que incluyan específicamente a mujeres y aborden enfermedades propias de la mujer. Además, se debe incrementar la financiación destinada a la salud femenina y desarrollar campañas de sensibilización dirigidas a la comunidad científica y sanitaria. Solo integrando activamente la perspectiva de género en todas las etapas y áreas de la investigación biomédica podremos garantizar que los avances científicos beneficien de manera equitativa a mujeres y hombres.
El Gobierno ya ha regulado por ley las bajas médicas por la denominada regla dolorosa ¿Cree que también debería articularse una normativa similar para la menopausia, teniendo en cuenta que también implica síntomas recurrentes que pueden impedir a las mujeres acudir al trabajo?
Considerando que los síntomas recurrentes de la menopausia pueden comprometer significativamente la capacidad laboral de las mujeres, resulta necesario desarrollar una normativa específica que establezca un marco legal robusto para facilitar las adaptaciones necesarias y el apoyo integral en el entorno laboral. De igual manera, la financiación pública de los fármacos aprobados para el tratamiento de los síntomas de la menopausia eliminaría las barreras económicas que actualmente enfrentan muchas mujeres, garantizando un acceso equitativo a las terapias que no solo mejoran su calidad de vida, sino que también optimizan su rendimiento y bienestar laboral.
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