Muere Antonio Jiménez, el ideólogo que anticipó la recaída en leucemia

Uno de los hematólogos españoles que más tiempo y dedicación ofreció a la hora de abordar la leucemia, Antonio Jiménez, ha fallecido recientemente. El especialista era actualmente investigador principal del grupo Hematología y Hemoterapia del Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (Ibima), y a lo largo de su dilatada trayectoria como hematólogo llegó a dirigir potentes líneas de investigación frente a la leucemia. Uno de sus logros más llamativos a nivel nacional e internacional fue usar PCR digital para predecir si un paciente sufrirá una recaída en leucemia.

Jiménez se llegó a convertir en una pieza clave dentro de la unidad de Hematología del Hospital Regional de Málaga, realizando sus principales investigaciones para abordar con mayor eficacia la leucemia. Uno de sus principales logros fue el uso de la técnica de PCR digital (reacción en cadena de la polimerasa digital) para conseguir marcadores genéticos que permitieran distinguir si quedan o no células residuales del enfermo tras el trasplante de médula ósea de un donante compatible sano.

Este estudio, donde el hematólogo tuvo un protagonismo capital, permitió detectar células residuales del paciente en aproximadamente el 90 por ciento de los casos con riesgo de recaída leucémica. A través de ese método se llegó a la conclusión de que la aplicación de la técnica posibilita que los pacientes sean tratados de forma más eficiente ante una posible recaída. En consecuencia, llegan a conseguir una mejor calidad de vida.

Una de las peculiaridades del especialista es que toda su vida ha investigado dentro de las fronteras andaluzas, pese a que siempre defendió que conocer el inglés era necesario para poder estar al día de las últimas actualizaciones y poder publicar investigaciones en revistas internacionales.

Jiménez impulsó varias investigaciones en leucemia linfoblástica

El grupo de Investigación de la Unidad de Gestión Clínica de Hematología y Hemoterapia del Hospital Regional de Málaga fue liderado por Jiménez durante más de una década, llegando a convertirse en un centro de referencia en el estudio de la leucemia linfoblástica aguda. A lo largo de todos estos años el especialista impulsó varias líneas de investigación de notable impacto a nivel mundial, y los resultados cosechados provocaron el planteamiento de nuevas opciones terapéuticas a nivel internacional.

Este séquito de especialistas, liderado por Jiménez, llegó a conseguir premios científicos como la Cruz del Mérito Civil en Sanidad, otorgada en el año 2003 por el Ministerio de Sanidad, el Premio Hospital Carlos Haya 2005 a la Innovación y Desarrollo, o el Premio de Investigación de la Asociación Española de Hematología y Hemoterapia.