Consiste en extraer una pequeña cantidad de la médula ósea en forma líquida para analizarla

Hematología impulsa recomendaciones para el aspirado de médula ósea
José Tomás Navarro, presidente del GECH.


27 feb. 2023 18:20H
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El Grupo Español de Citología Hematológica (GECH), de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), ha consensuado unas recomendaciones para la evaluación del aspirado medular (extracción de una pequeña cantidad de médula ósea en forma líquida para su análisis) y la redacción del informe correspondiente, que serán de utilidad para muchos profesionales que se dedican al diagnóstico hematológico, según su nota de prensa. Este trabajo ha sido posible gracias a la revisión exhaustiva de diferentes publicaciones y a las aportaciones de los expertos del GECH, y ha sido publicado en el segundo número de la revista Sangre – Trabajos de Hematología y Terapia Celular, según se ha podido saber en la última Reunión Interanual del GECH y X Curso Teórico-Práctico de Diagnóstico Integrado en Hematología, celebrados recientemente en Madrid.

El informe citológico de médula ósea “debe contener la información necesaria para detallar las características morfológicas más importantes del aspirado”, afirma José Tomás Navarro, presidente del GECH. “De su correcta interpretación, junto con el resto de los estudios complementarios, dependen el diagnóstico y el tratamiento de los pacientes, así como su seguimiento”, añade. El trabajo publicado en la revista Sangre propone un modelo de “informe tipo para ayudar a redactar de forma homogénea y reproducible el mielograma, una prueba que consiste en la evaluación morfológica de una muestra de médula ósea”. Este documento es adaptable a los distintos centros hospitalarios y se integrará en el Programa de Garantía Externa de la Calidad en Hematología, de la SEHH.


Discrepancias en la clasificación de las neoplasias mieloides


La conferencia central de la Reunión Interanual del GECH ha tratado de resumir los puntos comunes y las discrepancias entre la clasificación de las neoplasias mieloides de la Organización Mundial de la Salud y la de consenso internacional, publicadas hace escasos meses. “El hecho de que hayan aparecido ambas clasificaciones prácticamente al mismo tiempo, ha producido cierta conmoción y preocupación entre los profesionales de la hematología”, explica María Rozman, del Hospital Clínic de Barcelona. El objetivo último de esta exposición ha sido “aclarar el panorama diagnóstico de las neoplasias mieloides para seguir detectándolas de la manera más efectiva posible y aplicar los tratamientos más adecuados a cada paciente”.

Las neoplasias mieloides son un conjunto de cánceres hematológicos que se caracterizan por la proliferación excesiva, la autorrenovación o la diferenciación alterada en las células madre hematopoyéticas o las progenitoras mieloides. Según estimaciones de la Red Española de Registros del Cáncer (Redecan) y el Ciber de Epidemiología y Salud Pública (Cbieresp), cada año se diagnosticarían cerca de 9.000 casos de neoplasias mieloides, que incluyen leucemias agudas mieloblásticas, síndromes mielodisplásicos, leucemias mieloides crónicas y otras neoplasias mieloproliferativas.


Alteraciones cutáneas en la leucemia mielomonocítica crónica


Entre las nuevas propuestas de trabajos cooperativos del GECH, destaca la iniciativa liderada por Gemma Azaceta, del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, de Zaragoza, consistente en la realización de un estudio de las alteraciones cutáneas que se dan en la leucemia mielomonocítica crónica, un trastorno clonal en el que un tipo de glóbulo blanco llamado “monocito” se multiplican de manera descontrolada. Esta investigación combinará la citología con las nuevas técnicas de secuenciación masiva.

Además, se ha actualizado el estado de otros tres trabajos cooperativos especialmente relevantes para el GECH. Por un lado, José María Raya, del Hospital Universitario de Canarias, en Santa Cruz de Tenerife, ha identificado las características citológicas de un tipo muy concreto de LMA que cursa con el intercambio de material entre los cromosomas 8 y 21. “Se han revisado 195 casos de 18 centros españoles”. También es destacable un trabajo liderado por Alba Mesa, del ICO-Hospital Germans Trias i Pujol, de Badalona (Barcelona), que pretende establecer el valor pronóstico actual de los blastos con bastón de Auer en los síndromes mielodisplásicos. Finalmente, el Atlas de Citología Hematológica ya supera el millar de imágenes, acompañadas todas ellas 3 de su correspondiente información clínico-biológica, y está disponible en castellano y en inglés.
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