Su presidente insiste en la rigidez de la gestión pública directa de los centros



18 jun. 2013 18:44H
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Redacción. Madrid
Los retos que plantea el Sistema Nacional de Salud (SNS) de nuestro país en el actual contexto de crisis económica requieren cambios estructurales que pasan, ante todo, por mejorar la gestión clínica para garantizar el sostenimiento del modelo sanitario. Así ha quedado patente durante el Congreso Nacional de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), que se ha celebrado del 14 al 17 de junio en Barcelona y al que este año la Sociedad Española de Directivos de la Salud (Sedisa) ha acudido como entidad invitada, reforzando así la colaboración y coordinación entre ambas entidades.

Sergio Blasco Perepérez, Joan Escarrabil Sanglas, Joaquín Estévez Lucas y Pilar de Lucas, durante la ponencia.

Durante el Congreso, Joaquín Estévez, presidente de Sedisa, que ha compartido mesa de debate con Pilar de Lucas, presidenta de la Separ; Joan Escarrabill, de la Agencia de Información, Evaluación y Calidad en Salud; y José Manuel Iranzo, gerente del Hospital General de Valencia, ha señalado que uno de los retos a corto plazo para garantizar la eficiencia del sistema sanitario consiste en reorientar éste  hacia la cronicidad, enfocándose en la atención a estos enfermos: “Hasta ahora nos guiamos por un modelo orientado al paciente agudo, pero,  en realidad, la mayoría de los pacientes atendidos en el sistema público presentan patologías crónicas. Además, debido al envejecimiento poblacional esta tendencia va poco a poco en aumento, por lo que es necesario impulsar cambios asistenciales cuanto antes”, argumentó Estévez.

Asimismo, la propuesta planteada por ambas sociedades coincide con la línea estratégica que ha emprendido el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, que hace unos meses anunció la puesta en marcha de la Estrategia para el Abordaje de los Pacientes Crónicos, que pretende mejorar el tratamiento de las condiciones de salud crónicas, integrando la prevención en todos sus ámbitos y promoviendo la continuidad asistencial, al mismo tiempo que se da respuesta a las necesidades sociosanitarias de los paciente

Por otro lado, el presidente de los directivos sanitarios ha insistido en la necesidad de avanzar en el abandono progresivo del hospitalocentrismo e impulsando alternativas más eficientes respecto a la hospitalización tradicional, como la ambulatorización quirúrgica y el aumento de la capacidad de acción de la hospitalización a domicilio: “España se encuentra con respecto a otros países en relación a la gestión sanitaria en un nivel aceptable, si bien la gran cantidad de centros que tiene gestión directa administrativa hace que sea poco flexible, difícil de reorientar hacia las necesidades de salud de la población, muy inercial y con problemas de planificación, listas de espera y despersonalización de la asistencia”, declaró.

Implicación del profesional

Para mejorar hace hincapié en que “en la sanidad pública sería necesario o modificar el estatuto del personal sanitario para poder retribuir diferenciadamente según implicación y rendimiento y que los profesionales sean más evaluables por el sistema y por el paciente o la transformación de los centros en empresas públicas regidas por derecho mercantil y laboral”. En este sentido –concluyó–,  “resulta fundamental potenciar la gestión clínica y la medicina basada en la evidencia también en los centros públicos y que la gestión de los nuevos centros sea por concesión administrativa pero bien pensada y planificada”.

Asimismo, para implicar a los profesionales en la mejora de los procesos y conseguir la máxima eficiencia, ésta debe introducirse como uno de los valores primordiales durante su formación y como compromiso ético con la sociedad para poder mantener la calidad, seguridad y equidad del sistema. “Debemos establecer un marco de relación que mejore la productividad de los profesionales, dado que existe una gran diferencia en el nivel de rendimiento entre distintos centros, lo que deja claro que aún hay margen de mejora. En este sentido, a juicio del presidente de Sedisa, “tenemos un gran reto, que es el de conseguir mantener y mejorar el nivel de salud de la población a un coste asumible. Para ello, es mucho más importante el adecuado control, la planificación y la recompensa a la excelencia que pueda tener la fórmula de gestión que se aplique que la fórmula en sí”.

Por otro lado, desde Sedisa se considera fundamental seguir impulsando el uso de las nuevas tecnologías pensando en el retorno de la inversión que se puede obtener, mejorando la monitorización del paciente y optimizando los recursos a través de la telemedicina y la telemonitorización. En palabras de Estévez, “la historia clínica electrónica integral es un avance importante al que no debemos renunciar puesto que nos aporta un mayor control, claridad y monitorización de los procesos, así como posibilidades de evaluación, tanto del profesional como del proceso terapéutico”.

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