Jesús Sanz, Joaquín Estévez, Pablo Arias, María Blanca Sánchez y Susana Reverter.
Cumplir los objetivos medioambientales marcadas en los planes estratégicos es
un reto para las organizaciones y los centros sanitarios. Y es que, aunque el 71 por ciento tiene establecidas dichas metas, solo el 37 por ciento cuenta con estructuras técnicas específicas de sostenibilidad.
En este sentido, la
Fundación Española de Directivos de la Salud (Fundación Sedisa), con la colaboración de Ambu, ha presentado este miércoles el
Estudio Implantación de la Economía Circulas en las Organizaciones Sanitarias de España, un documento que analiza el grado de incorporación de
criterios de sostenibilidad y circularidad en el sistema sanitario. Un estudio que ha llegado a numerosas conclusiones como que, aunque exista concienciación por parte de los profesionales sanitarios respecto a la sostenibilidad, no es suficiente.
Pero no solo eso, también hace hincapié en la falta de formación especializada de los gestores al respecto. "Es necesario un cambio cultural", ha asegurado
Susana Reverter, jefa de Sostenibilidad y Agenda 2030 del Hospital Universitario La Paz y miembro del Comité Asesor del Estudio.
Tal y como ha explicado la gestora sanitaria, el sondeo ha contado con la participación de
100 profesionales de toda España y de diferentes comunidades autónomas "con experiencia de cinco años en puestos de gestión o asistencial". Una muestra que ha permitido a los creadores del estudio, por ejemplo, conocer que el 51 por ciento de los encuestados "conoce los objetivos medioambientales a la hora de comprar material sanitario".
Formar a profesionales sanitarios en sostenibilidad
"Hay una falta de concienciación y una carencia de
formación especializada en sostenibilidad a la hora de establecer los pliegos técnicos de contratación", ha subrayado Reverter. De hecho, ha apuntado que lo más importante para ella que recoge el estudio es "que exista equidad en las comunidades autónomas". "Se tienen que establecer los mismos objetivos en los hospitales independientemente del territorio", ha añadido.
Eso sí, las áreas prioritarias del estudio han sido "
la innovación, los ahorros -en huella de carbono, por ejemplo- y la eficiencia energética". Sin embargo, desde su punto de vista, "el gran desafío al que nos enfentamos es la medición". "Para evaluar la sostenibilidad, se establecen indicadores por áreas, pero existen limitaciones estructurales que impiden materializar el compromiso", ha achacado. Aun así, sí existen objetivos fundamentales para las gerencias como son generar menos residuos o disminuir la huella de carbono ya mencionada.
Para impulsar el mayor auge de la sostenibilidad, el estudio plantea ciertas recomendaciones. Entre ellas, se plantean
propuestas claves para favorecer el medioambiente en los procesos de compra como "la obligatoriedad de las normativas en el sector público incluyendo sanciones o el compromiso con el etiquetado ecológico".
Hacia una economía circular "sostenible"
Desde el punto de vista de
Joaquín Estévez Lucas, presidente de la
Fundación Sedisa, "este estudio marca una hoja de ruta basada en evidencias y compromiso profesional". Todo ello con un objetivo: "avanzar hacia un modelo sanitario circular, eficiente y sostenible". "Conocer el grado de implantación de la economía circular en las organizaciones sanitarias y proponer líneas estratégicas de acciones basadas en la evidencia" puede llevar a "una gestión eficiente, que es la que salva vidas", ha explicado.
Por su parte,
Jesús Sanz, vicepresidente de la Fundación Sedisa, ha detallado las ocho áreas en las que se han dividido las recomendaciones del estudio. Según ha puntualizado, el proyecto de Sedisa y Ambu se estructura en gobernanza, planificación y cultura organizacional; primeros pasos visibles; trabajo transversal,
compra pública y cadena de suministro; infraestructura, logística y movilidad; productos y tecnología sanitaria; colaboración e innovación, y marco internacional.
Dentro de ese abanico, se plantean medidas como "incorporar
la sostenibilidad como eje estratégico transversal en los planes institucionales, con indicadores homogéneos para seguimiento y comparación entre centros; o establecer unidades técnicas de sostenibilidad con recursos humanos y presupuestarios suficientes capaces de coordinar acciones y garantizar su continuidad", las dos 'balas' principales que impulsarían una economía circular.
El papel del directivo y el medioambiente
Unas recomendaciones que son "fundamentales" para el directivo, eje básico de la gestión sanitaria. Una figura cuyo papel ha explicado en profundidad
María Blanca Sánchez, jefa de Sección de Cuidados de AP y CA del Área de Tudela. "Es el que va a marcar los planes de sostenibilidad, pero no nos tenemos que olvidar que como director tiene que estar acompañado de personas que estén formadas en sostenibilidad". Y es que "el director tiene la competencia de poder liderar todas las estrategias".
El encargado de proyectar la postura de la industria ha sido
Pablo Arias, vicepresidente España, Italia y Portugal de Ambu. "En cualquier plan estratégico tiene que estar presente la sostenibilidad. Tenemos que autoeducarnos", ha anotado.
Por ello, "hay que apostar por procesos de mejora continua y llegar a un momento en el cual la motivación de la industria y
los procesos de compra sean transparentes y estén regidos por cirterios de manera ponderada". Porque al final, se trata de un trabajo en equipo en el que es igual de importante el papel de un directivo que el de la industria o las consejerías de Sanidad.
Las informaciones publicadas en Redacción Médica contienen afirmaciones, datos y declaraciones procedentes de instituciones oficiales y profesionales sanitarios. No obstante, ante cualquier duda relacionada con su salud, consulte con su especialista sanitario correspondiente.